Venezolanos marialionceros entran en trance para honrar a su diosa

A principios del siglo XX surgió en zonas campesinas del estado venezolano de Yaracuy el culto hacia una antigua diosa conocida como María Lionza y poco a poco se fue extendiendo por el centro del país. La leyenda dice que era la hija de un jefe indígena y que luchó contra una enorme anaconda que se había enamorado de ella haciéndola explotar y provocando las lluvias torrenciales típicas de la montaña de Sorte. Por eso se convirtió en la madre protectora de la naturaleza y en la reina del amor.

Normalmente representada como una mujer blanca con una corona de oro en la cabeza y una pelvis femenina en las manos, a María Lionza se la podría equiparar con las diosas Venus y Gea, aunque en su culto se mezclan rituales católicos con otros indígenas o africanos traídos por los esclavos. A los seguidores de esta religión se les llama marialionceros y su día grande es el 12 de octubre.

Para conmemorar su día más importante los marialionceros realizan unos curiosos rituales en los que entran en trance y son poseídos por los espíritus de antiguos guerreros indígenas. Según ellos, así consiguen purificar sus almas y proteger su salud.

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