Las Vegas vuelve a escena con restricciones y no tiene a Mike Tyson en sus planes

Con base en la vieja y salomónica fórmula de prueba y error, el próximo jueves volverán a encenderse las luces del boulevard central de la ciudad de Las Vegas, cuya arquitectura concentra en forma de casinos a todas las referencias más estrambóticas del planeta.

"Veremos qué pasará con esto". Tal acertijo se constituyó en la respuesta común y reiterada en todos los hombres fuertes esta región. Los gobernantes, los financistas, los jugadores, los habitantes y los empresarios de boxeo que decidieron poner en marcha a este "gigante" paralizado.

El pugilismo ha quedado "enganchado" al protocolo de los casinos cuya minoría habilitada a reabrir sus puertas está compuesta por Caesars Palace, Villaggio, New York, París y MGM. Estas moles de cemento habilitarán el 30% de sus cuartos; por ejemplo, Villaggio tiene 4000 habitaciones y sólo 1200 estarán a disposición de los turistas. Y en las mesas de juego, sobre todo las de cartas, no habrá más de 3 apostadores en lugar de los 6 habituales. La corporación MGM cuenta con 70.000 empleados. Y no más de 8000 retornarán a sus tareas. Todo se reduce. Sin embargo, las reservas para las fechas de reinauguración han sido consideradas exitosas.

El promotor Bob Arum, con sus entusiastas 91 años y todo su equipo de Top Rank, productora pugilística líder, evidenció una velocidad de gestión óptima y productiva. Admirable para este período sin grandes respuestas hacia los deportes de contactos. Habrá actividad el martes 9 y el jueves 11 de junio próximo, en Las Vegas, con TV internacional y retransmisión en Argentina. Sin público en el estadio y con un marco sanitario garantizado por los casinos de Nevada, con medidores de temperatura corporal en los pasillos principales de cada recinto y los recaudos de profilaxis requerida (barbijos, guantes y distancia personal).

En la primera reunión, el estadounidense Shakur Stevenson, invicto campeón mundial pluma (OMB), dirimirá con el puertorriqueño Felix Carballo, a 10 rounds, sin exponer la corona. En tanto, el día 11, el ascendente local Jesse Magdaleno combatirá con el dominicano Yenifel Vicente, sin títulos oficiales en juego.

¿Y Mike Tyson? Probablemente festeje sus 54 años, el 30 de junio próximo, sin novedades creíbles sobre su exhibición oficial benéfica que determinaría su reencuentro con el cuadrilátero. Su intento de sumarse a los espectáculos altruistas "La caridad de los campeones", que el golfista Tiger Woods inició el último fin de semana en su club privado en Florida, recaudando 20 millones de dólares con televisación de CNN, incentivó a sus colegas.

Descartado el desafío inmediato con Evander Holyfield, que no creció como todos esperaban, ignorados los retos de los viejos hombres de sus tiempos como Shannon Briggs, y sin tener eco al desafío del brasileño Wanderlei Silva, para confrontar en un match de Bare Knuckle (peleas a puño limpio en un ring circular), los últimos rumores tendieron a una amistosa llamada telefónica con el actual campeón mundial de los pesados Tyson Fury, de Inglaterra, con quien lo une un proyecto común: la miseria de los habitantes callejeros. Resultaría factible lograr un acuerdo -por sus ideologías- para un match académico entre ellos, pero el resurgimiento organizativo del tercer cotejo entre Fury y Deontay Wilder paralizaría todo tipo de planes solidarios. En este ámbito impera una ley insensible: billete mata corazón.

Hay un hecho significativo: Tyson Fury mide 2,06 metros y Mike Tyson, 1,78. ¿Imaginan un contraste de 28 cm de estatura y 24 años de edad de diferencia entre uno y otro?

Las Vegas prepara un show benéfico para fines de junio: "Pelear por la causa". Participarán del mismo estrellas de NBA, peleadores de MMA y boxeadores populares. El ex quíntuple campeón mundial Floyd Mayweather asistirá, pero no competirá: se brindará para autógrafos y fines sociales. ¿Será esta la fecha reservada para Tyson? Nadie lo sabe. Como nadie supo hasta el momento que pasará realmente con él, si es que decide volver a escena.

Nadie puede equivocarse en esta revivificación de Las Vegas. No es cuestión de buenos combates y grandes KO. Es un tema científico, de salud y providencia divina. Si esto no funciona, las luces volverán a apagarse. Por lógica y por decreto.