Veda electoral, el esperado respiro que se extrañaba en medio de tanto caos politico

Veda electoral, el último paso antes de las elecciones del 2 de junio. (ULISES RUIZ / AE / AFP)
Veda electoral, el último paso antes de las elecciones del 2 de junio. (ULISES RUIZ / AE / AFP)

La veda electoral parece, a estas alturas, una bocanada de aire fresco. Es la lluvia en medio del insoportable calor. Ha comenzado desde este jueves 30 de mayo y se extenderá, justamente, hasta el día de las elecciones: el domingo 2 de junio. En este tiempo, los partidos políticos tienen prohibido hacer propaganda en cualquier medio de comunicación: televisión, radio, prensa escrita y redes sociales. Ya todo está listo, sólo faltan horas para que la población determine sus preferencias y salga a expresarlas.

De acuerdo con el Artículo 251 de la Ley de Instituciones y Procedimientos Electorales, este tiempo se otorga para que las personas puedan pensar y definir su voto sin estar expuestos a la propaganda política que ha abundado en las campañas y también en las precampañas. Tampoco se pueden hacer anuncios gubernamentales ni hacer mención a las encuestas, que suelen ser usadas por los partidos para promover su presunta ventaja en la intención del voto.

Claro que el clima de tensión sigue ahí y más en las redes sociales. Ahí el supuesto espacio de reflexión parece más un especio de eternas peleas. Algunos, por otra parte, ya luego ruegan: que se acaben las elecciones para que termine también todo esta toxicidad que caracteriza a los procesos electorales en México. Los insultos, las ganas de tener razón a toda costa. Hacía falto un respiro, aunque sea únicamente de tres días. Y aunque todos sepamos que, pase lo que pase el domingo, las discusiones volverán de inmediato cuando se anuncien los resultados.

Es un crucigrama que todavía no se puede resolver: cómo llegamos hasta aquí, a un estado de las cosas tan intenso. Todo es blanco o negro. Los matices quedaron en el olvido. Hasta resulta raro escuchar la palabra reflexión. ¿Tendríamos que esperar siempre a la veda electoral para decidir que necesitamos reflexionar? ¿El único espacio de calma y respiro serán siempre estos tres días? ¿Qué pasará el 2 de junio y, más importante todavía, qué pasará por los próximos seis años?

Y eso a medias, porque en los últimos procesos la gran nota de la veda la han dado aquellos partidos que quebrantaron las reglas haciendo anuncios irregulares por medio de influencers. De hecho, hubo un chiste que comenzó a recorrer las redes sociales en las últimas horas: "ya estoy emocionado por ver quién va a ser el primero que va a romper la veda electoral". Suena a broma, pero tiene todo de verosímil: pareciera que estas normas existen para que llegue alguien a ingeniar el cómo romperlas y dinamitar su utilidad.

Se sabe que hoy en día es imposible vivir sin las redes sociales o cuando menos sin el celular. Entonces hay que dar por hecho que puede aparecer un anuncio maquillado en el momento menos pensado. O que, por ahí, puede aparecer un llamamiento a votar de alguna celebridad que pueda ser sospechoso. Qué más da si en estos días usted decide que es mejor olvidarse de la política. Vea una película, una serie, salga al parque, escuche su música favorita. Vale la pena: ya hay mucho estrés por todos lados y a todas horas como para dejarse invadir por la neurosis política.

Que se preocupen todos ellos, los que quieren gobernar. Por lo demás, hay que aprovechar este espacio como lo que es: un sendero de reflexión antes del día decisivo. Calma era lo que hacía falta y hay que aprovecharla, así sean unos cuantos días, una nimiedad comparada con la oleada de propaganda que se ha consumido en estos meses interminables de campañas.