Harto de esperar, coloca un radar falso para que los coches reduzcan la velocidad

En Atotxa Erreka, en San Sebastián (País Vasco), un grupo de vecinos lleva tiempo reclamando al Ayuntamiento que tome alguna medida para evitar que los conductores pasen por la zona residencial en la que viven a más de 30 kilómetros por hora. La solución no llega y un residente, harto de esperar, ha decidido colocar un radar falso para disuadir a quienes superan el límite de velocidad. Ahora el vecindario, según informa Deia, está dividido entre quienes se muestra a favor de la medida y quienes la consideran peligrosa. Desde el Consistorio no están seguros de poder obligarle a retirarlo, reconocen a Noticias de Gipuzkoa.

Algunos vecinos reclaman que se tomen medidas para que los conductores no superen los 30 kilómetros por hora al pasar por la zona. (Foto: Getty Images)
Algunos vecinos reclaman que se tomen medidas para que los conductores no superen los 30 kilómetros por hora al pasar por la zona. (Foto: Getty Images)

El problema con la velocidad en la zona es que algunos conductores no respetan que se trata de un barrio residencial y lo cruzan a más de 30 km/h con el consiguiente riesgo para la seguridad de los transeúntes. Además, el tráfico no ha hecho más que crecer ya que, apuntan los vecinos, muchos recurren a esa vía para evitar la retenciones. Hace algunos años, cuando comenzó a habitarse este barrio en el que ahora viven alrededor de 600 personas, había unos badenes de goma en los pasos de cebra. Sin embargo, con el paso del tiempo, se fueron estropeando y retirando sin que se sustituyesen.

Al final, un vecino, ayudado al parecer por otros, colocó este radar falso que otro vecino ha denunciado. En un principio no se supo que no era ‘oficial’. Es más, según relata Deia, hubo quienes enviaron una carta de agradecimiento al Consistorio por haberlo colocado. Descubierta la trampa, llegó el debate. Para algunos está bien colocado. Para otros, supone un problema de seguridad porque al verlo puede provocar frenazos para reducir drásticamente la velocidad.

Quien ha colocado la caja ha asegurado a los citados medios locales que se ha llevado “varios sustos” porque “la gente va muy rápido” y que cuando la Policía le pidió que lo quitase se negó porque es una propiedad privada. Un punto de vista que comparte el alcalde, Eneko Goia, quien reconocía a Noticias de Gipuzkoa que tiene “dudas” sobre si pueden obligarle a retirarlo o no precisamente por eso mismo.

El edil también ha querido trasladar a los vecinos que lamenta el “comportamiento incívico” de algunos conductores y que “tenemos conocimiento del problema”. Les pide paciencia porque, explica, “hay otras demandas y esta está contemplada conjuntamente con otras” y todo lleva su proceso.

De lo que se felicitan quienes están a favor de la colocación de un radar es de haber conseguido notoriedad y que se conozca su problema más allá de su zona. “Ha colmado nuestras expectativas”, ha reconocido un portavoz a Noticias de Gipuzkoa.

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