Utilizan la tecnología para desvelar cómo es la cara más típica de seis capitales mundiales

Imagina esto: si tomáramos los rostros de todas las mujeres de tu ciudad y los metiéramos en un “mezclador” mágico, el rostro resultante se podría considerar “la cara” de tu ciudad. Esto es exactamente lo que ha hecho Benetton para promocionar su última colección.

Siendo más precisos, no es que hayan obrado magia: en realidad han utilizado un software de reconocimiento facial que es capaz de realizar una media algorítmica de los rasgos de los rostros introducidos. El experimento se ha llevado a cabo con las caras de seis famosas capitales mundiales. ¿Te imaginas cómo ha sido el resultado?

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Londres, Milán, París, Tokio, Berlín y Nueva York han sido las ciudades elegidas para esta campaña. El procedimiento consiste en calcular la proporción de habitantes de las diferentes etnias en cada ciudad, basándose en estudios demográficos, y escoger representantes reales de cada uno en cantidades proporcionales para alimentar el programa estadístico.

¿Y cómo son los rostros de estas emblemáticas ciudades? Seguramente no te sorprenderá saber que se asemejan bastante entre ellos. Al fin y al cabo, eso es lo que suele pasar con las medias. Sin embargo, cada rostro tiene una serie de rasgos propios que corresponden a las diferentes etnias que conviven en cada ciudad.

Los ojos rasgados de Tokio no son ninguna sorpresa, claro, pero podemos apreciar otros detalles que revelan bellísimas particularidades de cada lugar. Por ejemplo, la cara de Nueva York nos cuenta que más de la mitad de la población de esta urbe es de origen latino o afroamericano. El rostro de Milán, en cambio, muestra las características que aporta la alta concentración de ciudadanos filipinos y egipcios.

Benetton lleva décadas celebrando la diversidad en sus campañas. Según la marca, este experimento ha revelado que el crisol cultural y étnico que constituye su propuesta desde hace 30 años es ya una realidad. Ese mundo, dicen, por fin está aquí, y la diversidad es aún más bella de lo que habíamos imaginado.