En Uruguay ya funciona la nueva ley de propinas: ¿cuáles son los cambios para clientes, empleados y empresarios?
MONTEVIDEO.- Desde el lunes pasado está en vigencia la nueva ley de propinas en Uruguay, que cambia las reglas de juego para clientes, empresarios y trabajadores de aquellos rubros en los que pago adicional juega un rol importante, como podría ser el gastronómico o el de las entregas a domicilio mediante aplicaciones.
La ley 20.243, aprobada en diciembre pasado, establece las reglas para la aplicación del cobro de propinas por medios electrónicos de pago. Entre los cambios fundamentales está que, desde ahora, los empresarios están obligados a permitir que sus empleados cobren las propinas mediante medios electrónicos, y no solamente en efectivo.
El primer artículo de la ley indica que “todo trabajador que habitualmente perciba propina, o que desempeñe tareas en las que es de estilo o costumbre recibir propina, tiene derecho a que la misma sea pasible de abonarse a través de los medios de pago definidos en el artículo 1° de la Ley N° 19.210, de 29 de abril de 2014″, es decir, la Ley de Inclusión Financiera.
Además añade que “el empleador tiene la obligación de aplicar la tecnología disponible para que los clientes puedan incluir las propinas en la transacción por el mismo medio de pago por el que se efectúe el pago del servicio o producto al cual accede la propina”.
La ley aclara en su segundo artículo que bajo ninguna circunstancia el empleador podrá “disponer de los montos”, ya que “esta es una facultad exclusiva de los trabajadores”.
Una eventual regulación de esta normativa por parte del Poder Ejecutivo podría establecer diversos criterios para el cumplimiento de la norma, pero como la ley ya entró en vigencia, ya se pueden hacer denuncias ante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en casos de incumplimiento.
Uno de los redactores de la norma, el diputado del Partido Colorado Sebastián Sanguinetti, dijo a El País que esta ley viene a subsanar “un daño colateral de la Ley de Inclusión Financiera”, que provocó un aumento de la utilización de las tarjetas de débito y crédito y disminuyó la circulación del dinero en efectivo, y por tanto “afectó a estos trabajadores” que dependen de las propinas para incrementar sus ingresos.
“Tenemos que estar atentos a los avances tecnológicos. Si bien la Ley de Inclusión Financiera sirvió, nunca estos avances deben perjudicar al trabajador y sus ingresos”, dijo y agregó que, hasta el momento, “muchos trabajadores se veían limitados porque no podían recibir sus propinas por medios electrónicos”, situación que ahora debería corregirse, a partir de la obligación hacia los empresarios.
El País/GDA