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Urgencia en Bomberos de Tijuana: salvan vidas con presupuesto y equipo limitado

Abandonadas por más de un año, decenas de bomberas y pipas que presentan fallas ocupan espacio en talleres mecánicos de Tijuana y siguen sin ser reparadas, aunque el personal de bomberos las necesitan para apagar incendios y salvar vidas.

Algunas están en un taller particular ubicado en la colonia El Realito, al este de Tijuana, y otras en uno de la Dirección de Bomberos ubicado en la central principal.

El encargado de despacho de la Dirección de Bomberos, Óscar Páez Ruíz, no sabe cuántas son en total, pero informó que solo se logró la reparación de una unidad con el presupuesto asignado en 2020.

Ese año se etiquetaron 3 millones de pesos para la reparación y mantenimiento de unidades con más de 30 años de antigüedad que requieren de reparaciones mayores, reemplazo de motor o transmisión, entre otros servicios cuyos costos fluctúan en un millón de pesos cada uno.

El resto de los 320 millones 812 mil 923 millones de pesos que recibió la Dirección Municipal de Bomberos se utilizó en gasto administrativo y operativo, según su presupuesto de egresos.

Para 2021, el alcalde de Tijuana Arturo González Cruz se comprometió a destinar “más de 60 millones de pesos para garantizar insumos y material de trabajo”, aunque una regidora lo considera insuficiente y bomberos opinan que también se necesita de la voluntad de Oficialía Mayor para aprovechar el recurso.

Tijuana es un municipio con 1.7 millones de habitantes distribuidos en mil 250 colonias, de acuerdo al último registro reportado por el alcalde Arturo González Cruz.

De acuerdo a los datos estadísticos de la Dirección de Bomberos de Tijuana, en 2020 atendieron un total de 17 mil 736 incidentes.

De esa cantidad, 398 servicios fueron para sofocar incendios forestales que requirieron la atención de todo el equipo de bomberos.

El resto de la atención en ese año fue para apagar más de 5 mil eventos de quema de pastizales y basureros, además de mil 527 viviendas, 911 fugas de gas y 3 mil 838 emergencias médicas.

Para atender contra incendios al municipio más poblado de Baja California, la Dirección de Bomberos cuenta con 17 estaciones y una central, lo que indica que cada unidad atiende a un promedio de 70 colonias.

Pero salvo la estación central, ninguna de las 17 estaciones cuenta con equipo de reserva que reemplace al que se descompone y solo doce tienen pipa de agua.

Personal de bomberos, que tiene la responsabilidad de extinguir incendios, asistir en situaciones de accidentes y realizar rescates, observan carencias para realizar su trabajo.

“Se le ha planteado a los jefes y a Oficialía Mayor y la respuesta es que no hay recursos”, expuso un bombero que solicitó anonimato por temor a represalias.

Comentó que el problema de Bomberos es logístico y de infraestructura, “tenemos 17 máquinas sin ninguna reserva”.

Como ejemplo, mencionó la Estación de Bomberos de la delegación Sánchez Taboada, la cual carece de cisterna tanque, por lo que tiene que recurrir al préstamo de equipo de otras estaciones, como la de El Florido o El Águila, lo cual incrementa el tiempo de respuesta de 10 minutos hasta por media hora o más.

Esos minutos perdidos podrían salvar vidas y el patrimonio de algunas personas.

Una misma pipa se utiliza en dos o tres estaciones, corroboró Óscar Páez Ruíz, encargado de despacho de la Dirección de Bomberos.

Páez Ruíz asumió el cargo el 10 de diciembre pasado y comentó que desde entonces realiza un inventario para identificar el equipo del que disponen y las condiciones en que se encuentra, pues los dos últimos encargados de despacho no entregaron inventario al respecto.

“De 24 [máquinas] reportadas como descompuestas solo tres se han reparado”, dijo Páez Ruiz. Una con el presupuesto que se asignó en 2020 y dos más con el recurso extraordinario de 60 millones de pesos que se aprobó en diciembre pasado.

Además de esas unidades reparadas, dijo que recibió refacciones para rehabilitar la misma cantidad de pipas.

Óscar Paez dijo haber visitado al menos tres talleres particulares en donde se encuentran las unidades de bomberos descompuestas, entre ellas el Taller González en la colonia El Realito, donde tienen decenas de bomberas estacionadas y pipas abandonadas.

“Hay piezas que no se encuentran en una refaccionaria convencional como las que hay en la ciudad; son piezas especializadas que muchas de ellas se tienen que pedir a Estados Unidos y no están cruzando la frontera”, dijo Páez Ruiz para explicar por qué siguen sin repararse las unidades.

Sin embargo, capitanes de la Dirección de Bomberos de Tijuana consideran que la demora en la reparación de las unidades no tendría que ser de meses, mucho menos de años, acaso solo de semanas.

Si el problema es de presupuesto, la regidora Mónica Vega Aguirre considera que el 2021 no luce mejor para los bomberos de Tijuana.

De acuerdo al presupuesto de egresos aprobado para el ejercicio 2021, el Cabildo de Tijuana autorizó 350 millones 579 mil pesos para la Dirección de Bomberos, lo cual significó solo un incremento de 30 millones de pesos respecto al presupuesto de 2020.

En una sesión de Cabildo en diciembre pasado, Mónica Vega señaló que con ese monto se mantendrá a los bomberos de Tijuana con las mismas carencias.

Con ese mismo presupuesto el Ayuntamiento de Tijuana deberá de proveer de equipo estructural 439 bomberos en activo.

El equipo consiste en casco, chaquetón, botas y escafandra, protección del que deben ser dotados cada tres años.

“La última entrega —en 2018, durante el gobierno de Juan Manuel Gastélum— no nos dieron casco y las botas que nos entregaron eran de una marca china que no nos sirvieron, esperamos que en esta ocasión no suceda lo mismo”, recordó un capitán de bomberos.

Además, el presupuesto de 2021 será liberado a la Dirección de Bomberos hasta abril, una vez que la federación envíe al municipio las partidas federales, informó Óscar Páez Ruíz, encargado de despacho de la Dirección de Bomberos.

Por lo que, para la reparación de las unidades descompuestas, se echa mano de la partida extraordinaria.

El munícipe expuso que los bomberos le hicieron peticiones de “equipo estructural para 400 elementos, 10 pipas, cuatro bomberas, 10 unidades pick up 4×4, entre otros requerimientos, equivalente a una inversión de 60 millones de pesos que se destinarán durante el 2021”.

Del apoyo en equipo para atender la contingencia de coronavirus, los bomberos en activo expusieron que solamente les proveen de cloro para desinfectar las unidades, por lo que deben de comprar por cuenta propia su propio equipo de protección como mascarillas, gel antibacterial y hasta trajes tipo tyvek.

Además no todos los bomberos trabajan en las mismas condiciones.

A diferencia de los empleados de base, que mediante logro sindical todos los años tiene un aumento salarial, los de confianza deben esperar a que por acuerdo de Cabildo se eleve su salario.

De la plantilla de bomberos de Tijuana, 234 son sindicalizados y 205 de confianza.

En diciembre de 2019, después de 15 años sin aumento en el salario, los bomberos de confianza de Tijuana lograron que la administración de Arturo González Cruz les incrementara el sueldo en un 35%, lo que en promedio permitió a cada elemento recibir entre mil y 2 mil pesos catorcenales más.

En contraparte, el gobierno municipal disminuyó 400 pesos mensuales del bono de riesgo a los bomberos de confianza, beneficio que a pesar de ser un logro sindical se entrega por igual a todos los elementos en activo.

A la falta de maquinaria y equipo de protección, los rescatistas de Tijuana suman el tener que lidiar con otros contratiempos: mal estado de los hidrantes y los cortes programados de agua.

En Tijuana se encuentran instalados poco más de 2 mil 700 hidrantes, de los cuales el 80% se encuentran vandalizados, informaron autoridades de Bomberos.

Los traga humo han tenido que recorrer hasta 20 colonias para localizar un hidrante en buen estado y abastecerse de agua, según Óscar Páez Ruiz, encargado de despacho de la Dirección de Bomberos.

“Al menos el 80% de los que se ubican en las zonas pobladas en donde ocurren los incendios son los que están en mal estado”, subrayó Páez.

Aunque se busca reemplazarlos por hidrantes de plástico, la mayoría son fabricados en su interior de bronce, material que evita la corrosión del agua, pero propicia su saqueo al ser un material que puede ser de fácil comercialización.

Un líquido chocolatoso emana de estos suministros de agua carentes de mantenimiento, lo cual propicia serios contratiempos a la hora de un incendio.

“Al absorber el agua sucia la bombera se descompone”, explicaron los bomberos.

El tandeo de agua impuesto por el gobierno del estado a Tijuana y Playas de Rosarito el año pasado también afectó los tiempos de respuesta en la atención contra incendios.

“El tandeo afecta el tiempo de respuesta a las llamadas de auxilio por incendio que recibimos hasta por 15 minutos”, indicaron capitanes de Bomberos, aunque el gobierno del estado negó que los cortes de agua programados hayan afectado el tiempo de respuesta de los rescatistas.

Esta observación la corroboró el encargado de despacho de la dirección de Bomberos.

Y además de falta de equipo, algunas estaciones de bomberos carecen de infraestructura adecuada para operar.

Tal es el caso de la estación número 1 de Bomberos, la cual fue retirada de la calle Ocho en 2011; desde entonces opera en un predio rentado, el cual no reúne las condiciones óptimas para operar.

Por ello, el encargado de despacho de la Dirección de Bomberos de Tijuana, Óscar Páez Ruiz, indicó que gestiona ante las autoridades municipales recuperar el espacio de la calle Ocho.

“Actualmente se revisa el estado legal del terreno, para buscar la forma de reasignarlo a Bomberos”, dijo en referencia al predio ubicado a un costado del parque que se asentó en donde anteriormente operaba la Comandancia de policía municipal.

En 2011, el gobierno del priista Carlos Bustamante Anchondo decidió desaparecer la estación de Bomberos número 1, la cual da servicio a la Zona Centro de Tijuana.

A la fecha, con más de 50 mil habitantes en su jurisdicción, esta estación opera en una casa móvil saqueada en varias ocasiones por ladrones.

Está asentada en un predio de 1 mil 200 metros cuadrados por el que se paga una renta de 20 mil pesos mensuales, el cual se ubica en la calle Quinta, entre Mutualismo y 5 de mayo, Zona Centro.

El terreno se encuentra en disputa legal por sus dos propietarios, por lo que a mediados de septiembre de 2020 tuvo que ser desalojado durante una semana para ser dividido en dos.

Lejos de buscar un predio adecuado, el gobierno municipal permitió que el personal de la estación número 1 opere en un terreno de solo 600 metros cuadrados.

El reducido espacio limita las maniobras de entrada y salida, con todo y que se adecuó una rampa para ello, lo que afecta los tiempos de respuesta, expusieron bomberos.