Urbanizadores que pelean por Poinciana enfrentan un imprevisto: ¿Qué quiere la comunidad?

William “DC” Clark se puso de pie en un asamblea reciente en Liberty City para decir que los 24 acres de terreno baldío conocido como Poinciana Park necesita ser un creador de empleos para el barrio en su mayoría negro si el condado finalmente termina construyendo algo allí.

“Uno ve a gente que no se parece a nosotros en empleos en proyectos que fueron creados para nosotros”, dijo Clark, un paramédico jubilado que recientemente terminó tercero en la contienda para la Comisión de Miami-Dade para representar a la zona de Poinciana. “Tenemos que asegurar que una gran parte de nuestra gente consiga los empleos que se merece”.

Con la alcaldesa Daniella Levine Cava como anfitriona, la reunión del 6 de febrero en las canchas de baloncesto del Gwen Cherry Park sirvió de pistoletazo de salida al esfuerzo más reciente por revivir uno de los proyectos fallidos más antiguos de Miami-Dade.

Tras los disturbios que siguieron a la absolución en 1980 de unos policías blancos del condado por la muerte a golpes de el agente de seguros negro, Arthur McDuffie, los negocios del lugar ardieron y la economía local nunca se recuperó.

El condado compró las parcelas con fondos federales de reurbanización y puso en marcha múltiples iniciativas con urbanizadores y consultores privados para atraer empresas y empleos a los terrenos baldíos que ahora se denominan Poinciana Industrial Park.

“Poinciana es terreno sagrado”, dijo Jason Smith, jefe de la oficina de equidad que Levine Cava puso en marcha tras su elección en 2020. “Es el sitio de muchas promesas incumplidas. Algunas por parte de su gobierno del condado”.

La administración de Levine Cava ha estado en conversaciones con dos grupos de urbanizadores para un acuerdo para tomar el control del terreno y construir una mezcla de viviendas y operaciones comerciales allí.

El sitio es un mosaico de 16 parcelas propiedad del condado en una zona de cinco manzanas al sur de NW 79 Street, entre las avenidas NW 27 y 23.

En la reunión, la recién elegida comisionada cuyo distrito incluye el solar de Poinciana, Marleine Bastien, dijo que quiere que el proceso se tome el tiempo necesario para determinar lo que quieren los vecinos.

“Lo que construyamos tiene que representar su visión y sus expectativas”, dijo. “Esto va a ser un diálogo”.

Los dos equipos que compiten por el terreno están adoptando medidas para sacar ventaja y conseguir el apoyo necesario para cerrar el acuerdo con Levine Cava y los 13 miembros de la Comisión del Condado.

El equipo del urbanizador Michael Swerdlow se ha reunido con el principal asesor político de Levine Cava, Christian Ulvert, para contratarlo y que se sume al esfuerzo, según confirmó Ulvert esta semana.

Ulvert, propietario de Edge Communications, una empresa de comunicación y política de Miami, fue el director de la campaña de Levine Cava en 2020 y está dirigiendo su próxima campaña electoral para 2024.

Ulvert, que asistió a la asamblea sobre Poinciana, dijo que se le propuso manejar las comunicaciones para Swerdlow y que no tendría un papel de cabildeo. Pero dijo que trabajar para Swerdlow es solo una posibilidad en este momento.

“No lo he decidido”, dijo Ulvert esta semana.

Swerdlow también está en conversaciones con una fundación dirigida por un administrador del condado que dirige la dependencia de Miami-Dade dedicada a mejorar la prosperidad de los negros.

William “Bill” Diggs, director del Miami-Dade Economic Advocacy Trust, confirmó que se ha reunido con Swerdlow para que la Foundation for Youth and Economic Development se una al proyecto para actuar como urbanizadora de viviendas sin ánimo de lucro en un proyecto que prevé unos 1,000 apartamentos de viviendas asequibles. No se ha tomado ninguna decisión sobre la unión de la fundación al esfuerzo de Swerdlow, dijo Diggs.

“Hemos echado un vistazo a su propuesta y nos gusta”, dijo Diggs. Calificó a la fundación de ser el brazo caritativo de la dependencia que dirige, conocida comúnmente como MDEAT, y que la organización sin ánimo de lucro está buscando fuentes de ingresos. “Queremos buscar siempre asociaciones que tengan sentido”.

El rival de Swerdlow por los terrenos de Poinciana, una organización sin ánimo de lucro vinculada al gobierno del condado, también ha redoblado su propuesta.

La Iniciativa del Corredor de la 79 Street, una organización sin ánimo de lucro que lleva años tratando de lograr un proyecto de reurbanización de Poinciana, tiene como socio al magnate inmobiliario miamense Moishe Mana. Este construiría una nueva instalación para una empresa de almacenamiento de documentos de su propiedad, además de urbanizar otras parcelas con una participación del 49% en la empresa.

Hasta diciembre, el grupo 79 Street tenía un contrato para prestar servicios de desarrollo económico a la 79 Street Community Redevelopment Agency, financiada por el condado y encargada de revitalizar la zona que incluye el sitio de Poinciana.

El brazo inmobiliario de la Urban League of Greater Miami sería el urbanizador de las viviendas en el equipo, y una propuesta actualizada del 21 de enero muestra que el grupo 79 Street aumentaría su componente residencial para incluir 30 casas adosadas para la venta a fin de “proporcionar una oportunidad a las familias de la comunidad para convertirse en propietarios de viviendas”.

La propuesta también añade una “incubadora de manufactura” a una instalación de carga que iría en el lugar, que planea comercializar como el Northside Business and Commerce Center.

Ambas propuestas crearían una mezcla de nuevos empleos industriales, de producción y de oficinas en Liberty City, además de apartamentos destinados a habitantes de clase media o bajos ingresos. Ambas propuestas incluyen instalaciones de uso comunitario, capacitación para el empleo y requisitos de salarios dignos y contratación local.

En la asamblea, Kyle Byron dijo que quería que el nuevo centro comercial fuera también un lugar con oportunidades de capacitación laboral para ayudar a los habitantes con poca educación a competir con las personas más acomodadas que se muden a la zona.

“Vengo de un largo linaje familiar que ha vivido en Liberty City”, dijo. “Si podemos capacitar a personas con estudios de octavo grado, y de décimo grado, y a personas que abandonaron la universidad... Creo que prosperaríamos”.

Jacqui Colyer, directora ejecutiva interina del museo Historic Hampton House, advirtió del peligro de dar por sentado que lo que prometen los urbanizadores es lo que se va a cumplir.

“Todos hablan de beneficios para la comunidad”, dijo, “pero no hay supervisión. Si un urbanizador decide que no quiere hacer algo, no lo hace. Y nadie les pide cuentas”.

Al comienzo de la reunión, Levine Cava dijo a los asistentes que compartía su frustración por el hecho de que el condado haya dejado vacante el sitio de Poinciana.

“Han pasado casi 43 años desde que se hicieron las primeras promesas a esta comunidad sobre la reconstrucción tras el levantamiento de 1980”, dijo. “Sé que las administraciones anteriores no han cumplido su parte del trato”.