Una mujer pide a las tecnológicas que cambien sus algoritmos tras la muerte de su bebé

Gillian Brockell es editora de video de The Washington Post. Compartió en redes sociales la noticia su embarazo y, como tantas otras mujeres en su estado, buscó información sobre el mismo y sobre temas relacionados con la crianza del bebé y productos de puericultura. Pero algo fue mal y el bebé no llegó a nacer vivo. Ahora, pasadas unas semanas de la noticia terrible ha escrito una carta a las tecnológicas para que cambien su algoritmo después de pasar por el trauma de tener que ver cómo le bombardeaban con publicidad y publicaciones sugeridas relacionadas con bebés.

La carta de Brockell ha causado impacto en redes sociales por lo fácil que resulta ponerse en su lugar y llegar a entender el dolor que puede suponer perder a un hijo y ver cada día cómo Internet da por hecho que todo fue bien. En apenas 24 horas ha superado los 60.000 favoritos y su texto, compartido en Twitter, ha sido retuiteado más de 25.000 veces. Además, los comentarios de apoyo y solidaridad superan los 2.500.

Un ola de comprensión para una mujer de luto que comienza su carta abierta a Facebook, Twitter, Instagram y Experian entonando un mea culpa. “Queridas tecnológicas, sé que sabíais que estaba embarazada. Es culpa mía. Simplemente no pude resistirme a hashtags de Instagram como #30weekspregnant, #babybump. ¡Qué estúpida! Además pinche una o dos veces en alguna publicidad de ropa de premamá que me sugirió Facebook”, comienza.

Dicho esto, pasa a exponer su queja abierta. Esta editora de vídeo recrimina a las tecnológicas, a sus algoritmos, que igual que han sabido a través de sus publicaciones en redes sociales o su actividad en la Red que estaba esperando un bebé, también deberían haber detectado que el embarazo se vio truncado y que su hijo nació muerto.

Dejó tantas pistas digitales como estando embarazada. El 30 de noviembre publicó un tuit explicando que había perdido a su bebé y el dolor que sentían ella y su pareja. Además, dice, hubo más señales de que no había habido final feliz en su caso, como ocurre con otras 26.000 mujeres cada año en Estados Unidos.

“Si sois lo suficientemente inteligentes para daros cuenta de que estoy embarazada, seguramente sois también bastante inteligentes para darlos cuenta de que mi hijo ha muerto. Igual que me habéis visto buscar ropa y objetos para mi hijo, ¿no me habéis visto buscar en Google contracciones de Braxton Hicks y el niño no se mueve?”, les echa en cara. Añade, además, que siendo una persona tan activa en redes, también deberían haberse percatado de su silencio y del uso de palabras como “corazón roto”, “problema” o “no nato”.

Por eso Brockell le pide a las tecnológicas que hagan algo para mejorar su algoritmo y evitar que más personas tengan que pasar por el mismo dolor. Porque, como explica, el algoritmo “decide que has dado a luz, asume un resultado feliz y te bombardea con anuncios de los mejores sostenes de lactancia, trucos para que el bebé duerma toda la noche y los mejores cochecitos para crecer con tu bebé”.

Señala también la crueldad que supone que cuando acudes a la opción de que no quieres volver a ver ese anuncio te pregunten la razón y den respuestas como que “no es relevante para mí”. Por todo eso pide a las compañías tecnológicas que hagan algo, que mejoren su algoritmo, que sea más eficaz a la hora de rastrear el comportamiento de los usuarios en la Red y de sugerirles contenidos.

La carta de Brockell ha llegado hasta Rob Goldman, vicepresidente de anuncios una de las compañías mencionadas, Facebook, que le respondió. “Lamento mucho su pérdida y su dolorosa experiencia con nuestros productos. Tenemos una configuración disponible que puede bloquear anuncios sobre algunos temas que a las personas les pueden resultar dolorosos, incluida la crianza de los hijos. Aún necesita mejoras, pero sepa que estamos trabajando en ello y agradecemos sus comentarios”, ha dicho.

Gillian Brockell ha escrito una carta abierta a las tecnológicas pidiéndoles que cambien su algoritmo tras tener que enfrentarse a un bombardeo de publicidad relacionada con la crianza del bebé después de perder al suyo. (Foto: Captura de Twitter/@gbrockell)
Gillian Brockell ha escrito una carta abierta a las tecnológicas pidiéndoles que cambien su algoritmo tras tener que enfrentarse a un bombardeo de publicidad relacionada con la crianza del bebé después de perder al suyo. (Foto: Captura de Twitter/@gbrockell)