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Madre neozelandesa defiende sus cacerías de animales salvajes pese a recibir amenazas de muerte

Madre neozelandesa defiende sus cacerías de animales salvajes pese a recibir amenazas de muerte

Por Javier Roque Martínez-. El Instagram de la neozelandesa Lucy Rose Jaine se ha convertido en centro de polémica al volver a poner sobre la mesa la discusión sobre la caza de animales salvajes.

La historia de Rose Jaine, que tiene 29 años, es madre y pintora de profesión, comienza con su oposición a las granjas de cría intensiva de ganado, donde miles de animales viven confinados desde su nacimiento hasta el momento en que son sacrificados para el consumo humano. Durante años, esta práctica ha sido fuente de críticas desde diversos sectores sociales, que la acusan de insostenible para el medio ambiente y poco ética para con los animales.

Sin embargo, Rose Jaine dice no tomarse en serio ninguna de las ofensas que recibe. Defiende su causa argumentando que de esta manera su familia se alimenta con carne verdaderamente orgánica y sostenible, además de que ayuda a los granjeros locales, quienes constantemente la llaman para que se ocupe del “problema de los cerdos (salvajes)”. También dice ahorrarse unos 300 dólares neozelandeses al mes (aproximadamente 192 dólares estadounidenses) en compra de comida.

He tenido unas cuantas amenazas de muerte de personas que sencillamente no tienen ninguna experiencia con la caza. O quizás están en contra del maltrato animal. Pero no lo tomo en serio. Nos aseguramos de respetar al animal en el proceso”, dijo a The New York Post.

Alertamos que las imágenes pueden herir su sensibilidad.

Es por eso que la neozelandesa prefiere conseguir ella misma su comida.

“Odio la cría intensiva, por lo que cazar animales salvajes es ideal” –le dijo recientemente a Media Drum. “Es gratis, es divertido y ayuda a los agricultores”.

Rose Jaine, que vive en Wanaka, en el sur de Nueva Zelanda, comenzó a ir de cacería cuando conoció a su actual pareja, Sharn. Ahora lo hacen entre cinco y ocho veces al mes, en las que sacrifican hasta 10 animales, siendo el más grande un jabalí de 250 libras.

Para ellos se trata de un hobby familiar. No es sólo que vayan acompañados por sus tres hijos pequeños, quienes “aman la aventura”; es que no dejaron de hacerlo ni siquiera cuando ella tenía nueve meses de embarazo.

“Esos días generalmente comienzan preparando el camión y dirigiéndonos a las montañas o al monte. Si se trata de una cacería de cerdos, llevamos a los perros y cuando llegamos al lugar los soltamos y seguimos. Cuando encuentran alguno empiezan a ladrar para hacernos saber y usamos el GPS para llegar hasta donde están. Entonces le pegamos o disparamos al cerdo, lo destripamos y nos lo llevamos”.

Su cuenta de Instagram, @hunting_lucyjaine, cuenta con más de 17,500 seguidores y contiene decenas de fotos en las que puede vérsela posando con sus presas ya muertas, fundamentalmente cerdos salvajes, ciervos, jabalíes, pavos, conejos y ualabíes.

El perfil también incluye videos de Rose destripando y limpiando la carne de los animales ya en casa, antes de cortarla y guardarla en la nevera.

Aunque muchos usuarios muestran su apoyo y admiración por lo que hace, especialmente mujeres que también disfrutan ir de caza, otros critican enérgicamente su modo de vida, y han llegado incluso a amenazarla de muerte.

“Por favor, muestra un poco de respeto por estos animales”, escribe una internauta. “Toda forma de vida merece respeto y el que poses como una narcisista junto a ellos habla muy mal de ti. Debería darte vergüenza”.

“Espero que algún día los animales te hagan lo que tú a ellos”, puede leerse en otro comentario.

No es la primera vez que los cazadores de animales se encuentran en el centro del debate. Este mismo año, la cazadora estadounidense Franchesca Esplin fue llamada “bruja enferma” y “psicópata” luego de publicar fotos de un león de montaña cazado por ella. Algo parecido ocurrió en 2018 con otra estadounidense, Tess Thompson Talley, que apareció posando con el cadáver de una jirafa negra en Sudáfrica. En esa ocasión, Thompson fue tildada de “americana blanca salvaje”.

"Me gusta que podamos enseñar a nuestros hijos a cazar su propia comida", dice sobre sus hijos, que tienen entre cinco meses y 7 años de edad. "A los niños les encanta la aventura".