Una explosión en un centro electoral de capital afgana deja al menos 12 muertos

En la imagen, hombres afganos inspeccionan el lugar de un atentado suicida con bomba en Kabul, Afganistán, el 22 de abril de 2018. REUTERS/Omar Sobhani

Por Qadir Sediqi y Sayed Hassib

KABUL (Reuters) - Un atacante suicida se inmoló frente a un centro de registro de votantes en la capital afgana de Kabul el domingo, dejando al menos 12 víctimas mortales e hiriendo al menos a 54 personas que esperaban para recibir sus documentos de identidad, dijeron las autoridades.

El atentado fue reivindicado por Estado Islámico, señaló AMAQ, la agencia de noticias del grupo extremista sin dar más detalles ni aportar pruebas.

El portavoz del Ministerio del Interior, Najib Danesh, dijo que un atacante suicida se acercó a pie al centro donde los funcionarios habían estado emitiendo documentos de identidad en el marco de un proceso de registro de votantes de cara a las elecciones programadas para octubre.

Este es un proyecto de importancia clave para la credibilidad del gobierno respaldado por Occidente del presidente Ashraf Ghani.

Un portavoz del Ministerio de Salud Pública dijo que al menos hay 12 muertes confirmadas y 57 heridos. La explosión destruyó coches y rompió las ventanas de edificios cercanos, dejando escombros esparcidos por toda la calle.

"Había mujeres, niños. Todos habían venido a buscar sus documentos de identidad", dijo Bashir Ahmad, que estaba cerca cuando ocurrió el ataque, acontecido tras de semanas de relativa calma en la capital afgana.

La explosión tuvo lugar en Dasht-e Barchi, una zona del oeste de Kabul habitada por muchos miembros de la minoría Hazara, principalmente chií, que ha sido repetidamente golpeada por ataques reivindicados por el Estado Islámico.

Los centros de registro de votantes se han establecido en todo Afganistán antes de unas demoradas elecciones parlamentarias y de consejos de distrito que se celebrarán en octubre y preocupaba seriamente que fuesen atacados por extremistas.

El presidente Ghani ha estado bajo una fuerte presión de sus socios internacionales para garantizar que las elecciones se celebren este año antes de las elecciones presidenciales previstas para 2019, aunque ha reinado el escepticismo sobre su celebración.

A menos que el proceso de registrar a millones de votantes, muchos de los cuales no tienen documentos nacionales de identidad, pueda completarse antes de que comience el invierno, los comicios seguramente tendrán que posponerse al año que viene.