Un tribunal de EEUU acelera la reunión de padres y niños migrantes

En la imagen de archivo, miembros una iglesia en la frontera de Estados Unidos y México, en Ciudad Juárez, México. REUTERS/Jose Luis Gonzalez

Por Kristina Cooke y Reade Levinson

(Reuters) - Cuando Yolany Padilla fue liberada la semana pasada de la custodia de inmigración en Seattle asumió que se reuniría rápidamente con su hijo de 6 años, de quien había sido separado dos meses antes en la frontera entre Estados Unidos y México.

Pero los trabajadores sociales de Cayuga Centers en Nueva York, donde el niño había sido destinado, le dijeron a su abogado que el proceso de investigación del gobierno para la reunificación llevaría tiempo.

Solo la recolección y el análisis de huellas dactilares podría tardar 60 días, además se realizarían verificaciones de antecedentes de todos los adultos con quienes ella y su hijo se quedarían. Probablemente, pasarían semanas antes de que le devolvieran a su hijo.

"No quería creer que eso pudiera ser cierto", dijo Padilla, que viene de Honduras y busca asilo en Estados Unidos. "Solo pensar que podrían ser 60 días me dolía".

La estimación cambió abruptamente el jueves por la noche después de que un juez federal ordenara que el gobierno simplificara algunos procedimientos para reunir a padres e hijos.

La abogada de Padilla, Leta Sánchez, recibió una llamada del fiscal general de Cayuga Centers que le dijo que el caso había sido remitido para un proceso acelerado.

El sábado, Padilla y su hijo, Jelsin, se reunieron en el aeropuerto de Seattle, adonde fue trasladado desde Nueva York.

"Fue como si mi corazón fuera a salir de mi cuerpo", dijo Padilla en el aeropuerto después del reencuentro.

Varios abogados de inmigración a los que Reuters contactó dijeron que habían visto reuniones aceleradas parecidas después de la orden del 10 de julio del juez de distrito Dana Sabraw, en un caso presentado contra el gobierno por la Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos.

El juez había ordenado previamente al gobierno que se reunificara para el 26 de julio hasta 2.500 niños inmigrantes que habían sido separados de sus padres en la frontera entre Estados Unidos y México en los últimos meses.

Las separaciones fueron parte de los esfuerzos del presidente Donald Trump para acabar con la inmigración ilegal, pero algunas de las familias separadas también son solicitantes de asilo. La política se abandonó en junio tras una ola de protestas.

El 10 de julio, después de examinar cómo había ido una serie inicial de reunificaciones de niños pequeños, Sabraw concluyó que las políticas de investigación del gobierno podrían simplificarse para acelerar el proceso.

Las reunificaciones no deben demorarse por "largas verificaciones de antecedentes", escribió el juez, quien señaló que los controles no se habrían realizado si no se hubiese separado a los padres de los hijos.

(Información adicional de Tea Kvetenadze; Editado en español por Javier López de Lérida)