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Un programa mejora la vacunación antigripal en los trabajadores de la salud

Por Lisa Rapaport NUEVA YORK (Reuters Health) - Un estudio realizado en Estados Unidos demuestra que solicitarles a los trabajadores de la salud que completen un formulario para explicar por qué rechazan la vacuna antigripal es una forma efectiva de mejorar la tasa de inmunización. "La evidencia sugiere que los programas de rechazo formal que les exigen a los trabajadores de la salud que expresen el motivo por el que no quieren vacunarse y firmen para asumir los riesgos hacia sí mismos y sus pacientes es una herramienta efectiva para (aumentar) las tasas de vacunación contra la influenza en los trabajadores de la salud", dijo la autora principal, doctora Sherri LaVela. "Y esa mejoría se mantiene en el tiempo", agregó LaVela, del Departamento de Asuntos del Veterano (VA, por su sigla en inglés) en Illinois. Su equipo diseñó un proyecto piloto para implementar un programa con formularios de rechazo en dos hospitales de VA para pacientes con lesiones de la médula espinal, una población con alto riesgo de padecer complicaciones respiratorias con la influenza. A todo el personal de salud se le ofreció la vacuna antigripal y si la rechazaban, se les entregaba un formulario para explicar el motivo. El equipo también entrevistó a los trabajadores para comprender qué factores influyen en la implementación de ese programa. Los equipos de implementación, con representantes de las autoridades, enfermeros, médicos y especialistas en prevención de infecciones, les explicaron a los investigadores que las reuniones de orientación serían clave para el éxito de cualquier programa. Los trabajadores sabrían qué esperar. Con el programa en ejecución, la tasa de inmunización de los trabajadores de la salud aumentó con respecto de la temporada de gripe anterior (77,4 versus 53,5 por ciento). La vacunación en el primer centro creció al 75 por ciento esta temporada desde el 53,9 por ciento hace un año. En el segundo centro, el crecimiento fue del 53,3 al 77,8 por ciento. Los resultados surgieron de 69 trabajadores del sitio uno y de 104 trabajadores del sitio dos. Es posible, para los autores, que los resultados del primer sitio no sean estadísticamente significativos por el tamaño de la muestra. En el primer centro se completó el 100 por ciento de los formularios en menos de dos meses; la implementación total del programa demoró 42,5 horas. En el segundo centro, el programa duró 4,5 meses, en los que se completó el 49 por ciento de los formularios; aquí, el staff dedicó 26,5 horas. En American Journal of Infection Control, el equipo publica que se necesitan más estudios para comprender cómo otras iniciativas de VA y los programas de rechazo servirían para complementar distintas estrategias. Y mientras que los resultados de este estudio piloto sugieren que el programa es viable, se necesitan otras investigaciones más grandes para conocer e identificar los elementos del programa que facilitan su éxito y evaluar la efectividad en una variedad más amplia de entornos. La meta de vacunación antigripal de Gente Saludable 2020 para los trabajadores de la salud es de más del 90 por ciento, según explicó la doctora Hillary Babcock, infectóloga de la Facultad de Medicina de la Washington University, en St. Louis. "Dado que cualquier trabajador de la salud infectado puede poner en riesgo a los pacientes, los ideal es que todo aquel que se pueda vacunar (es decir, que no tenga una contraindicación médica) lo haga", dijo Babcock, que no participó del estudio. Como lo demuestran los autores, "mientras que otras intervenciones pueden aumentar significativamente la vacunación, es difícil que los programas no obligatorios alcancen tasas de vacunación sostenidas por encima del 90 por ciento", agregó. LaVela aclaró que en el Sistema de Salud de VA no se está utilizando la vacunación obligatoria. El doctor Tom Talbot, epidemiólogo hospitalario jefe del Centro Médico de la Vanderbilt University y que no participó del estudio, explicó que lograr altas tasas de vacunación en los trabajadores de la salud es clave con la influenza, para la que todos los años se dispone de la vacuna que brinda distintos niveles de protección contra las cepas en circulación. Talbot señaló que cada vez más hospitales están implementando políticas que, aunque no disponen la obligatoriedad de la vacunación, instan a los profesionales a usar máscaras si rechazan la vacuna. FUENTE: American Journal of Infection Control, 2015