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Un niño de 8 años monta una pastelería para que su madre se pueda comprar una casa

A Jalen Bailey se le da especialmente bien la cocina. Tanto, que este niño estadounidense de 8 años residente en Fresno (California) ha decidido abrir una pastelería pero no para pagarse los videojuegos, sino para contribuir a que su madre se pueda comprar una casa con jardín.

Según explica a ABC News, el pequeño es un experto en muffins, pasteles, tartas y bollería, y vende todos estos productos a través de su página web, con unos precios que oscilan entre los 5 y los 15 dólares. (Entre los 4,50 y los 13,50 euros). “Solo quiero hacer algo que nos haga feliz a mi madre y a mí”, asegura Jalen en declaraciones concedidas al mismo medio.


“Él está encantado”, asegura Sharhonda Mahan, la madre del niño pastelero. “Cuántos más pedidos recibe, más se alegra y más en serio se toma su negocio”.

Jalen aprendió a cocinar cuando tenía 6 años, y desde el primer momento se le dieron bien los dulces, que degustaban sus vecinos y su familia. Viendo que tenían mucho éxito, decidió empezar esta mini aventura empresarial. Y lo hizo con un firme propósito: que ella y su madre pudieran trasladarse a una casa más grande que en la que viven en la actualidad. Este detallazo emociona a su madre: “Siempre le eduqué para que fuera un niño altruista. Me siento muy emocionada y feliz”.

La tienda, que se llama Jalen’s Bakery, se pudo abrir tras recibir los permisos pertinentes de la administración californiana -su madre le ayudó con todo el papeleo-, que exige una serie de medidas de sanidad para todos aquellos que quieran vender comidas preparadas en las cocinas de sus casas.

La especialidad del cocinero son las galletas de mantequilla de cacahuete, que prepara en un horno que le donaron la asociación de pasteleros de su localidad, que conocieron a Jalen en una feria en la que se vendían pasteles para conseguir dinero para los niños más necesitados.

La historia de Jalen se ha hecho tremendamente popular en Estados Unidos, y desde que sale en los medios los pedidos se han multiplicado. Pero como sus manos no dan a basto para cocinar y preparar los envíos, Jalen ha iniciado una campaña de crowdfunding para poder financiarse y conseguir así trabajar mejor y cumplir con todos los pedidos. Así que puede que pronto pueda cumplir su sueño y vivir con su madre en una casa rodeada de césped.