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La terrible revelación de un Navy SEAL de EEUU acusado de crímenes de guerra

Eddie Gallagher, quien fue parte del grupo de élite de la Marina de Estados Unidos conocido como Navy SEAL, ha estado en el centro de escándalos por su participación en cruentos tratos contra combatientes enemigos en Irak.

En 2017, Gallagher enfrentó un proceso penal relacionado con crímenes de guerra luego de que fue acusado de haber matado en Irak a un miliciano del Estado Islámico (ISIS) herido. En ese proceso no fue hallado culpable, pero sí fue sentenciado y degradado después por haber posado en una foto con el cadáver de un enemigo.

Edward Gallagher, miembro de los Navy SEAL, luego de ser hallado no culpable de la muerte de un combatiente enemigo herido en Irak. (Photo by Sandy Huffaker/Getty Images)
Edward Gallagher, miembro de los Navy SEAL, luego de ser hallado no culpable de la muerte de un combatiente enemigo herido en Irak. (Photo by Sandy Huffaker/Getty Images)

Tiempo después, Donald Trump restauró el rango a Gallagher, algo que fue muy criticado por la noción de que el entonces presidente estaba respaldando a un acusado de crímenes de guerra.

En todo caso, Gallagher ha vuelto a los reflectores públicos luego de que, como reportó Business Insider, dijo en el podcast The Line, de Dan Taberski, que él y su equipo de Navy SEALs practicaron varios procedimientos médicos a un combatiente enemigo agonizante, de 17 años, sin tener interés en salvarle la vida.

“Matamos al tipo. Nuestra intención era matarlo. Todos participamos”, dijo Gallagher en ese podcast.

Gallagher añadió que ese miliciano enemigo, un combatiente de ISIS herido, "iba a morir de todos modos. No estábamos tomando prisioneros. Esa era nuestro trabajo… Todos estaban como… hagámosle tratamientos médicos hasta que muera", añadió con crudeza.

Pero otros han indicado que fue Gallagher quien apuñaló letalmente a ese prisionero, o que acabó matándolo luego de someterlo a tratamientos médicos que se le aplicaron como mera experimentación o práctica.

De acuerdo al Business Insider, que cita reportes del Navy Times y otros testimonios, al combatiente agonizante se le colocaron tubos en la traquea y el pecho, además de infusiones intraóseas (dentro de la médula ósea), al parecer con cierta sedación pero también, se añade, mientras se le aplicaba naxolona para hacerlo despertar.

Gallagher mismo dijo que hizo un corte en la traquea del miliciano e introdujo un tubo respiratorio "para practicar qué tan rápido podía hacerlo". Otros procedimientos se le hicieron al agonizante, y Gallagher dijo que todos los de su equipo sabían lo que estaba pasando y que las alegaciones de que él fue el responsable son mentira.

En todo caso, en el contexto del juicio que se le siguió, la defensa de Gallagher señaló que él inicialmente trató de salvarle la vida al herido, pero que cuando fue evidente que eso no iba a ser posible lo usó como sujeto de práctica de procedimientos médicos.

Y aunque se afirma que no es inusual realizar esas prácticas en personas recién fallecidas, no sería ético hacerlo en personas que aún están con vida, así se trate de agonizantes.

Otros simplemente consideran que en el citado podcast Gallagher confesó haber cometido un crimen de guerra.

Con todo, Tim Parlatore, abogado de Gallagher, dijo que su cliente no fue el causante de la muerte del miliciano, sino que eso se debió a las heridas que sufrió durante un ataque aéreo.

Si ese fuese el caso, eso no mitiga la percepción de que Gallagher realizó actos moralmente cuestionables, y por ello impropios y crueles, en una persona aún con vida. Y otras voces, en paralelo, señalan que Gallagher era un sujeto “tóxico” y perverso y que no tenía empacho en matar a quien fuera.

El debate sobre si Gallagher experimentó él solo o con otros de su grupo en el enemigo caído continúa, y aunque uno de los miembros de ese pelotón, Corey Scott, dijo que Gallagher en efecto apuñaló al prisionero pero que fue él quien lo mató al obstruir el tubo respiratorio hasta asfixiarlo, las dudas sobre la veracidad de los diferentes testimonios continúan.

En todo caso, Gallagher es una figura ominosa, asociada con las atrocidades y violaciones de derechos humanos que se han cometido en el contexto de las operaciones militares estadounidenses en Irak, en este caso en el combate a ISIS, y si ha logrado en buena medida eludir sanciones por ello, sea en tribunales o con el apoyo en su momento de Trump, eso no valida ni justifica su brutal comportamiento.