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Un joven de 18 años está desarrollando la primera app de mensajería que funciona con el lenguaje de signos

Mateusz Mach es un polaco de 18 años que, como todos los jóvenes de su edad, estudia en el instituto. Pero a diferencia de muchos, también trabaja. En un proyecto que le está generando pingües beneficios. Tanto económicos como de reconocimiento social.

Este intrépido chaval es el responsable de Five, la primera app de mensajería pensada para ser utilizada por los sordos. El pasado lunes anunció que había conseguido 140.000 euros en una ronda de financiación, una cifra asombrosa para tratarse de Polonia, un país en el que no es fácil llevar a cabo este tipo de operaciones.

Five tiene una historia de lo más atípica. Nació en marzo del año pasado casi como una broma: Mateusz Mach es un gran seguidor del hip hop, y quería crear un programa que enviara de un móvil a otro gestos de rapero. Tras contratar a unos programadores freelance para hacerla realidad, el joven se dio cuenta de su potencial para algo más que mandar gestos gangsta.

Tras ponerla en la App Store de Apple, Mateusz creía que sus usuarios solo la iban a usar para mandarse gestos simples desde un Apple Watch -un dispositivo de pequeña pantalla en el que no es nada fácil escribir una palabra letra a letra- a un iPhone y viceversa. Pero el creador rápidamente empezó a recibir correos electrónicos de personas sordas que le informaban de lo útil que era su app.

Así que Mateusz Mach decidió incluir la lengua de signos americana en su app y el éxito fue aún mayor. Como explica el joven en Business Insider, los sordomudos no tienen una voz interior que les hable en palabras, por lo que siempre les costará más escribir. Para ellos es más sencillo mandar mensajes con su lengua de signos.

Tras triunfar en su país natal, ahora Five prepara el salto a Estados Unidos, un país en el que hay más de 2 millones de sordos. Para no defraudarles, Mateusz está en contacto con una empresa de traducción de lenguaje de signos para afinar su software y también ha cerrado un trato con Naciones Unidas para ver si puede internacionalizar aún más su proyecto.

Además de la expansión de Five, Mateusz tiene otras preocupaciones: terminar el instituto y estudiar una carrera. “No creo en el abandono escolar”, asegura cuando se le pregunta por Bill Gates o Mark Zuckerberg, dos ilustres emprendedores que dejaron la universidad aparcada para centrarse en sus estudios.