Un conductor despistado 'emula' el Calvario con su coche y sin cruz en un pueblo mallorquín

Un conductor que se despistó lo suficiente como para no ver las indicaciones de prohibido el giro que indican que el camino es peatonal provocó este fin de semana unas las imágenes más curiosas y rocambolescas que ha dejado la escalinata del Calvari, en Pollença (Mallorca), en tiempos recientes. En lugar del descendimiento de la cruz que cada Viernes Santo contemplan estos 365 escalones, lo que se vio fue a un coche bajando la escalera de principio a fin.

La foto que da fe de lo ocurrido este domingo acabó publicada en el grupo de Facebook Som Pollença en el que, según publica El Diario de Mallorca, los vecinos de la localidad comparten y comentan noticias curiosas y/o incidencias ocurridas en el pueblo. Ha sido uno de los miembros del grupo, Martí Morro, quien ha explicado al citado diario que esta no es la primera vez que ocurre algo así.

“En una ocasión invadió el Calvari un repartidor en su furgoneta, y en la otra, como sucedió ayer el domingo, un coche particular que se equivocó al girar. No obstante, es una zona de escalones muy bajos, no hubiera podido descender el Calvari hasta el final sin dañar el coche”, ha comentado.

Preguntada por el incidente la Policía, el agente con el que habló El Diario de Mallorca reconoció no tener constancia de denuncia o queja alguna por lo sucedido al tiempo que puntualizó que “es necesario ir muy despistado para invadir la escalinata” porque la prohibición de hacer el giro en esa dirección está suficientemente clara y a la vista como para que cosas así sucedan.

Este monte, conocido como Calvari y cuyos primeros propietarios fueron los templarios, es famoso en la localidad y sus alrededores porque desde lo alto de sus 365 peldaños es donde se tiene la mejor vista de Pollença. Flanqueado por 14 cruces y cipreses, su descenso de la cruz de Cristo es uno de los grandes reclamos turísticos de la localidad, en la punta norte de la isla.

Nada se sabe sobre la identidad del conductor despistado, salvo que conducía un Volkswagen, como se aprecia en la imagen de Facebook. Pudo ser un despiste, que ignorase las señales y advertencias o quizás un error del GPS. Hace no tanto, en octubre, dos turistas estadounidenses acabaron atascadas en las escaleras de un pueblo de Huesca por seguir las indicaciones de este dispositivo de navegación.

Aunque, en el caso de Pollença, las razones que llevaron a este conductor por este camino son un misterio por resolver.