Un colegio de Malasia cierra por la “presencia de fantasmas”

Los alumnos y los profesores de una escuela de la ciudad Kota Bharu, situada al norte de Malasia, han solicitado y conseguido el cierre del centro por culpa de una serie de apariciones que han denominado como fantasmagóricas.

Según informa la BBC, todo comenzó cuando un grupo de jóvenes vio una extraña figura negra deambulando por los pasillos del colegio. Tras comunicar el hecho al claustro de profesores y a los demás alumnos, una especie de histeria colectiva se apoderó del lugar, y los avistamientos del ‘hombre de negro’ se han multiplicado.

Y no solo hay un fantasma. Al parecer, también hay posesiones. El mismo medio de comunicación recoge las declaraciones de una maestra llamada Astro Awan, que asegura haber sentido “una fuerte presencia que entraba en su cuerpo”. En el mismo sentido se expresa un alumno llamado Sinar Harian, que asegura haber sentido como sus manos se entumecían mientras su mente se encontraba como “fuera de lugar”. Unos 100 alumnos aseguran haber sentido algo extraño en sus cuerpos en las últimas jornadas.

El domingo pasado la escuela reabrió tras varios días cerrada, en los que diversos expertos religiosos -cristianos y musulmanes- visitaron el lugar para intentar llevar a cabo una limpieza de malos espíritus y una serie de rezos y exorcismos.

Una profesora aventura que la presencia de espíritus se puede deber a la enorme desobediencia de los jóvenes que acuden a clase: “El colegio está en un edificio muy antiguo, y los niños pueden ser muy revoltosos. Puede que los espíritus del lugar se hayan sentido molestos por ellos y hayan decidido aparecerse”.

El sociólogo Robert Bartholomew tiene una explicación más simple sobe lo que está pasando en Kota Bharu. Para él, todo se reduce a un caso de histeria colectiva: una creencia falsa que se ha diseminado de manera asombrosa. esta situación se suele dar e pequeñas poblaciones con pocos recursos educativos y muy religiosas, como el caso de la ciudad de Malasia.

El colegio ha vuelto a abrir sus puertas y no se han producido más avistamientos extraños.