Un camión bomba mata al menos a 11 policías en Turquía, que acusa al PKK

Por Dasha Afanasieva y Humeyra Pamuk ANKARA/KARKAMIS, Turquía (Reuters) - Un camión bomba en una comisaría del sureste de Turquía, predominantemente kurdo, mató al menos a 11 personas e hirió a decenas más el viernes, dos días después de que Turquía lanzara una incursión contra el Estado Islámico y una milicia kurda en Siria. El primer ministro Binali Yildirim dijo que no había duda de que el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), un grupo que ha realizado una insurgencia desde hace 30 años a favor de la autonomía kurda, era el responsible del ataque. La oficina del gobernador provincial dijo que 11 policías murieron y 78 personas, entre ellos tres civiles, resultaron heridos. No hubo una reivindicación inmediata de la autoría del ataque. La explosión, en la ciudad de Cizre, fue la última en una serie de ataques desde que un alto el fuego con el PKK fracasase hace más de un año, y se produce mientras Turquía intenta recuperarse de un intento de golpe de Estado militar el 15 de julio. Más de 1.700 militares han sido eliminados de sus tareas por su supuesto papel en el golpe, entre ellos un 40 por ciento de almirantes y generales, lo que eleva la preocupación de la capacidad del miembro de la OTAN para protegerse mientras lucha contra el Estado Islámico en Siria y las milicias kurdas en casa. En una conferencia de prensa en Estambul, Yildirim dijo que su país ha abierto una guerra contra todos los grupos terroristas. Su delfín, Numan Kurtulmus, dijo en Twitter que Estado Islámico, el PKK y la milicia kurda YPG estaban atacando Turquía para aprovecharse de la intentona golpista. "Turquía está en una intensa lucha contra organizaciones terroristas... El PKK/YPG y el Estado Islámico vieron el intento de golpe del 15 de julio como una oportunidad", dijo Kurtulmus. Grandes columnas de humo salían del lugar de la explosión en Cizre, en la provincia turca de Sirnak que limita con Siria e Irak, mostraron imágenes de la CNN turca. La cadena dijo que una decena de ambulancias y dos helicópteros fueron enviados al lugar. Fotografías del canal NTV mostraron un edificio de tres plantas reducido a su estructura de cemento, sin muros ni ventanas y rodeado de escombros grises. INCURSIÓN EN SIRIA Las fuerzas especiales turcas, con tanques y aviones militares, lanzaron el miércoles su primera gran incursión en Siria para apoyar a los rebeldes sirios, en una operación que el presidente Tayip Erdogan dijo que estaba dirigida tanto a eliminar al Estado Islámico de su frontera como a evitar los avances de la milicia kurda YPG. Turquía ve al YPG como una extensión del PKK, que está considerado como una organización terrorista por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea. Más de 40.000 personas, principalmente kurdos, han muerto desde que los rebeldes tomaron las armas en Turquía en 1984. Las tropas turcas dispararon a los combatientes del YPG, apoyados por Estados Unidos, el jueves en el norte de Siria - una confrontación que pone de manifiesto los intereses opuestos de dos aliados de la OTAN. También el jueves, el ministro del Interior Efkan Ala acusó al PKK de haber atacado un convoy que trasladaba al líder del principal partido opositor, Kemal Kilicdaroglu. El Gobierno ha acusado al PKK por una serie de ataques este mes en el sureste del país. El grupo ha reivindicado la responsabilidad de al menos un ataque contra una comisaría. Erdogan acusó la semana pasada a los seguidores de un clérigo que vive en Estados Unidos por el intento de golpe de ser cómplices en los ataques kurdos. El clérigo, Fethullah Gulen, ha negado cualquier implicación y denunció la trama golpista.