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Un 30 por ciento de los 'millennials' se sienten solos y las redes sociales tienen la culpa

Salir del trabajo e integrarse en el vaivén de la gran ciudad, en auto o en transporte público. Deshacer el camino de la mañana manejando u ojeando el teléfono en el tren. Caminar con el peso del día a cuestas intentando desconectar. Qué cenar, qué ver, qué leer. La presencia en redes sociales no entra dentro de los planes porque es un evento tan automatizado que sale como el respirar. Cada inhalación es un click y a veces los likes se cuentan a ritmo de exhalaciones.

Cada vez son más las personas que se aferran a su vida en línea.
Cada vez son más las personas que se aferran a su vida en línea.

La conexión online es ilimitada pero ¿cómo es la conexión verdadera, la de carne y hueso?

Para muchos ‘millennials’ esta pregunta es como una flecha que atraviesa su ego porque la soledad está más extendida de lo que piensan. Cuando se quieren dar cuenta ya forman parte del 30 por ciento de estos jóvenes adultos que se sienten solos, siempre o con frecuencia, a pesar de vivir en la era de mayores conexiones interpersonales de la historia. Así lo dictaminó un estudio elaborado por ‘Yougoy’, una marca británica que puso el espejo ante toda una generación tras entrevistar a más de 1,500 estadounidenses.

Un gran porcentaje de 'millennials' reconoce no tener hobbies.
Un gran porcentaje de 'millennials' reconoce no tener hobbies.

El éxito que muchos ‘millennials’ cuentan a base de likes no se traduce en un éxito social en el maravilloso mundo de la cabeza erguida y la mirada dispersa. De hecho, otro estudio, éste elaborado por la Universidad de Pensilvania, indica que usar menos las redes sociales (la investigación se centró en Facebook, Instagram y Snapchat), está directamente relacionado con una disminución de los casos de depresión y soledad.

Sin embargo, usar estas plataformas en menor medida no es una opción para demasiadas personas que basan su vida en esa conexión online donde las fotos, los vídeos, las conversaciones y demás historias para relacionarse toman prioridad sobre el resto de las cosas.

Por eso no es de extrañar que un 25 por ciento de los encuestados por ‘YouGov’ reconocieran que no tienen conocidos y un 30 por ciento que no tienen mejores amigos. Tres de cada 10 estadounidenses reconocieron que tienen dificultades para hacer amigos y entre las razones más reconocidas se encuentra la timidez (un 53 por ciento de ellos). Es precisamente esa timidez la que hace que aquellas personas que no tienen relaciones sociales más allá de las redes se refugien en ellas para expresarse. El estudio recoge otros datos interesantes como que el 27 por ciento de este rango de ‘millennials’ siente que no necesitan tener amigos. Un 26 por ciento reconoce no tener hobbies o intereses que faciliten el que conozcan a otras personas con gustos similares.

La soledad es uno de los problemas que afrontan los 'millennials'.
La soledad es uno de los problemas que afrontan los 'millennials'.

A pesar de que los datos no son nada halagüeños comparados con los de otras generaciones anteriores, los autores de esta investigación insistieron en que los ‘millennials’ no son unos antisociales en el mundo exterior a las redes sociales. Un 38 por ciento de los encuestados afirmaron haber hecho un nuevo amigo en los seis últimos meses por las vías convencionales: trabajo, iglesia, padres de amigos de sus hijos, vecindario

No todo está perdido ante el aumento de dispositivos, redes sociales y opciones de tener una vida en línea paralela a la de la calle, sin embargo, es innegable que estas plataformas están afectando a nuestro comportamiento de una manera de lo más perceptible. La era de la conectividad tiene grandes beneficios pero muchos inconvenientes que alinean a las personas a dispositivos de una manera exagerada.

¿Dónde están los límites? ¿Quién se atreve a reconocer que tiene un problema de adicción a las redes sociales? Son pocos, porque los datos sobre la soledad de los ‘millennials’ no son suficientes para levantar la cabeza y mirar hacia arriba más a menudo.