Ucrania acusa a Rusia de orquestar movimientos separatistas

Por Richard Balmforth y Lina Kushch KIEV/DONETSK Ucrania (Reuters) - La Policía detuvo a 70 personas que ocupaban un edificio de la administración regional en el este de Ucrania, pero los manifestantes favorables a Moscú mantenían el pulso en otras ciudades, en lo que Kiev calificó de un plan liderado por Rusia para desmembrar el país. Kiev dice que la toma de los edificios públicos el domingo en el corazón industrial de Ucrania, en el este del país de mayoría rusoparlante, es una repetición de lo sucedido en Crimea, la península del mar Negro que Moscú se anexionó el mes pasado. Las autoridades ucranianas dieron pocos detalles de la operación "antiterrorista" que desalojó el edificio en la ciudad de Jarkov, pero dijeron que dos policías resultaron heridos por una granada. Rusia ha negado las acusaciones ucranianas de estar implicada, pero ha advertido a Kiev contra el uso de la fuerza contra los rusófonos. Las fuerzas especiales ucranianas, con uniforme de combate, cascos y kalashnikovs y ametralladoras montaban guardia el martes fuera del edificio cuyas ventanas exteriores estaban rotas. Un cartel parcialmente destruido cerca de la entrada principal decía: "Avakov - a la cárcel", una referencia al ministro del Interior ucraniano, Arsen Avakov. Los manifestantes prorrusos que también tomaron edificios de Luhansk y Donetsk pidieron referendos para decidir si se unen a Rusia, al igual que hiciera Crimea. "Hay en marcha un plan contra Ucrania (..) por el que las tropas extranjeras cruzarán la frontera y tomarán el territorio del país", dijo el primer ministro, Arseny Yatseniuk, en declaraciones públicas a su Gabinete. "No lo permitiremos", añadió. Avakov dijo el martes que fueron detenidos unos 70 "separatistas" en Jarkov. "Se ha lanzado una operación antiterrorista. El centro de la ciudad está bloqueado y también las estaciones de metro. No se preocupen. Cuando acabemos, las abriremos de nuevo", dijo en su página de Facebook. El martes unas 200 personas se reunieron frente a un edificio y un grupo de la Guardia Nacional fue apartado. Pero la situación era tranquila y no había señales de un intento de haber entrado por la fuerza. El presidente ucraniano, Oleksander Turchinov, dijo en declaraciones televisadas a la nación que Moscú trataba de repetir "el escenario de Crimea". Añadió que se llevarían a cabo "medidas antiterroristas" contra quienes se hayan levantado en armas. El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, dijo al ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, por teléfono que Washington veía los acontecimientos en el este de Ucrania con gran preocupación y que cualquier movimiento de Moscú para desestabilizar Ucrania "acarrearía más costes para Rusia", dijo. Kerry pidió a Rusia que deje de apoyar las "actividades de los separatistas, saboteadores y provocadores" en Ucrania, dijo su departamento. Ambos acordaron hablar directamente en los próximos 10 días para reducir la tensión.