Tyson Fury vs. Olexsandr Usyk, un duelo histórico en el que uno se quedará con todo
Es certero y festivo a la vez poder afirmar que el enfrentamiento por la unificación del campeonato mundial Pesado entre el inglés Tyson Fury (118.900 kg), titular CMB, y el ucraniano Olexsandr Usyk (105.900 kg), poseedor de las coronas AMB, FIB, OMB, constituye el evento más importante para la máxima categoría del boxeo en el Siglo XXI. Ningún experto objetaría tal definición y después de mucho tiempo, desde 1999, cuando Lennox Lewis batía a Evander Holyfield, el célebre peso de John L. Sullivan, Jack Dempsey, Joe Louis, Rocky Marciano y Muhammad Alí, volverá a tener a un campeón con todos los cinturones.
El combate de doce rounds que se llevará a cabo este sábado en el Kingdom Arena de Riyad, Arabia Saudita, a las 19 de nuestro país, será emitido por DAZN, sistema de streaming pago y se convertirá en uno de los espectáculos deportivos más lucrativos de la historia asegurando una ganancia cercana a los 100 millones de dólares para cada boxeador.
“Ofreceremos un acontecimiento supremo”, declaró Turki Alalshikh, autoridad general de entretenimientos y representante del príncipe heredero: Mohammed Bin Salman, constituido en el personaje más influyente del negocio pugilístico de estos días. Dirigentes como Mauricio Sulaimán y Gilberto Mendoza (h), presidentes del CMB y AMB, respectivamente y promotores como el veterano estadounidense Bob Arum y los británicos Eddie Hearn y Frank Warren, le han cedido -sin mayores objeciones- todo tipo de exigencias. Aquí, entre el oro y el petróleo, todo se ejecuta a la perfección y al instante.
Resulta llamativa la invasiva difusión sobre las variantes en las apuestas deportivas que los distintos medios han expuesto sobre este match. Y con una rareza; no hay favorito a la victoria y las pocas pizarras que lo vaticinan colocan a Usyk, en un rol ínfimo de: 1.2 a 1, pocas veces visto en este tipo de deducciones azarosas. Y más aún, se multiplican los peculiares análisis sobre un empate, entre el gigante inglés de 2.06 metros de altura y el batallador ucraniano de 1.91 metros, con un sport de 140 a 1, aconsejado por los “pronosticadores del momento” como una ocasión a tener en cuenta.
Hay un sinfín de factores decisivos en el comentario previo a esta pelea: interesante y equilibrada. Las grandes diferencias físicas y de peso en favor de Fury, de 37 años y una carrera invicta de 34 victorias (24 K.O) y un empate, ligado a la corona mundial desde 2015 cuando sorprendió a todos al destronar a Wladimir Klitschko. Sin embargo, su paupérrima última exhibición ante el africano Francis Ngannou, que lo derribó y lo hizo tambalear en un par de oportunidades en un cotejo –sin mayor sentido- que ganó por puntos el año pasado, en Riyad, lo sumergieron en un sinfín de dudas y a volver a pensar en su retiro del ring. Algo constante y contradictorio en su vida deportiva. Se mostró, por entonces, fuera de estado y con un peso de 126 kg; un excedente de 7 kg. sobre su registro actual. Además, llamó poderosamente la atención su dieta alimenticia, su semblante y la falta de masa muscular en su cuerpo. Sin embargo, tendrá hoy 13 kg. más que Usyk que potenciaran sus 15 centímetros de ventaja en altura. “Haremos un trabajo simple y corto”, fue su declaración preferida.
Usyk, de 37 años, medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres, bicampeón mundial, ex campeón crucero unificado, consagrado ante el británico Anthony Joshua, en categoría Pesado en Inglaterra, en 2021, no lució en sus dos defensas posteriores, pero nunca pasó apremios en el ring. Sabe lo que hace y cómo imponerse. Buscará achicar distancias y sumar puntos, rounds por round, para deteriorar el espíritu de Fury en búsqueda de su quiebre. Ganó sus 27 combates, con 16 K.O. Pelea con rabia y con el objetivo de alegrar a sus compatriotas que defienden la independencia de su patria ante el ataque ruso en el campo de batalla.
La pelea será diagramada en base a la diferencia atlética de ambos. El enigmático kilaje de Fury es el gran interrogante. Usyk hará un plan de pelea, personal, efectivo y sin mayor lucimiento. Y ello lo eyecta como el candidato más cercano a la victoria. Será un pleito muy estratégico y no tan explosivo como se piensa. Pase lo que pase, entrará en la historia.