Tusk aboga apasionadamente por una Europa "armada" y arremete contra el Pacto Verde

"Europa ha sido, es y será siempre grande", declaró Donald Tusk este miércoles, en un apasionado alegato a favor de aumentar el gasto militar para garantizar que el continente pueda defenderse de sus adversarios sin depender del paraguas de seguridad de Estados Unidos.

"Si Europa quiere sobrevivir, debe estar armada", dijo el primer ministro polaco ante el Parlamento Europeo en un discurso de amplio alcance centrado en la seguridad. "No es nuestra elección. No soy militarista. Polonia es un lugar en la tierra donde nadie quiere que se repita ninguna guerra. Fuimos los que más sufrimos en Europa", prosiguió.

"Pero quizá por eso entendemos tan bien que, para evitar una trágica repetición de la historia, todos debemos ser fuertes, armados y decididos. Fuertes de espíritu, pero también fuertes en nuestras capacidades de defensa".

Haciendo referencia a la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia y a la llamada campaña de migración instrumentalizada de Bielorrusia, que su país ha vivido en primera persona, Tusk imploró a los Estados de la UE que aborden la seguridad "con seriedad" y sean "flexibles" y "creativos" para diseñar formas novedosas de financiar el necesario aumento del gasto militar.

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Este esfuerzo, que enmarcó como una "obligación", podría implicar la emisión de deuda a escala de la UE, algo que Polonia y Francia han defendido. En cambio, Alemania y Países Bajos se han resistido. Por su parte, Dinamarca, otro país frugal desde hace tiempo, ha cambiado recientemente de opinión y se ha sumado al proyecto.

Este miércoles, Tusk admitió que "muchas empresas conjuntas no requieren una revolución sistemática" y sugirió que el dinero podría encontrarse en otra parte. No especificó. "Seré sincero: no debería importarnos demasiado qué método adoptamos para financiar proyectos de defensa paneuropeos", dijo a los legisladores en Estrasburgo.

Tusk plantea que la presidencia de Trump supone "un desafío positivo" para los objetivos de la UE

"No hay alternativa a esto: Europa debe empezar a defenderse, y por tanto debe empezar a gastar dinero europeo también en esto". Tusk dedicó unas líneas al regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, diciendo que el cambio de poder significa que "el tiempo de la comodidad ha terminado". Aún así, instó a su audiencia a evitar la desesperación y ver la nueva Administración como un "desafío positivo" para los objetivos del bloque.

Durante su campaña, Trump dijo que animaría a Rusia a "hacer lo que les dé la gana" contra los países de la OTAN que no gasten el 2% de su PIB en defensa, lo que causó conmoción en todo el Atlántico. Tras su victoria, Trump dijo que el objetivo de la alianza debería elevarse al 5%, algo que ni siquiera cumple Estados Unidos. "No hay que restar importancia al llamamiento a gastar el 5%", dijo Tusk este miércoles. Su país es, de hecho, el líder de la OTAN en gasto de Defensa, con una previsión del 4,7% para 2025.

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"No pregunten a Estados Unidos qué puede hacer por nuestra seguridad. Pregúntense qué podemos hacer nosotros por nuestra seguridad", añadió, parafraseando a John F. Kennedy. "Tenemos que volver a creer en nuestra fuerza. Este potencial es un hecho. Somos fuertes e iguales a las mayores potencias mundiales. Solo tenemos que creerlo".

Críticas al Pacto Verde

El discurso de Tusk, destinado a presentar las prioridades de Polonia para su presidencia semestral del Consejo de la UE, pasó de apasionado a abrasador cuando habló de los precios de la energía y del Pacto Verde, la ambiciosa hoja de ruta del bloque para lograr la neutralidad climática en 2050.

En opinión del primer ministro, "algunas" de las normativas medioambientales que la UE ha introducido en los últimos cinco años son responsables de los precios "prohibitivos" de la energía a los que se enfrentan hoy consumidores y empresas, que, según dijo, están perjudicando la competitividad del bloque frente a Estados Unidos y China.

La factura energética empezó a subir en 2022, cuando el mercado alcanzó niveles récord como reacción a la manipulación rusa del suministro de gas. Desde entonces, un impulso diversificador ha ayudado a controlar las peores sacudidas, aunque los precios sigan muy por encima de la media histórica.

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"Europa no puede perder la competencia mundial. No puede convertirse en un continente de personas e ideas ingenuas. Si vamos a la bancarrota, a nadie le importará ya el entorno natural en el mundo", dijo Tusk.

Trump ya ha renunciado al Acuerdo de París. El primer ministro polaco pidió al Parlamento Europeo que lleve a cabo una "revisión completa y muy crítica" de todas las leyes del Pacto Verde, lo que provocó los aplausos de los eurodiputados de derechas y la desaprobación de los progresistas. Tusk mencionó la ampliación del Sistema de Comercio de Emisiones (ETS), que pondrá precio a las emisiones procedentes de los combustibles en edificios y transporte por carretera a partir de 2027, como una política que podría tener consecuencias "terriblemente predecibles".

Tusk advirtió de que los elevados precios de la energía podrían provocar el suficiente descontento popular como para "acabar" con los Gobiernos elegidos democráticamente e imploró a los legisladores que renuncien a "doctrinas e ideologías duras" en favor del "sentido común", en un comentario que parece hacerse eco de la "revolución del sentido común" anunciada por Trump.

Reducir el coste de la energía sin descuidar el Pacto Verde

"Realmente necesitamos controlar este asunto", dijo. Culpar al Pacto Verde de los altos precios de la energía y de la pérdida de competitividad se ha convertido en un grito de guerra para los conservadores europeos. La reacción comenzó durante el debate sobre la Ley de Restauración de la Naturaleza y se intensificó tras las protestas de los agricultores de 2024.

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Pero la Comisión Europea, la Agencia Internacional de la Energía y las ONG ecologistas han rebatido este vínculo, alegando que la causa fundamental del problema radica en la costosa dependencia de los combustibles fósiles importados y la lentitud de la adopción de sistemas renovables.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, estrecha aliada de Tusk, ha prometido tomar medidas decisivas para reducir los precios de la energía para los europeos. Pero también ha dicho que se mantendrán los objetivos originales del Pacto Verde, dada la gravedad de la crisis climática.

"Debemos bajar los precios al tiempo que completamos la retirada de los combustibles fósiles rusos", dijo este miércoles, una hora antes de que Tusk se dirigiera al Parlamento. "Ambos objetivos son importantes y deben ir de la mano".