Turistas franceses enfrentan seis años de cárcel por robar arena de una playa virgen de Cerdeña

Las autoridades y los habitantes de la isla ya están hartos de la depredación de sus recursos, sobre todo de sus playas que son el motor de la economía local. (Foto Getty Creative)
Las autoridades y los habitantes de la isla ya están hartos de la depredación de sus recursos, sobre todo de sus playas que son el motor de la economía local. (Foto Getty Creative)

Somos tan depredadores que podemos llevarnos lo que se nos antoje. Tomamos lo que queremos, aunque no sopesemos las consecuencias de nuestro acto, como les está pasando a dos turistas franceses que presuntamente robaron 40 kilos de arena de una de las playas vírgenes de la isla italiana de Cerdeña y se enfrentan a varios años de cárcel.

El par -cuyos nombres no han sido revelados- fue imaginativo a la hora de esconder tanta arena robada de la playa de Chia, en el sur de Cerdeña. Utilizaron 14 grandes botellas de plástico y las colocaron en el maletero de su automóvil. Todo lo tenían calculado: llevarse la arena y luego abordar un ferry para Toulon, desde Porto Torres hasta el sur de Francia, y… vivir felices para siempre.

La arena que se roban de estas playas luego es subastada por Internet. (Foto Getty Creative)
La arena que se roban de estas playas luego es subastada por Internet. (Foto Getty Creative)

Lo que ellos no calcularon bien fue que la policía fronteriza estuviera alerta. La temporada veraniega se ha comportado bastante activa en cuanto a robos de recursos del medio ambiente en la isla mediterránea.

En sus aeropuertos se han decomisado este verano unas 10 toneladas de arena, conchas y piedrecillas. Los “souvenires” que logran pasar de contrabando son subastados por internet.

Todo el peso de la ley

Las autoridades y los habitantes de la isla ya están hartos de la depredación de sus recursos, sobre todo de sus playas que son el motor de la economía local. Y parece que van con todo el peso de la ley, ya que está terminante prohibido sacar arena, conchas y piedrecillas de esas playas porque se consideran un bien público.

Aunque desconocer la ley no exime del castigo, ahora este par de “despistados” se enfrenta a entre uno y seis años de prisión por el delito, porque las autoridades sardas están muy estrictas ante las violaciones del medio ambiente, que han estado arruinando a esa isla durante años.

Las autoridades ya tienen cero tolerancia con el robo de los turistas en estas playas mediterráneas. (Foto Getty Creative)
Las autoridades ya tienen cero tolerancia con el robo de los turistas en estas playas mediterráneas. (Foto Getty Creative)

En Italia desde el 2017 se considera ilegal el comercio de arena, piedrecillas y conchas. Generalmente se castiga con multas de hasta 3,000 euros (unos 3,300 dólares).

Antonio Casula, jefe de los guardabosques de Cerdeña, comentó al medio local La Stampa que “cuando los responsables de estos episodios son extranjeros, es difícil cobrar las multas". También alegó que estos incidentes se están volviendo cada vez más frecuentes.

Las playas tienen vigilantes que las patrullan con frecuencia, además de que existen letreros que advierten muy claro que está prohibido tomar arena. Pero, al parecer, sin tener en cuenta la gravedad del delito, muchos turistas consideran que es un recuerdo irresistible.

Un alto costo ambiental para Cerdeña

Un recurso natural invaluable que poco a poco lo  han ido destruyendo. (Foto Getty Creative)
Un recurso natural invaluable que poco a poco lo han ido destruyendo. (Foto Getty Creative)

Cuando los turistas inescrupulosos roban arena generalmente la colocan en botellas o bolsas de plástico, además de etiquetarla con el nombre de la playa de donde fue extraída. La práctica puede parecer inofensiva, pero tiene un alto costo para el medio ambiente de la isla.

Pierluigi Cocco, residente en la capital de la isla, Cagliari, quien es además científico ambiental, explicó en la BBC que “las playas de arena son uno de los principales atractivos de Cerdeña. Hay dos amenazas: una se debe a la erosión, que es en parte natural y en parte inducida por el aumento del nivel del mar debido al cambio climático; la segunda es el robo de arena por parte de los turistas".

"Solo una fracción de los turistas que visitan Cerdeña pasan su tiempo sacando 40 kg de arena cada uno. Pero si multiplicas la mitad de esa cantidad por 5% del millón de turistas por año, en unos pocos años eso contribuiría significativamente a la reducción de las playas", advirtió este defensor de los recursos naturales de Cerdeña.

También se han dado casos de ladrones arrepentidos, quizás con más conciencia ambiental que cuando robaron en esas playas. Recién un hombre devolvió al alcalde de Cabras una botella de arena que llevó cuando niño.

Otra mujer, en 2016, regresó 29 años después la arena que se había llevado de la isla Budelli, al frente de Cerdeña, muy famosa por su playa de arena rosa. En 1994 fue prohibido el acceso a este lugar por las preocupaciones sobre su futuro.

En su disculpa escribió que: “Leí en algunos periódicos y escuché en la televisión qué es esta arena y cómo está hecha. Entendí lo única que es Cerdeña. Me siento culpable".