Votación sobre rescate de Grecia pone a prueba rebelión en Syriza

Por Costas Pitas y Angeliki Koutantou ATENAS (Reuters) - El primer ministro griego, Alexis Tsipras, intentaba contener el miércoles una rebelión en su partido izquierdista Syriza, antes de la votación de un segundo paquete de reformas necesarias para iniciar las negociaciones para un acuerdo de rescate. La primera parte de las reformas, centradas principalmente en alzas de impuestos y disciplina presupuestaria, desató una rebelión en Syriza la semana pasada y las medidas fueron aprobadas solamente gracias a los votos de los partidos pro Unión Europea de la oposición. La ley que votarán los legisladores en la noche del miércoles incluye las reglas para lidiar con los bancos fallidos y agilizar el sistema judicial, otras dos condiciones fijadas por la zona euro y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para abrir negociaciones sobre un acuerdo de rescate por 86.000 millones de euros. La legislación será aprobada con seguridad, ya que los partidos opositores proeuropeos anunciaron que la apoyarán. Pero ahora que quedaron al descubierto las divisiones en el partido Syriza de Tsipras, tras la rebelión de 39 diputados la semana pasada, la votación del miércoles será seguida de cerca para ver si el Gobierno pierde aún más respaldo. "Estamos haciendo un esfuerzo para tener menos legisladores en contra", dijo a la televisión griega el ministro de Salud, Panagiotis Kouroumplis, mientras que el titular de Finanzas, Euclides Tsakalotos, sostuvo que es clave que el Parlamento apoye el acuerdo para poder comenzar el diálogo el viernes. Pero legisladores de línea dura de Syriza, que se opusieron a la ley la semana pasada, dijeron que rechazarán el proyecto al tiempo que criticaron la extensión del texto, de más de 900 páginas. El mismo Tsipras, a quien se vincula al ala moderada de su partido, dijo públicamente que no está de acuerdo con las medidas exigidas a Grecia por sus pares de la zona euro y el FMI para iniciar conversaciones para un tercer rescate que salve al país heleno de la bancarrota. No obstante, tras dar un giro de última hora y aceptar el acuerdo, dijo el martes al ala dura de su partido que debe enfrentar la realidad y apoyar el paquete. Junto a sus socios de coalición del partido nacionalista derechista Griegos Independientes, Tsipras suma 162 de los 300 escaños del Parlamento. Pero la rebelión bajó su apoyo a solo 123 votos e hizo que funcionarios gubernamentales indicaran que es probable la convocatoria de elecciones anticipadas en septiembre u octubre, una vez se acepte el paquete. "Podríamos ir a elecciones, cuando sea necesario", dijo la portavoz del Gobierno, Olga Gerovasili, a una radio local. Añadió que la medida no sería de ayuda en este momento porque el país se prepara para negociar el nuevo acuerdo de rescate. "Estamos intentando devolver algo de normalidad a la situación", agregó. El Comisario de Economía de la Unión Europea, Pierre Moscovici, dijo a periodistas en Bruselas que confía en que el Parlamento apruebe la ley. Las instituciones acreedoras aspiran a concluir las negociaciones con Grecia sobre un tercer rescate en la segunda mitad de agosto, añadió. El Gobierno griego dijo que espera que las negociaciones empiecen esta semana y concluyan hacia el 20 de agosto. PROTESTAS En las primeras muestras de una vuelta a la normalidad, los bancos griegos reabrieron el lunes y Atenas pagó sus deudas al Banco Central Europeo y al FMI. El BCE aumentó su financiación de emergencia en 900 millones de euros, la misma cantidad aprobada la semana pasada. El martes, Standard & Poor's elevó la calificación de la deuda soberana griega en dos escalones. Sin embargo, las nuevas medidas de austeridad son difíciles de aceptar en un país cuya economía se contrajo en una cuarta parte durante los cinco años de crisis y donde el desempleo supera el 25 por ciento. El principal sindicato de la función pública, ADEDY, el partido de filiación comunista PAME y otros grupos antisistema convocaron manifestaciones para el miércoles. "Continuaremos con nuestra batalla para que no se apruebe y se rechace el cruel nuevo rescate", dijo ADEDY en un comunicado. Varios miles de personas se manifestaron frente al Parlamento, pero aparte de unos incidentes menores, no se repitió la violencia de la semana pasada, cuando jóvenes encapuchados lanzaron cócteles molotov contra la policía mientras los diputados debatían el primer paquete de medidas.