Trump le sacude "la caspa" del hombro a Macron para que luzca "perfecto"

Hay quien podría decir que las relaciones francoestadounidenses están marcadas hoy día por un poco de caspa presidencial y saludos físicamente apretados que echan bajo la alfombra importantes divergencias de escala geopolítica.

La visita de estado del presidente de Francia, Emmanuel Macron, a Estados Unidos ha tenido un objetivo claro: estrechar su relación con el presidente estadounidense Donald Trump para potenciar el liderazgo internacional del mandatario francés y tratar de atemperar políticas de la Casa Blanca que resultan conflictivas para el escenario internacional.

Y Trump ciertamente busca mostrar fortaleza y liderazgo global, en la primera ocasión en que es anfitrión de una visita de estado en toda la línea, luego de severos desencuentros con otros líderes e instituciones internacionales.

El gesto no pudo ser más inapropiado. REUTERS/Kevin Lamarque TPX IMAGES OF THE DAY
El gesto no pudo ser más inapropiado. REUTERS/Kevin Lamarque TPX IMAGES OF THE DAY

Con todo, la relación personal entre Macron y Trump, y la teatralidad que a veces caracteriza esos encuentros han aportado algunos momentos extraños, que críticos podrían considerar inusuales en la interacción pública de dos presidentes.

Uno de ellos se dio cuando el presidente estadounidense dijo que la relación entre ambos era “muy especial” al grado de quitar “esa pequeña partícula de caspa” que, al parecer, reposaba sobre la solapa del mandatario francés.

Mientras Trump decía eso y en efecto retiraba con la mano ese pequeño y blanco residuo del saco de Macron, el mandatario galo simplemente sonreía, quizá risueño o desconcertado, mientras Trump decía que “tenemos que hacerlo perfecto, él es perfecto”.

Perfección no es común en política y menos mal que Trump le quitó a Macron la caspa y no le tomó el pelo, podrían concluir autores de memes virales.

Las muestras de afecto mutuo entre Trump y Macron han tenido otros momentos curiosos en la presente visita de estado. En un momento, ambos presidentes se abrazaron con el tradicional saludo francés de dos besos en la mejilla y aunque éstos fueran meramente esbozados, hay quien señaló que las expresiones de Trump durante ese intercambio mostraron que participar en el tradicional ‘bise’ no le resultaba del todo natural.

Un extraño 'bise' entre Donald Trump y Emmanuel Macron. (Getty Images)
Un extraño ‘bise’ entre Donald Trump y Emmanuel Macron. (Getty Images)

En todo caso, y como se ha visto en otras ocasiones, incluso con su propia esposa, Trump tiene una expresión corporal ciertamente singular –a veces como si estuviera en otra parte, a veces muy efusiva– y no faltaron en esta ocasión otros saludos de mano y abrazos con Macron que si bien pretenden confirmar que hay una relación cercana, también dan pie a pensar que todo se trata de un mero gesto histriónico, de relaciones públicas.

En cambio, las declaraciones de Trump sobre el acuerdo de control nuclear que Estados Unidos tiene con Irán, y que Francia quiere preservar, es un indicador de que más allá de la apariencia hay severos desencuentros. Por ejemplo, a sabiendas de que Macron apoya el mantenimiento de ese esquema, Trump lo calificó de “demente” y “ridículo”. Se refería desde luego al acuerdo con Irán, pero uno podría preguntarse qué es lo que piensa Trump de quien apoya lo que él denosta, en su cara, de modo tan punzante.

En todo caso, no es la primera vez que Trump y Macron se muestran efusivos en público, y difieren luego en cuestiones de política y principios. Y, en todo caso, ambos presidentes han tenido en esta ocasión severa competencia en el ‘look’ de sus apariciones públicas: por ejemplo, el amplio y blanco sombrero que ha portado la primera dama Melania Trump y que ha sido foco de singular atención.

El sombrero blanco de Melania Trump captó la atención y contrastó, al menos en la foto, con la expresión de su contraparte Brigitte Macron, y de los presidentes de Francia y Estados Unidos. (AP)
El sombrero blanco de Melania Trump captó la atención y contrastó, al menos en la foto, con la expresión de su contraparte Brigitte Macron, y de los presidentes de Francia y Estados Unidos. (AP)

Y ya entrados en el análisis de la vestimenta, algunos se preguntaron por qué Trump vestía un abrigo largo cuando la temperatura en la capital estadounidense al parecer no lo requería y mientras Macron y las primeras damas vestían traje y vestidos sin coberturas adicionales.

Algunos concluirán que la calidez se expresa o se busca de múltiples formas. Sobre todo en el amor y en la diplomacia.

Y también hubo casos en los que los orgullosos presidentes inclinaron la espalda bajo la mirada entre sorprendida e inquisitiva de sus esposas. Eso se muestra en las curiosas fotografías de Trump y Macron, pala en mano, plantando un árbol traído del histórico bosque francés Belleau Wood el jardín de la Casa Blanca.

El presidente de los Estados Unidos Donald J. Trump (i) y su esposa Melania Trump (2d) posan con el presidente de Francia Emmanuel Macron (d) y a su esposa Brigitte Macron (2i) hoy, lunes 23 de abril de 2018, luego de sembrar un árbol en la Casa Blanca en Washington (EE.UU.). EFE/SHAWN THEW

En el fondo, las visitas de estado entre países aliados tienen generalmente el componente de la pompa y las expresiones de confianza mutua. No es por ello de sorprender que en la presente ocasión tanto Trump como Macron quieran lucir cercanos y en sintonía, quizá para con ello mandar un mensaje a otros aliados menos apapachadores (como las mandatarias Angela Merkel y Theresa May, de Alemania y Gran Bretaña, respectivamente).

Veamos qué pasa, si pasa, cuando Trump se reúna con el líder norcoreano Kim Jong-un. Por lo pronto, Trump calificó ya a Kim de “muy abierto” y “muy honorable” durante su encuentro en Washington con Macron. ¿A dónde se fue entonces el ‘pequeño rocket man’?

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