Al igual que Trump, ahora también en España quieren un "muro fronterizo"

MADRID.- El debate por "el muro" que quiere construir Donald Trump entre los Estados Unidos y México se replica en España, donde izquierda y derecha discrepan sobre qué forma darle a la valla metálica, dotada de peligrosas púas cortantes, que rodea a sus enclaves en tierra africana para impedir que ingresen inmigrantes irregulares .

Desde el pasado gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, que las colocó, numerosos inmigrantes subsaharianos que pretendieron saltar las vallas en Ceuta y Melilla quedaron gravemente heridos o mutilados al quedar atrapados en las peligrosas púas del alambre con que fueron dotadas esas contenciones.

Con seis metros de alto en los lugares más conflictivos del perímetro, esas vallas fronterizas con "concertina" -tal como se conoce a ese alambrado con cuchillas- siguieron activas en los últimos quince años.

"Es lo más seguro que podemos colocar", justificó en aquel entonces el gobierno socialista, jaqueado por las avalanchas de desesperados inmigrantes que llegaban a las dos ciudades españolas situadas en el norte de África.

Valla criticada

Cuestionada por entidades defensoras de los derechos humanos, la filosa "concertina" de la frontera volvió a debate en estos días a partir de un reportaje al papa Francisco en el que cuestiona esa herramienta de contención. "Nos hemos acostumbrado a esto", deploró.

Puesta en la mira, la administración del socialista Pedro Sánchez reaccionó con una promesa. Anunció que "dentro de pocos meses" la concertina será retirada y, a cambio, la valla metálica que rodea a las ciudades españolas en África se elevará de los seis metros actuales, a diez metros.

"Eso nos parece más humanitario", dijo el ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska. Pero desde la oposición del Partido Popular (PP) se cuestionó la "hipocresía" de la propuesta socialista.

"Tan malo es cortarse con las concertinas para quien intenta violentar la valla como caerse de una altura de diez metros", dijo la secretaria de Inmigración de la agrupación, Sofía Acedo.

En su opinión, el anuncio de estas medidas forma parte de "la hipocresía propia del PSOE y de la solidaridad mal entendida", ya que tanto las concertinas como elevar la valla son elementos disuasorios "exactamente iguales", consideró.

Un muro y que lo pague Marruecos

En medio, la derecha radical de Vox terció con una propuesta parecida a la que enarbola el presidente Donald Trump en los Estados Unidos.

"Lo mejor que se puede hacer es construir un muro fronterizo y que lo pague Marruecos" porque, desde su perspectiva, ese país "viene chantajeando a la Unión Europea (UE)", con las oleadas de inmigrantes clandestinos que llegan desde su territorio.

Así lo sostiene el titular de la agrupación, Santiago Abascal, en un libro de reciente aparición en el que desgrana su propuesta política en diálogo con el periodista Fernando Sánchez Dragó.

"Santiago Abascal, España vertebrada", se titula el texto, en el que el dirigente denuncia el "chantaje" marroquí con el tránsito de inmigrantes indocumentados hacia países europeos y la necesidad de actuar "con firmeza" ante el fenómeno.

Además de proponer un muro, a la usanza de Trump, Abascal denuncia como "una nueva forma de esclavitud" a las mafias que desde tierra africana operan con el paso de inmigrantes indocumentados hacia el bloque europeo.

Para muchos, el muro sería menos nocivo que la valla metálica y sus terribles púas. El filoso muro contra el que se lanzan desesperados inmigrantes que intentan saltarla con el apoyo de improvisadas escaleras de madera.