Trump amenaza con forzar a las empresas de EE.UU. a romper con China

Donald Trump elevó la pulseada con Xi Jinping por la guerra comercial

WASHINGTON.- No es la ley de abastecimiento que desempolvó Guillermo Moreno durante el kirchnerismo, y que reapareció en los últimos días con la decisión del presidente Mauricio Macri de congelar el precio de los combustibles. Pero fue aprobada en la misma década, apenas tres años después, y, como en la Argentina, en Estados Unidos el presidente Donald Trumpquiere usarla para forzar a las compañías a hacer algo contra su voluntad: romper lazos con China .

En medio de una nueva escalada en la guerra comercial con Pekín, Trump "ordenó" el viernes en Twitter a las empresas del país a que buscaran "inmediatamente una alternativa" de negocios a China, y que volvieran a producir en Estados Unidos.

El país reaccionó con perplejidad a la inusual orden. Rápidamente, despuntó una pregunta recurrente en los últimos años: ¿Trump puede hacer eso? En los medios y en las redes sociales, la primera respuesta fue que el presidente carece de la autoridad. Hubo, incluso, quienes ironizaron o bromearon con la "orden", y tildaron de ridículo a todo el desplante, una nueva maniobra de la Casa Blanca para distraer.

Pero, desde Francia, donde participa en la cumbre de líderes del G7, Trump amenazó con utilizar una ley de 1977 que le permite al presidente regular el comercio internacional en respuesta a una "amenaza inusual y extraordinaria" al país."Para todos los Reporteros de Noticias Falsas que no tienen idea de cuál es la ley en relación con los poderes presidenciales, China, etc., intenten mirar la Ley de Poderes Económicos de Emergencia de 1977. ¡Caso cerrado!", tuiteó el mandatario.

Esa ley le permitiría a Trump, por ejemplo, bloquear transferencias de fondos con China o congelar activos de empresas, y podría llevar la guerra comercial entre Washington y Pekín a un nivel de confrontación impensado hasta hace unas semanas, y tensar la relación entre las dos principales potencias globales como nunca antes desde que Richard Nixon "abrió China" a principios de los 70.

Trump se ha caracterizado por empujar la autoridad de la presidencia a nuevos límites. Recurrió a una declaración de emergencia para reasignar fondos del presupuesto a la construcción de su prometido muro con México, una maniobra que aún debe ser autorizada por la Justicia, y que generó un fuerte rechazo en el Congreso. Varios republicanos miraron esa movida con preocupación por el precedente: un futuro presidente demócrata, advirtieron, podría utilizar el mismo recurso para imponer iniciativas que carecen de respaldo bipartidista.

Pero, más allá del coqueteo de Trump con los límites del poder, su última amenaza contra China y las empresas del país lo coloca en las antípodas del espíritu del Partido Republicano, férreo defensor de la libertad de mercado, y opositor de hierro a la injerencia del Estado en la economía.

Varios expertos legales cuestionaron la viabilidad de utilizar la ley para los fines que busca Trump, y auguraron que, si el presidente avanza con su amenaza, habrá oposición en el Congreso y la Justicia.

La escalada entre Washington y Pekín hizo una pausa el fin de semana, pero amenaza con continuar la semana próxima. China dijo que se opone firmemente a decisión de Trump de elevar los aranceles que había anunciados a productos chinos por unos 550.000 millones de dólares -la totalidad de las compras de Estados Unidos al gigante asiático- y advirtió que habrá consecuencias si no termina con estas "acciones equivocadas". Los reacción de Pekín llegó luego de que Trump anunciara que Washington elevará en 5% los aranceles anunciados horas después de que Pekín presentara nuevas tarifas de represalia sobre bienes estadounidenses por un valor 75.000 millones de dólares.

"Tal proteccionismo comercial unilateral e intimidante viola el consenso alcanzado por el líder de China y el de Estados Unidos, viola el principio de respeto mutuo y beneficio mutuo, y daña gravemente el sistema comercial multilateral y el orden comercial internacional", dijo el Ministerio de Comercio de China en un comunicado.