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El triste momento de Matías Bagnato: murió su abuela Norma y no pudo despedirla

Cuando Matías Bagnato ingresó a la casa de Gran Hermano, en 2003, a muchos televidentes su cara les resultó conocida. Con el correr de los días, el encierro y la confianza que fue ganando con algunos de sus compañeros hizo que pudiera desandar su historia: él era el único sobreviviente de la "Masacre de Flores", en la que murieron sus padres, sus dos hermanos y un amigo de 11 años.

El hecho ocurrió el 17 de febrero de 1994, cuando Matías tenía 16 años. Aquella noche, Fructuoso Álvarez González, un pariente político de José, el padre de Matías, incendió la casa con toda la familia adentro. Solo dos personas pudieron sobrevivir: Matías, que logró escapar por una ventana, y su abuela Norma, que el día anterior había viajado a Mar del Plata.

Con el correr de los años, Matías se convirtió en una de las voces de las víctimas de delitos. La posible liberación de Álvarez González y sus continuas amenazas de muerte llevaron a Bagnato a utilizar en varias ocasiones las redes sociales como plataforma para denunciar aquel acoso y dar cuenta que la pesadilla no había terminado.

Durante todo ese tiempo, Matías encontró en Norma un pilar fundamental que se ocupó de su crianza y que le dio la paz que necesitaba para seguir transitando su vida. Eso era lo que él más resaltaba de su abuela: su paz. a pesar del dolor y del miedo. Es que, unos días antes de la violenta matanza, el asesino la había golpeado, había abusado de ella y la había obligado a aspirar cocaína como represalia por una deuda económica.

Muchos de los posteos del finalista de GH en las redes eran dedicados a ella y en cada una de las entrevistas que se veía obligado a dar en los medios para realizar denuncias, nunca se olvidó de agredecerle. El último de esos posteos tiene fecha de ayer, y es una despedida. "Gracias por ser mi sostén, por enseñarme a ser fuerte, a luchar... No puedo ni escribir. ¡Ya te extraño tanto! Descansá, mi amor... Sé que estás feliz de estar con mami, papi, Fer y Ale. Esperame con ellos. ¡Me da tanta bronca que pasó ahora, sin poder despedirte como quería! ¡Te amo, abu!".

Norma tenía 91 años y se encontraba internada en un geriátrico. Apenas comenzaron a regir las medidas de aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia de coronavirus, Matías aprovechó una entrevista televisiva para enviarle un mensaje: "Una vez más tenemos que ser fuertes, abuela. Pasamos por un montón de momentos durísimos, que sólo vos y yo sabemos. Sos lo único que tengo en este mundo y voy a hacer todo para cuidarte, aunque eso implique no poder ir a verte".

Días atrás, Bagnato les contó a sus seguidores que su abuela se había descompensado. "Me destruyó pensar que no podía despedirme de ella, como me pasó con mis viejos y mis hermanitos", reveló.