La triple alianza bolivariana se derrumbó de un soplido

Nicolás Maduro, Raúl Castro y Evo Morales, el año pasado

LA HABANA.- La férrea alianza entre Cuba, Venezuela y la Bolivia que fue de Evo Morales saltó hecha añicos. Solo cuatro días bastaron para reventar la sociedad revolucionaria construida pieza a pieza durante 14 años, en una sucesión de acontecimientos que todavía no terminó y cuyo desenlace final dibujará un panorama diametralmente opuesto al de hace una semana.

En una reacción fulminante, La Paz rompió relaciones con Caracas y comenzó su proceso de separación de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), creada por Hugo Chávez y Fidel Castro a su imagen y semejanza. Una iniciativa que proseguirá con la Unión Suramericana de Naciones (Unasur), casi un cadáver diplomático que apenas respira en los últimos tiempos y cuyo secretario general, el colombiano Ernesto Samper, milita en el Grupo de Puebla.

La administración provisional de Jeanine Áñez adelantó ayer que otorgará un plazo que se presupone de entre dos y tres días, como marca el protocolo diplomático, para que la delegación venezolana abandone el país andino tras denunciar que nueve venezolanos detenidos cerca de la frontera con Brasil "estaban atentando contra la seguridad interna en las protestas".

El reconocimiento mutuo entre el líder opositor venezolano Juan Guaidó y Áñez adelantó la pelea con Caracas, que ayer se enturbió aún más si cabe cuando el ministro de Estado, Arturo Murillo, presentó ante el país a los venezolanos sospechosos de actuar en las protestas contra los agentes del gobierno. Les incautaron insignias de la Policía Nacional Bolivariana, botas militares y un carnet del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), siempre según la versión gubernamental. Además uno de ellos escondía una memoria con fotografías de varios de los detenidos con armas de fuego. En el primer informe emitido tras las detenciones de anteanoche, la policía afirmó que algunos de los detenidos portaban "armas de grueso calibre".

"No vamos a permitir que en este país se haga sedición, no nos parece correcto que se desestabilicen los países con terror. Durante 14 años han hecho lo que han querido", agregó el nuevo titular de Interior en relación a los gobiernos cubano y venezolano.

La respuesta desde Managua, donde los gobiernos del ALBA permanecen reunidos en "sesión permanente de consulta", confirma la tensión que se vive en estos momentos entre los tres países. Con Venezuela y Cuba a la cabeza, los delegados del ALBA "evalúan acciones conjuntas que permitan acompañar al pueblo boliviano en el restablecimiento de la legalidad y la restitución del hermano Evo Morales".

El rifirrafe diplomático con Venezuela sucede pocas horas después de que el gobierno cubano de Miguel Díaz-Canel haya exigido a las nuevas autoridades de Bolivia la liberación inmediata de los cuatro cubanos detenidos en El Alto, municipio cercano a la capital.

Brigadistas

Los cuatro, que forman parte de las brigadas médicas en el país andino, acarreaban dos mochilas con 90.000 pesos bolivianos (13.000 dólares), que desde La Habana aseguran acababan de extraer de un banco para pagar servicios básicos y alquileres de los 107 miembros de la Brigada Médica que trabajan en El Alto, la segunda ciudad del país.

En cambio, las fuerzas policiales sospecharon al principio que con ese dinero pretendían pagar a los manifestantes violentos a favor de Evo Morales en El Alto, uno de los grandes bastiones de la revolución indígena. El ministro Murillo dijo a CNN que, en sus primeras declaraciones, los cubanos aseguraron que su objetivo era bonificar con ese dinero a movimientos sociales de la zona para que prosiguieran en la lucha.

Cuba exige que se garantice "la integridad física de cada uno de sus cooperantes de acuerdo con las responsabilidades adquiridas por el Estado boliviano". También asegura que la policía comprobó en la sede de la brigada médica que esa cifra, 90.000 bolivianos, es la que cada mes se utiliza para pagar los gastos de la delegación caribeña.

"El Ministerio de Relaciones Exteriores llama a las autoridades de Bolivia a detener la exacerbación de irresponsables expresiones anticubanas y de odio, difamaciones e instigaciones a la violencia contra cooperantes cubanos, quienes han brindado su aporte solidario a la salud de ese hermano pueblo boliviano", añadió La Habana en un comunicado.

Desde la cancillería de Bolivia se aseguró que, después de una "larga conversación" con La Habana, el gobierno de Díaz-Canel decidió retirar a los 725 funcionarios destinados en el país andino, en su mayoría médicos. Se trataría del segundo abandono masivo tras el sucedido en Brasil luego de la toma de posesión de Jair Bolsonaro. El proceso de salida ya comenzó, con un plazo que se extiende hasta el miércoles próximo.

El propio presidente cubano, inmerso en las celebraciones por los 500 años de La Habana, usó sus redes sociales para denunciar que "en nombre de ninguna ideología política el odio puede dañar a quienes se han consagrado a dar vida y salud a los humildes".