El triciclo de Toledo vuelve a rodar por calles de Oaxaca

OAXACA, Oax., marzo 22 (EL UNIVERSAL).- El 23 de abril de 2015, el artista plástico zapoteco Francisco Toledo recorrió las calles del centro de la ciudad de Oaxaca para vender libros. "A cincuenta pesos, libros a cincuenta pesos", gritaba el también filántropo originario de Juchitán de Zaragoza, quien quería, según dijo "llevar la cultura a las calles".

En ese entonces, el maestro pretendía distribuir la traducción de fábulas de Esopo al zapoteco, edición que encabezó y de la que se imprimieron 10 mil ejemplares. Más tarde, el triciclo rosa que fue conducido por Toledo por todo el centro, fue donado al Taller de Artes Plásticas "Rufino Tamayo".

A casi ocho años de distancia y tras tres de ausencia del "oaxaqueño universal", el particular triciclo ha dejado atrás el encierro y ha vuelto a las calles de la capital para acercar arte y cultura a quien recorre el espacio público.

Enrique Gijón, director del Taller de Artes Plásticas "Rufino Tamayo", espacio que este año cumple 49 desde su creación y en cuyo nacimiento también estuvo involucrado Francisco Toledo, explica que luego de los recorridos del artista juchiteco en el triciclo, el vehículo fue donado a ese taller.

Pese al valor simbólico del triciclo, con el que Toledo abonó a la promoción de la lectura, éste se encontraba guardado y sin uso en el taller, por lo que la Secretaría de las Culturas y Artes, que encabeza ahora el lingüista juchiteco Víctor Cata, en coordinación con Enrique Gijón, acordaron rehabilitar el triciclo, para acercar la oferta cultural a los sitios públicos. "Si bien el maestro Toledo ocupó este triciclo para obsequiar libros, nosotros queremos continuar la iniciativa impartiendo talleres", añade el director del taller Tamayo.

Gijón coincide con Víctor Cata en la importancia de descentralizar el arte y que esté al alcance de toda la gente. A partir de esa coincidencia surgió la iniciativa de que el triciclo de Toledo volviera a las calles, ahora bajo el nombre de Tamayo Móvil.

Así, desde el pasado 14 de marzo, el vehículo rosado volvió a rodar por las calles de la capital, ahora con la intención de llevar talleres gratuitos a niñas, niños y jóvenes, en parques, mercados y otros sitios públicos. En la primera fase del proyecto, el Tamayo Móvil funcionará los martes y jueves, a partir de las 16 horas.

En su primer día, el Tamayo Móvil llegó al Mercado Benito Juárez, donde las niñas y niños, en su mayoría, hijas e hijos de los comerciantes, tuvieron acceso a lecturas de cuentos, así como a una clase de pintura, impartida por maestros del taller.

Pero este sólo es el inicio, pues el director de este espacio cultural asegura que lo que se busca es diversificar la oferta para el público en general, por lo que más adelante se incluirá una galería itinerante que viajará en el triciclo, así como clases de escultura, grabado, dibujo, entre otros.

Asimismo, confía en que, con el tiempo, tengan la oportunidad de aumentar el número de triciclos que ofrecen talleres, mismos que podrían viajar a otras colonias o a municipios cercanos, a donde llegará la oferta cultural del taller.

El director del taller Tamayo dice que, en muchas ocasiones, la gente tiene la idea de que el acceso al aprendizaje artístico es caro o se limita a espacios específicos. Por ello, la Seculta, a través del taller, pone énfasis en hacer que la oferta cultural salga de los museos y talleres a los pueblos, las comunidades y las calles del centro de la ciudad.

Sin embargo, no todo se queda en el centro. Para aquellos pueblos alejados de la capital, el Taller Tamayo ofrece talleres de distintas disciplinas artísticas en municipios como Macuilxóchitl de Artigas Carranza, Santa Catarina Juquila, Santa María Atzompa, Trinidad de Viguera, Santa Lucía del Camino, San Sebastián Tutla, Jalapa del Márques, Santiago Zacatepec, Villa de Zaachila, Yanhuitlán, Santos Reyes Nopala, Villa de Mitla, San Baltazar Chichicápam y Ocotlán de Morelos.