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Tribunal sudafricano ordena detención de expresidente Zuma en juicio por corrupción

El ex presidente de Sudáfrica Jacob Zuma habla con sus partidarios después de comparecer ante el Tribunal Superior, donde se enfrenta a cargos que incluyen fraude, corrupción y chantaje, en Pietermaritzburg (Sudáfrica)

Por Tim Cocks

JOHANESBURGO, 4 feb (Reuters) - Un tribunal sudafricano emitió el martes una orden de arresto contra el expresidente Jacob Zuma, después de que éste no acudiese ante la juez al necesitar tratamiento médico, pero la juez suspendió la orden hasta que se retome el juicio por corrupción el 6 de mayo. El abogado de Zuma presentó al juez un justificante por enfermedad expedido según dijo por un hospital militar, pero la juez Dhaya Pillay cuestionó la validez del justificante, que no incluía un número de colegiado que confirmase su certificación. "Ni siquiera sé si [él] ... es médico. No hay... nada que sugiera que lo sea", dijo, antes de emitir la orden. El exmandatario sudafricano está siendo juzgado por 18 presuntos delitos de fraude, chantaje y blanqueo de dinero relacionados con un acuerdo de armas de 2.000 millones de dólares con la empresa francesa de defensa Thales en 1999, cuando Zuma era vicepresidente. Zuma rechaza las acusaciones y dice ser víctima de una caza de brujas política.

Dan Mantsha, el abogado de Zuma, dijo que el expresidente estaba en el extranjero para recibir tratamiento médico, sin decir dónde. Medios de comunicación locales han sugerido que está en Cuba, aunque no fue posible verificarlo inmediatamente.

Pillay concluyó que el justificante no servía para excusar la ausencia de Zuma, aunque le dio de plazo para presentarse hasta el 6 de mayo, fecha en la que se retomará el juicio.

Zuma, presidente de 2009 a 2018, había solicitado previamente una suspensión permanente del proceso, pero el tribunal de Pietermaritzburg desestimó el recurso en noviembre.

Se le acusa de aceptar 500.000 rands (34.000 dólares) anuales de Thales en 1999 a cambio de proteger a la empresa de una investigación sobre el acuerdo.

Thales, entonces conocida como Thompson-CSF, ha dicho que no tenía conocimiento de ninguna transgresión por parte de ninguno de sus empleados en relación con la adjudicación de los contratos.

(Editado por Giles Elgood; traducido por Jose Elías Rodríguez en la redacción de Madrid)