“Todo esto ha ocurrido porque dormí demasiado”: el pánico del único pasajero del ‘tren fantasma’ accidentando en Italia

Salah M., ciudadano de origen marroquí residente en el norte de Italia, no logra conciliar el sueño desde el pasado miércoles, cuando el tren en el que se encontraba montado por accidente se puso en marcha solo, sin maquinista, para acabar estrellándose y descarrilando 10 kilómetros después contra un muro. Tras lo ocurrido y con una investigación abierta para esclarecer cómo pudo el convoy circular solo y llegar hasta la siguiente estación, el único pasajero de este ‘tren fantasma’ ha contado su experiencia a Il Corriere della Sera con el susto y los dolores aún en el cuerpo.

Un tren que recorre el trayecto entre Lecco y Milán se puso en marcha solo y circuló 10 kilómetros sin maquinista hasta que descarriló. A bordo solo iba un pasajero. (Foto: Pier Marco Tacca/Getty Images)
Un tren que recorre el trayecto entre Lecco y Milán se puso en marcha solo y circuló 10 kilómetros sin maquinista hasta que descarriló. A bordo solo iba un pasajero. (Foto: Pier Marco Tacca/Getty Images)

Los hechos se remontan al miércoles por la mañana. El maquinista y el revisor estaban en el bar de la estación de Paderno tomando algo cuando el jefe de estación entró corriendo para avisarles a gritos de que el tren, que no debía partir hasta las 12:22 con destino a Milano Porta Garibaldi, se había puesto en marcha solo. La policía ferroviaria y la Fiscalía de Monza han abierto una investigación, pero la primera hipótesis apunta a que el maquinista no habría activado los frenos antes de bajarse.

A bordo, debido al anticipo con el que se puso en marcha y sin control el tren, solo había un pasajero. Este, una horas después del choque, reconocía en su entrevista en el citado medio que en realidad no debía estar allí. Si lo estaba, y como él mismo ha contado, se debía a una casualidad. Tenía que haberse bajado una parada antes, en Carnate, pero se quedó dormido y cuando se despertó se le había pasado su destino. Así que decidió quedarse en el tren y esperar a que este iniciase el viaje de vuelta para bajarse donde debía haberlo hecho a la ida.

“Todo esto ha ocurrido porque dormí demasiado”, se lamenta al tiempo que se queja de dolores en el cuello, el pie y en una de las rodillas fruto de los golpes. Pese a todo, reconoce que “por suerte iba en el último vagón”. Del accidente recuerda que cuando el tren comenzó a circular “no podía imaginar que fuese solo”. Al principio todo le pareció normal y no le extrañó ser el único pasajero en el vagón. Que, además, era el único ser humano en todo el tren no lo suyo hasta después.

“Hasta la estación de Carnate todo parecía normal. Después se produjo el desastre…como una bomba. Todavía tengo miedo, no he dormido”, relata. No empezó a sospechar que algo no iba según lo previsto hasta que se dio cuenta de que el tren pasaba de largo en la estación en la que debía bajarse y no paraba.

Después se produjo el descarrilamiento. “Como cuando estalla una bomba, todo roto, los cristales encima, un ruido fuerte, un desastre. Me dolía la pierna y no podía caminar”, ha comentado. Tuvo que salir del tren, que había volcado con la ayuda de los bomberos y el resto de servicios de emergencias que acudieron al lugar del siniestro.

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