Trayvon Martin, la muerte del joven negro que indignó a EEUU

Era una noche lluviosa de febrero en un poblado del Sur de la Florida, y Trayvon caminaba a casa de la amiga de su padre tras comprar unas chucherías en un comercio cercano. Llevaba la capucha de su abrigo puesta, quizá porque estaba más fresco que de costumbre, sin saber que ese mínimo detalle en su vestimenta y su caminar despreocupado mientras hablaba con su novia por teléfono podría levantar sospechas en su contra. Después de todo, Trayvon solo tenía 17 años, era domingo, y la vida parecía demasiado buena como para imaginar que iba a perderla en un segundo por un enfrentamiento inesperado en medio de la noche. Según los reportes policiales, las declaraciones de los testigos y las evidencias presentadas en la investigación criminal, así fue como sucedió. Aunque el veredicto del caso aún está en manos de la justicia.

El vigilante nocturno
A sus 28 años George Zimmerman quería ser policía y convertirse en vigilante voluntario en un barrio de Orlando era como estar más cerca de su sueño. Según declaró a los agentes de la policía de Sanford, la noche del 26 de febrero del 2012 patrullaba el vecindario porque "el crimen en la zona había aumentado considerablemente". La aparición de un joven negro con capucha despertó suspicacia en Zimmerman, quien llamó inmediatamente al servicio de emergencias para reportar el hecho.

En la grabación de su llamada, revelada posteriormente por la policía, Zimmerman le dice a la operadora desde su camioneta que un "hombre verdaderamente sospechoso" que "parece que está tramando algo malo o que está drogado" estaba caminando por el barrio. En la grabación se escucha al vigilante jadeando como si estuviera corriendo. Zimmerman le dice a la operadora que está siguiendo al sospechoso. Luego se escucha con claridad la respuesta de la operadora: "OK, no es necesario que haga eso".

El crimen
Distintas versiones presentadas en el juicio describen lo que sucedió segundos después, pero todas coinciden en que hubo un enfrentamiento entre el joven Martin y el vigilante Zimmerman, una pelea y acto seguido, un disparo. Trayvon Martin recibió una bala en el pecho y murió. Zimmerman fue detenido, interrogado por agentes de la policía de Sanford y puesto en libertad sin que fuera formulado ningún cargo en su contra. A la mañana siguiente el padre del joven, Tracy Martin, denunció la desaparición de su hijo.

El vigilante aseguró a la policía que Martin había comenzado la pelea y él había disparado su arma en defensa propia. A reclamaciones posteriores por la forma en que la policía local condujo el caso, el entonces jefe de la policía de Sanford, Bill Lee, respondió que sus agentes no levantaron cargos contra Zimmerman porque no hallaron ninguna evidencia que negara o contradijera su declaración.

Un video difundido luego muestra a George Zimmerman al día siguiente del hecho y en el mismo lugar donde mató de un tiro a Trayvon Martin, dando a la policía su versión sobre lo ocurrido. En la grabación, subida a la internet por los abogados de Zimmerman, el vigilante explica que el adolescente vio la pistola que portaba y trató de sacársela, que ambos forcejearon sobre la acera hasta que él sacó el arma y le disparó. El video muestra heridas vendadas en el cuerpo de Zimmerman: dos en la nuca y una en la nariz, así como marcas de golpes en la frente. Zimmerman señala en el video que Martin le "golpeó una y otra vez" la cabeza contra el asfalto. "Me pareció como que la cabeza me iba a estallar", afirmó.

La defensa del acusado ha divulgado una docena de documentos y grabaciones de audio en una página oficial de su equipo legal (Gzlegalcase.com) relacionadas con lo sucedido la noche en que disparó contra Martin.

La ley que protegió a Zimmerman
¿Por qué el vigilante no fue puesto bajo custodia policial hasta que se aclararan los hechos? Respuesta simple: porque una controvertida ley aprobada en Florida hace siete años lo protegía. Conocida como "Quieto o disparo", la medida prohíbe que una persona que reclame legítima defensa tras un incidente violento sea perseguida o arrestada bajo ningún cargo de responsabilidad civil.

Así que tras disparar al joven Martin en confusas circunstancias y alegar haberlo hecho en defensa propia, Zimmerman fue liberado. Si al hecho no hubiera seguido una protesta masiva y el reclamo familiar de una investigación criminal, probablemente Zimmerman habría evadido toda responsabilidad en este caso.

En otros estados el argumento de legítima defensa puede utilizarse solamente en el juicio, pero la ley de la Florida puede lograr que una persona que reclame haber actuado en defensa propia evite el arresto o un proceso judicial en su contra.

Fuerte repercusión racial

La indignación que suscitó la violenta muerte del joven negro a manos de un vigilante voluntario de origen hispano no se hizo esperar. Un detalle en particular hizo que la opinión pública explotara en manifestaciones de apoyo a la familia de Martin, y de completo rechazo a la forma en que el caso había sido conducido por la policía local. Las declaraciones de Zimmerman sugerían que había actuado movido por prejuicios raciales, especialmente su descripción de Martin como un joven negro "con capucha".

Más de 480.000 personas, entre ellas grandes personalidades del país, firmaron una petición en Internet para exigir que Zimmerman fuera debidamente procesado por el crimen. A esta reacción siguió la "marcha de las capuchas", las protestas simbólicas en las cuales cientos de personas en distintas ciudades del país vistieron una prenda similar que la que llevaba Trayvon Martin cuando murió, manifestándose en contra de la presunción de delito o culpabilidad solo por la apariencia o el color de la piel.

En una comparecencia ante la Cámara de Representantes, la legisladora demócrata Federica Wilson hizo partícipe su indignación: "Basta de discriminación racial. Estoy harta de luchar cuando las pruebas son tan claras (...) Se acabó el esconder los crímenes por discriminación racial al invocar la defensa propia", señaló. Mientras, el presidente Barack Obama lamentó la tragedia y tuvo palabras contundentes sobre el caso: "Si yo tuviera un hijo se parecería a Trayvon", dijo. "Solo puedo imaginar por lo que sus padres están pasando y cuando pienso en este chico pienso en mis hijas (...) Pienso que ellos tienen derecho a esperar que todos nosotros como estadounidenses tomemos esto con la seriedad que se merece y vamos a llegar al fondo de lo que pasó", subrayó.

Por otro lado, los padres de Zimmerman negaron en un comunicado que su hijo hubiese actuado movido por prejuicios raciales. Según explicaron, el vigilante adoptado por una familia judía, es hispano y creció en un entorno multirracial.

La investigación


Tras las fuertes protestas y la presión de políticos, familiares y amigos, el Departamento de Justicia de Estados Unidos abrió el 19 de marzo del 2012 una investigación sobre la muerte en Florida del adolescente negro a manos del vigilante voluntario, quién permanecía oculto, según dijo después, por miedo a represalias en su contra. En poco menos de un mes, el 11 de abril, Zimmerman se entregó voluntariamente a las autoridades y fue arrestado por la policía de la Florida luego de que la fiscal especial Angela Corey lo acusara de asesinato en segundo grado. El vigilante fue conducido a la carcel de Sanford a la espera del proceso judicial.

Días después, el 20 de abril del 2012, Zimmerman compareció vestido de traje y corbata y aparentemente sereno, en una audiencia para fijar su fianza. El vigilante se disculpó con los padres de Trayvon Martin: "Lamento la pérdida de su hijo", dijo en un inesperado testimonio. "No sabía cuántos años tenía. Pensé que era un poco más joven que yo. No sabía si estaba armado o no", concluyó.

Durante la audiencia, la fiscalía argumentó que Trayvon Martin no estaba cometiendo un delito en el momento del crimen y subrayó el hecho de que el vigilante Zimmerman había tomado al adolescente negro como delincuente sin motivos sustanciales. El juez Kenneth Lester impuso una fianza de $150.000. El acusado quedó libre bajo estrictas medidas dictadas por el juez: estaría bajo vigilancia con un sistema de monitoreo electrónico y le quedaba prohibido portar armas y comunicarse con la familia de Martin.

Zimmerman y su esposa Shelly mintieron en la audiencia al declarar que contaban con pocos ahorros en un intento de bajar el monto de la fianza, según argumentó luego la fiscalía al revelar evidencias de que contaban en realidad con cientos de miles de dólares de donaciones. A principios de junio, el juez revocó la libertad bajo fianza al vigilante y la fiscalía acusó de perjurio a su esposa, pero días después el abogado defensor de Zimmerman, Mark O'Mara, admitió el error de su cliente de no revelar el monto de las donaciones y su verdadera situación económica y el magistrado volvió a concederle la libertad condicional.

Tras el reclamo de O'Mara de que necesitará tiempo para analizar los documentos, reunir evidencias y preparar su defensa, la fecha del juicio contra Zimmerman fue fijada para el  10 de junio del 2013. El vigilante será juzgado en un tribunal de Sanford y los abogados calculan que el proceso durará unas tres semanas.

Un caso controvertido desde el inicio
La polémica por el tono racial en la muerte de Martin y la forma en que fue conducida la investigación en un inicio hicieron de este un caso de repercusión nacional, pero la controversia ha ido más allá, hasta alcanzar a un proceso judicial matizado por tres cambios de jueces y la reciente negativa de la magistrada Debra S. Nelson, encargada actualmente del caso, a una petición de la fiscalía de imponer una "orden mordaza"  al abogado defensor.

Los fiscales argumentaron que Mark O'Mara, abogado de Zimmerman, usa un sitio en Internet y conferencias de prensa para influir en la opinión de los potenciales jurados del caso. O'Mara alegó que decidió crear la página web y usar las redes sociales para informar de manera apropiada sobre el caso y evitar que se difunda información tergiversada de otras fuentes.

La jueza Nelson concluyó que no había detectado ningún "comentario perjudicial" por parte de la defensa. 

Debra S. Nelson asumió el caso luego de que un tribunal de apelaciones aprobó apartar del proceso al juez Kenneth Lester, a petición de la defensa de Zimmerman. La jueza anterior, Jessica Recksiedler, fue retirada bajo el argumento de que existía un conflicto de intereses en relación con su esposo.

¿Qué dicen las evidencias?
El 18 de mayo el informe de la autopsia de Martin reveló que el ingrediente psicoactivo de la marihuana estaba presente en la sangre y orina del adolescente. El detalle fue ampliamente divulgado y añadió leña al fuego del polémico caso. Otros informes forenses, sin embargo, arrojan luz sobre lo que sucedió esa noche de febrero. El ADN de Trayvon Martin no fue hallado en el arma con la que Zimmerman le disparó y muy poca cantidad del mismo fue hallado en la ropa que vestía el vigilante en el momento del crimen.

Tampoco fue encontrado el ADN de Zimmerman en las uñas del joven muerto y los informes no muestran rastro alguno de la sangre del vigilante en las mangas o los puños de la ropa de Trayvon. Según el abogado de la familia Martin, Benjamin Crump, la evidencia forense constituye un impulso importante para la fiscalía.

"Creo que es muy significativo que no parezca haber nada de Trayvon o Zimmerman que sugiera que ellos hayan tenido este altercado, y parece que debería haber más de Zimmerman sobre Trayvonî, dijo Crumpa  los medios. íLa evidencia parece sugerir que contradice la afirmación de Zimmerman de que Trayvon estaba forcejeando con él para quitarle el arma. Si Trayvon estaba agarrando a Zimmerman, golpeándole la cabeza contra el suelo, ¿por qué no está su ADN en las uñas? ¿Su cabello?", manifestó. 

Pero expertos advierten que la evidencia del ADN no prueba nada, y que ninguna de las partes sacará gran provecho de ella. Habrá que esperar a junio del 2013 para tener una conclusión sobre el controvertido caso.