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Tragedia en Recoleta: los tres períodos de duelo con los que la cultura judía despide a sus muertos

En el cementerio Bene Emet, en Lomas de Zamora, despidieron los restos de Karina Sofia Kibudi y sus cuatro hijos, Rafit, Orly, Ester, y Camila
En el cementerio Bene Emet, en Lomas de Zamora, despidieron los restos de Karina Sofia Kibudi y sus cuatro hijos, Rafit, Orly, Ester, y Camila - Créditos: @Ignacio Sánchez

Luego del trágico incendio en un edifico ubicado en el barrio de Recoleta, donde ayer murieron cinco integrantes de la familia Jabbaz, miembros de la comunidad judía de origen sefaradí, esta tarde sus parientes y amigos despidieron sus restos en el cementerio Bene Emet, en Lomas de Zamora. Allí Karina Sofia Kibudi, de 52 años, y sus hijos Rafit, Orly, Ester y Camila Jabbaz, de 3, 7, y 19, respectivamente, fueron sepultados según lo que indica la ley judía. LA NACION consultó al rabino Gabriel Sacca, director de la organización judía Menorá, para explicar de qué se tratan esos rituales.

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“Las costumbres son para que estos momentos no nos hagan caer”, señala. Y explica que frente a la muerte, los judíos atraviesan distintos ritos y momentos de duelo en los que el comportamiento de los deudos se enfoca en recordar a los fallecidos y demostrar el dolor por su partida, aunque también esas acciones pretenden impactar de manera positiva en el alma de la persona muerta.

“Una de las maneras en que se dice cementerio en hebreo significa casa de la vida, manifestando que el alma está en un cuerpo por un tiempo y luego pasa a una vida eterna, no es que con la muerte se termina todo. No quita eso que la muerte sea un momento de tristeza, y, por eso, existen los momentos de duelo, pero la vida continúa aunque no la podamos ver”, describe Sacca.

Fases

Los parientes de los muertos deben hacer tres períodos de duelo. La Shiva, que dura siete días; el Shloshim, de 30 días, y, por último, el Avelut, que se extiende por 12 meses. Antes de empezar la primera etapa, los deudos rompen una prenda de ropa, a la altura del corazón, para manifestar su dolor y la usarán durante los primeros siete días de la Shiva. “Luego, esa ropa se tira. Durante los primeros siete días tampoco se usan zapatos de cuero, porque en la antigüedad el calzado de cuero era el más seguro y el más cómodo, y esta es una etapa de dolor”, agrega el religioso.

Durante la Shiva, señala Sacca, los que están en duelo no participan de ningún tipo de actividad, le dedican todo el tiempo a la reflexión, al recuerdo, a estar con la gente querida, a rezar. Se recita el Kadish (texto escrito originalmente en arameo y que representa una alabanza a Dios) y se hacen momentos de estudio. “Las acciones nuestras impactan de manera positiva en el alma del fallecido. La comida, luego del entierro, y durante toda la Shiva se la lleva la gente, es decir, reciben todo el apoyo de la comunidad”, indica.

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Después llega el Shloshim. “Durante ese período de duelo de 30 días no se va a ninguna fiesta, uno no se afeita, no se corta el pelo y continúan los rezos. Pero ya los deudos pueden realizar sus tareas cotidianas. Lo del pelo es una manera de demostrar el dolor, el no estar arreglado es una expresión de dolor. Sin embargo, cabe aclarar que hay muchas costumbres distintas para el duelo”, describe Sacca.

Por último, llega el período llamado Avelut, de 12 meses, en donde los deudos tampoco asisten a fiestas y deben continuar recitando el Kadish todos los días.

Otro diferencial, resalta Sacca, es que los judíos suelen dejar una piedra sobre la tumba en vez de flores. “La piedra señaliza que ahí hay una tumba y que debe ser respetada, pero las flores no están prohibidas”.

Por último, dice Sacca, “siempre a la salida del cementerio o cuando uno está en contacto con un fallecido, de acuerdo a la ley, debemos lavarnos las manos porque en cierta manera cuando uno está en contacto con la muerte, enseguida nos ponemos en contacto con el agua que es la fuente de vida. Es un mensaje de esperanza”.