Traficantes de reptiles sacaron de EEUU miles de ejemplares por valor de $5 millones, según autoridades federales
Un par de distribuidores de reptiles contrabandearon pitones y otras especies protegidas durante años fuera de Estados Unidos con la ayuda de un hombre de Miami, Florida, informó la Fiscalía Federal.
Ahora, uno de los traficantes de reptiles ingresará en prisión tras la condena de los demás implicados, según el Departamento de Justicia. La fiscalía dice que en este caso se cometieron al menos 107 delitos.
Como parte de la trama de contrabando, informó la fiscalía, se enviaron ilegalmente a Asia casi 9,000 reptiles, valorados en más de $5 millones y protegidos por un tratado internacional.
Esto se prolongó durante varios años, ya que los dos traficantes de reptiles viajaban a menudo a Estados Unidos para emplear al hombre de Miami, propietario de un negocio de cría de reptiles en la ciudad, como su “conducto” para sacar los ejemplares de contrabando del país, dicen los documentos judiciales.
Un juez sentenció al traficante de reptiles, de nacionalidad canadiense, a un año y dos meses en una prisión federal el lunes 30 de enero, anunció el Departamento de Justicia en un comunicado de prensa. El otro comerciante de reptiles fue condenado a un año y un mes de prisión en febrero de 2022.
Sam Rabin, el abogado del primer hombre, dijo a McClatchy News el 31 de enero que su cliente estaba “sinceramente arrepentido” por el caso y “asumió toda la responsabilidad por sus acciones”.
Rabin también representó al segundo comerciante de reptiles, pero declinó hacer comentarios sobre su sentencia. McClatchy News se puso en contacto con los abogados que representan al hombre de Miami, quien según las autoridades fue sentenciado a un año y un día de prisión en noviembre, para pedirles declaraciones y no recibió respuesta de inmediato.
Los 8,738 animales protegidos sacados de contrabando de Estados Unidos eran especies incluidas en el Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), lo que significa que pudieran extinguirse si no se regula estrictamente su comercio, según la fiscalía.
Las autoridades informaron que, además de pitones bola y pitones de sangre y tegus argentinos, también se contrabandeaban tegus comunes e iguanas.
Cómo funcionaba el contrabando ilegal de reptiles
Los dos traficantes de reptiles dirigían un negocio de reptiles en Hong Kong, según la denuncia. El último comerciante sentenciado tenía un historial de exportación de serpientes, tortugas y gecos de Estados Unidos a Hong Kong, según la denuncia.
Los dos hombres viajaban a Estados Unidos para comprar reptiles protegidos y trabajaban con el hombre de Miami, propietario de Dynasty Reptiles, para introducirlos de contrabando con documentación falsa, según la acusación. En concreto, se les acusa de usar el permiso CITES del hombre de Miami y de presentar documentación fraudulenta al gobierno estadounidense para hacerlo.
Según el tratado CITES, el comercio de especies amenazadas o en peligro de extinción se lleva a cabo legalmente mediante permisos, explicaron las autoridades.
Los “envíos fraudulentos” de especies protegidas realizados por los hombres contenían también 61,622 animales, entre ellos varios animales de contrabando, no protegidos por el tratado CITES, según los fiscales.
Los hombres “abusaron de un sistema creado para agilizar la exportación de reptiles criados en cautividad para criadores respetuosos de la ley”, dijo en un comunicado el fiscal general adjunto Todd Kim, de la División de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Departamento de Justicia.
“Permitían a otros empresarios vender y enviar reptiles a compradores de Asia sin pasar por el proceso de investigación de la agencia federal”.
El trío también fue acusado de una confabulación para infringir la Ley Lacey, que busca detener el tráfico ilegal de vida silvestre, dijeron los fiscales.
Cada uno se declaró culpable “de confabularse para etiquetar falsamente la fauna silvestre que se exportaba desde Estados Unidos y para sacar de contrabando bienes y mercancías de Estados Unidos, así como de presentar registros falsos e identificaciones falsas de la fauna silvestre que se pretendía exportar”, según el comunicado.
Rabin dijo que la pena de prisión impuesta al hombre condenado más recientemente era inferior a las directrices recomendadas por los fiscales porque su cliente “trataba exclusivamente con animales criados en cautiverio, en contraposición a los capturados en la naturaleza, conducta históricamente proscrita por la CITES y la Ley Lacey”.