El trabajo sexual como elección e inspiración teatral de dos croatas

Ya lo dijo Enrique Bunbury al interpretar "Con nombre de guerra" en la vuelta de los Héroes del Silencio a los escenarios: "ésta es una historia basada en hechos reales". Y es que el tema de la banda española narra las vivencias de una trabajadora sexual, actividad que acompaña a la humanidad desde su génesis y parte de la sociedad prefiere ignorar.

En el arte se hallan herramientas de comunicación, y en esa línea constructiva el 28 de enero se reestrena en la Argentina Yira yira, la obra teatral que plantea el trabajo sexual como elección. Juan Ejemplo, Leandra Atenea Levine Hidalgo, Pichón Reyna y Sofía Tramazaygues, cuatro argentinos que eligen esa actividad como medio de vida, se suben a las tablas dirigidos por los croatas Bruno Isakovic y Natasa Rajkovic, para contar sus experiencias.

"Queríamos crear una obra sobre el trabajo en general a través de la perspectiva del trabajo sexual -expresó Isakovic, y continuó- el elenco cuenta con cuatro trabajadores sexuales y se basa en sus historias personales. Desde sus experiencias, su infancia, sus relaciones, sus actitudes hacia el amor y la sociedad, hemos construido una obra de teatro que es íntima y empoderadora al mismo tiempo. Abre muchas preguntas e invita a la audiencia a pensar sobre sus propias vidas, elecciones y condiciones de trabajo, mientras conocen a estos cuatro jóvenes extraordinarios. En el mundo de hoy, creo que es importante crear un teatro que pueda mover a las personas, desafiar las normas y hacernos conscientes de los demás".

Bruno Isakovic es artista y coreógrafo de danza oriundo de Zagreb, Croacia. Se graduó en la Escuela de Artes de Ámsterdam en 2009. "Cuando era niño mi madre siempre me decía que sería actor. En realidad me decía que era un buen tramposo porque siempre fui capaz, de manera ingeniosa y teatral, de sacarle antes de la cena el chocolate que estaba escondido y planeado para el postre. Siempre estaba actuando para ella, para adelantar cosas que estaban planificadas para más adelante. Y eso para mí es el teatro. Una herramienta para adelantar las cosas, hablar sobre los temas ocultos, perturbar las normas y obtener lo que quieres. Y ahora ya no es el chocolate, ahora es la comprensión, la aceptación mutua y la oportunidad de trabajar con grandes personas en todo el mundo. En este caso con Pichón, Sofía, Juan, Leandra y la gran directora Natasa Rajkovic", reflexionó el dramaturgo croata.

Uno de los desafíos a resolver para el elenco fue la barrera del idioma. Isakovic entiende español y habla lo suficiente como para comunicar instrucciones simples, pero el mayor reto fue el hecho de que nunca hizo algo así en su vida profesional. "Cuando visité Argentina por primera vez, entrevisté a varias trabajadoras sexuales con diferentes experiencias de vida. E hicimos una selección teniendo en cuenta su diferencia de fondo. Entonces, en esta obra tenemos la oportunidad de presenciar individuos fuertes que hablan de su vida de una manera muy simple pero poderosa. Hablamos del trabajo sexual como elección personal o combinación de circunstancias, hablamos del trabajo en general, la economía y el mercado, los márgenes y los centros del poder, los deseos y las realidades", sostuvo.

En el guión se plantea cómo la sociedad explota y disfruta del trabajo sexual en la misma medida que lo moraliza y lo desprecia. Con lo cual la prostitución se convierte en un mundo complejo donde se cruzan la economía, el sexo, la edad, las relaciones del poder, la clase y la elección. Yira yira invita a pensar que en el intercambio de dinero por sexo se entiende que el pago se efectúa por el servicio sexual, y sin embargo lleva a cuestionarse ¿quién paga el precio total de verdad? Los clientes o los trabajadores sexuales con su estatus social, inseguridad jurídica y una serie de riesgos que conlleva el rubro.

"El trabajo sexual en Argentina no está criminalizado. Eso ya es estar avanzado en comparación con Croacia, donde las trabajadoras no pueden justificar legalmente su actividad -contó Isakovic-. Además, eso no crea ningún ambiente posible para el activismo y en Argentina ese no es el caso: las trabajadoras sexuales están organizadas y tienen su sindicato, mientras que en Croacia la prostitución está en la sombra y criminalizada. Argentina está mucho más avanzada en la materia y queríamos que esta colaboración entre ambos países fuera un catalizador de discusión".

El espectáculo se presentó por primera vez en teatros y barrios porteños de Argentina en noviembre del 2019, como parte del festival Perforaciones, originado en 2009 en Croacia. En 2011 tuvo su primera edición en Nueva York y desde ese momento se ha realizado una vez por año presentándose, además, en lugares como Francia y Grecia. Es la iniciativa más grande centrada en artistas de Europa del circuito independiente. Luego de las tres funciones, que serán hoy, el 2 y 5 de febrero, a las 21, en El Extranjero, la propuesta comenzará una gira que tendrá como principales puntos Rijeka, el festival queer de Zagreb, Italia, Austria, Alemania, Francia y Dinamarca, entre otros destinos europeos.

"Es muy inspirador ver cómo el público en general en Buenos Aires está interesado en el teatro, y que hay tantos por toda la ciudad. Eso es muy importante porque el arte tiene muchas posibilidades de mover e inspirar a las personas. Necesitamos personas que piensen y quieran ser responsables en la sociedad. La conexión del arte y el activismo es importante para la educación, para que las personas puedan estar más incluidas en la sociedad y la democracia. Ser activo en el clima político actual, en todo el mundo, es responsabilidad de todos", concluyó Bruno Isakovic.

Yira yira

Por Bruno Isakovic y Natasa Rajkovic

Hoy, a las 21; y 2 y 5 de febrero, a la misma hora.

Teatro El Extranjero: Valentín Gómez 3378.