En el Tour de Francia se contagió el director y el presidente Emmanuel Macron cambia su agenda

El Tour de Francia es todo un tema nacional en el país del oeste europeo; se trata de la mayor carrera de ciclismo del mundo y durante tres semanas recorre la belleza del variado territorio de la nación tricolor. Pero más que nunca es tema nacional ahora: indirectamente, la prueba le ha modificado la agenda de este miércoles al presidente, Emmanuel Macron.

Para este día estaba prevista una reunión presencial de gabinete, que por un problema del Tour será telemática o postergada. El nuevo primer ministro, Jean Castex, compartió el último sábado dos horas en un viaje en auto por los Pirineos con el director de la competencia, y este martes se supo que éste se contagió de coronavirus. Christian Prudhomme dio resultado positivo de Covid-19 en uno de los 841 exámenes que la organización realizó en el primer día de descanso de la competencia, el lunes, a los 166 ciclistas que estaban en carrera y a sus colaboradores en los equipos. Ninguno de los corredores está contagiado, pero sí el director.

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Hace unos meses, cuando el Tour anunció que, aunque más tarde en el calendario, se celebraría este año, hubo dudas y cierta controversia, en medio de una pandemia que por entonces estaba descontrolada. Hacer la carrera de 3400 kilómetros, con unos 180 protagonistas pedaleando, unas 650 personas en total en la burbuja nómade y público al costado del camino, era todo un riesgo. Pero ASO, la empresa que organiza el Tour, siguió adelante.

Y en el día 11 desde que comenzó el espectáculo se supo del contagio de su director, nada menos. Pero no hay alarma. Prudhomme dejará la competencia por un tiempo y volverá para su definición. "Salgo por ocho días. Voy a hacer lo que cualquier asalariado francés en una situación así. Y voy a seguir el Tour por televisión, algo que no hago desde hace 15 años", comentó sin mayores preocupaciones.

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Prudhomme está asintomático. Será reemplazado por François Lemarchand, el director de la París-Niza. "No he estado cerca de los ciclistas en los últimos diez días, así que vemos lo importante que es estar alejados de ellos", aclaró Prudhomme. Por eso, ninguno de los 166 competidores que iniciaron la etapa 10, el martes, está infectado. Ciertamente, se cuidan mucho. La burbuja incluye a 650 personas que no tienen contacto con el mundo exterior al Tour, una diferencia grande respecto a cómo se vivía en esa suerte de circo itinerante en otros años, en los que abundaba la interacción de los corredores con los patrocinadores de los equipos y con los espectadores, siempre presentes en grandes cantidades en la gran carrera.

Esta vez, el procedimiento es muy distinto. El director hizo una curiosa comparación sobre cómo se manejan los progonistas. "Los ciclistas viven como monjes. No es mi caso". Y subrayó que ningún protagonista está infectado con el SARS-COV-2. "Eso es lo más importante", enfatizó Prudhomme, en cuya misma situación se encuentran cuatro integrantes de equipos, no ciclistas en sus casos. Pero éstos no dejan de poner en riesgo a los protagonistas, porque si dos miembros de una escudería arrojaren resultados positivos en los testeos con una diferencia de hasta siete días, el equipo en cuestión será expulsado del Tour.

Y por eso están en peligro deportivo algunos competidores importantes: el colombiano Egan Bernal (Ineos), campeón en 2019 y escolta actual a 21 segundos del esloveno Primoz Roglic; el sorprendente francés Guillaume Martin (Cofidis), que marcha tercero a 28 segundos, y su compatriota Romain Bardet (AG2R), cuarto a medio minuto. "Hay que seguir tomando las medidas para que el Tour pueda continuar. No hay que estigmatizar; la mala suerte puede tocar a todos los equipos", advirtió Vincent Lavenu, el director de AG2R. Cada conjunto consta de 30 personas. Y habrá un nuevo examen general el próximo lunes, en la segunda y última jornada de descanso del Tour.

Por ahora, la carrera está más afectada por las caídas que por el virus. Este martes, en el 10º tramo (168,5 kilómetros de la isla Oléron a la Saint-Martin-de-Ré), ganado por el irlandés Sam Bennett, se fueron al suelo Martin, el destacado esloveno Tadej Pogacar (séptimo en la clasificación general, a 44 segundos), el italiano Davide Formolo y el neozelandés Sam Bewley. Estos dos últimos se fracturaron una clavícula y una muñeca, respectivamente, y abandonaron. Ya había desertado, el domingo el escalador italiano Fabio Aru, un serio candidato al podio final. Y otros participantes se habían quedado en las accidentadas primeras etapas.

Para los protagonistas, las caídas vienen siendo el virus. El Tour se contagia fuera de la burbuja y le cambia los planes al presidente de la nación, pero el virus sigue sin entrar a la ruta. Por ahora, claro.

Agencias AP y AFP