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Torra se inhabilita a sí mismo en tiempo récord

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, acompañado por la consellera de Presidencia, Elsa Artadi, a su llegada a la reunión semanal del Govern. EFE
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, acompañado por la consellera de Presidencia, Elsa Artadi, a su llegada a la reunión semanal del Govern. EFE

Las ocurrencias de Quim Torra de apelar a la vía eslovena para espolear el ‘procés‘ no le ha dado el resultado que esperaba. Querer para su pueblo una secesión violenta no ha suscitado los apoyos esperados. Ni siquiera entre sus socios. El domingo por la noche no había un solo miembro destacado de PDeCAT, ERC o la CUP que saliera a la palestra a dar un espaldarazo al ‘president’. ‘¿Quién pone los muertos?’, era la pregunta que más se repetía fuera de micrófonos.

El lunes y el martes la cosa fue a más con la desautorización a los Mossos por las cargas del 6 de diciembre y el ultimátum a Miquel Buch. Así llegamos a la rueda de prensa tras el Consell Executiu. La encargada de dar la cara fue la ‘consellera’ de Presidència Elsa Artadi. Y su discurso fue más una rectificación que un redoble de esfuerzos. A saber:

Apoyó a los Mossos en las cargas del 6 de diciembre.
Negó que hubiese un ultimátum a Buch.
Descartó que el Govern se apuntase a una futura vía eslovena.
Rechazó apoyar a los CDR en sus movilizaciones previstas para el 21 de diciembre.
– Y apoyó la celebración del Consejo de Ministros que va a celebrarse en Barcelona.

Una de dos, o Torra ha reconocido que se ha pasado de frenada y mandó a Artadi a arreglar el desaguisado, o Torra pinta poco. ¿Qué creen que ha ocurrido?

Una pista la daba el director de La Vanguardia, Màrius Carol, el lunes en una tertulia en RAC1: “No hemos tenido suerte con este presidente”. Y la confirmación llega con la información recabada por ‘El Confidencial’ de fuentes del Govern: Torra casi no participó en el Consell Executiu. Y tampoco sus compañeros del PDeCAT. Fueron los miembros de ERC los que llevaron la voz cantante.

Y algo similar está ocurriendo en el Congreso de los Diputados. Por muchas palabras gruesas y endurecimiento de discursos. Ni el PSOE quiere activar el 155 ni los independentistas catalanes quieren romper la cuerda. De hecho ambos bandos mantienen su agencia en Madrid y están negociando pactos como la retirada de la reforma laboral del PP.

Es más, Pedro Sánchez piensa aprovechar esta situación la próxima semana cuando celebre en Barcelona el Consejo de Ministros. Tal y como se están filtrando por píldoras, parece que el presidente del Gobierno quiere anunciar en Cataluña el acuerdo para la subida del salario mínimo. Una promesa con la que pretende lanzar el mensaje de que el Gobierno trabaja para la clase obrera mientras el Govern sigue enrocado en el ‘procés’ mientras los funcionarios se le rebelan en contra de los recortes. Torra se lo está poniendo muy difícil a sí mismo y a la causa independentista.