Tony Ferguson, el veterano de la UFC al que duele ver caer, pero se rehúsa al retiro
Tony Ferguson es uno de los peleadores más queridos de la UFC. Un atleta sin igual que sembró el miedo en el octágono y probó las mieles del oro. Pero una mala racha lo cambió todo, ya no es el dominador de antes. Los expertos lo orillan al retiro, la grada no ha dejado de arroparlo. Con 38 años, desea seguir en pie de guerra. Su futuro en las artes marciales mixtas aún es una moneda al aire.
El corazón le dice que siga. El Cucuy, como es apodado dentro de la industria, anhela despedirse del público bajo sus condiciones. La crítica le recomienda que se detenga. ¿Para qué arriesgar más su legado? Cuesta creer que el deportista que consumó 12 victorias al hilo entre 2013 y 2019, es el mismo que acumula cinco derrotas consecutivas desde 2020.
Su triunfo en la categoría wélter del torneo The Ultimate Fighter, en 2011, le vaticinaba un frenético porvenir. No defraudó, sino que cumplió con las expectativas. Bajó de las 170 a las 155 libras, se deslindó de la etiqueta de prospecto con tal de consolidarse como uno de los pesos ligeros más desafiantes de la empresa. Incluso, mantuvo el cetro interino de la división. Hoy afronta su declive natural.
“Es triste, porque por mucho tiempo fue buenísimo en una división donde es difícil ser campeón. Es como si hubiera caído de un precipicio. Dijo que volverá, no sé qué le hace creer eso con su desempeño”, aseguró Daniel Cormier, actual comentarista y uno de los únicos cuatro dobles monarcas en simultáneo en la historia de la compañía.
La realidad es que Ferguson no ha logrado revertir el presente. El hombre que privilegiaba al nocaut para acabar con sus rivales, y que tampoco tenía piedad al someterlos, siente los estragos en el ocaso de su carrera. Son las ironías del combate. Justin Gaethje inició con su calvario; a la par, lo alejó de la órbita titular. Le destrozó el rostro a puñetazos, el árbitro no dudó en detener el compromiso.
Charles Oliveira alargó su mal momento; no cedió a ras de lona, estuvo a punto de romperle el brazo, salió airoso por decisión unánime. Beneil Dariush repitió la estrategia: procuró mantenerlo en el suelo, le magulló el talón, ganó por unanimidad en las tarjetas. Cuando mejor lucía, debido a su explosividad, Michael Chandler lo recondujo al llaveo; luego, le apagó las luces con una inesperada patada a la cabeza.
En un intento por reivindicar el camino, retornó a la escena wélter. Originalmente, colisionaría con Li Jingliang; sin embargo, el gladiador Khamzat Chimaev excedió el peso en la báscula y no consiguió medirse a Nate Diaz. UFC debía continuar con el show, entonces modificó la estructura de su función: con dos días de anticipación, lo colocó como su último contrincante en el platillo estelar.
Tras años de espera, y en condiciones extraordinarias, dos de los nombres más importantes de los ligeros por fin se vieron las caras en la jaula. Ferguson lastimó la pierna del oriundo de Stockton, California, sólo que no pudo aniquilarlo durante su duelo del adiós de las MMA. En su lugar, Diaz realizó lo que nadie más en la promotora: ocasionó su rendición.
“Sigo en la cima de la montaña. Quiero darle un ejemplo a los atletas jóvenes, para que no renuncien y se preparen de cara a su siguiente pelea. No lo veo como una derrota, sino como crecimiento. Desde hace algún tiempo no me sentía tan bien mental, física y emocionalmente. ‘El Cucuy’ es una leyenda, no iré a ningún otro lado. Podría hacer esto por siempre”, afirmó.
Nate Diaz 🇺🇸 submit Tony "El Cucuy" Ferguson 🇺🇸 in round 4 via Guillotine Choke.#UFC279 pic.twitter.com/JNtRyeNLLw
— The Champ 🏆 (@shadowxwulfik) September 11, 2022
El próximo paso de El Cucuy en UFC es una incógnita. No ve al retiro como una opción a corto plazo. La estadística no lo respalda, mas no le interesa, admitió que reconstruye una nueva versión de sí en el deporte. Lo único seguro es que regresará a Harvard, en virtud de terminar sus estudios en negocios, y que tratará de competir en la lucha libre. ¿Podrá repetir las glorias de antaño?