Tokáyev busca la reelección y romper con el legado de Nazarbáyev en Kazajistán

Astaná, 19 nov (EFE).- El presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokáyev, buscará mañana, domingo, la reelección en unos comicios presidenciales anticipados convocados tras una reforma política que reduce los poderes del jefe del Estado y en un intento de romper definitivamente con el legado del relegado padre de la nación, Nursultán Nazarbáyev.

"De las elecciones del domingo depende el destino de nuestro pueblo. Debemos elegir conscientemente entre un nuevo y un viejo Kazajistán, entre el miedo a los cambios y la libertad de expresión, entre la arbitrariedad de los elegidos y la justicia para todos", dijo Tokáyev durante un mitin de cierre de campaña.

Tokáyev, de 69 años, fue elegido en 2019, pero decidió adelantar las presidenciales previstas para 2024 en un intento de afianzar su poder tras reducir en estos tres años al mínimo la influencia de "la familia", en alusión a los descendientes, altos funcionarios y oligarcas cercanos a Nazarbáyev.

Además, las elecciones coinciden con la guerra en Ucrania, conflicto que ha colocado a Kazajistán y al resto de países del espacio postsoviético ante un difícil dilema, ya que apoyan la integridad territorial ucraniana, pero siguen manteniendo estrechos lazos con el Kremlin.

UN MANDATO, SEIS CANDIDATOS

Tokáyev, que se enfrentará el domingo a otros cinco candidatos, dos de ellos mujeres, pero ningún opositor, es el claro favorito a la victoria. Tanto que ni siquiera tuvo que participar en el debate televisivo celebrado esta semana para ganarse la confianza de los casi 12 millones de votantes.

"Él quiere reforzar su legitimidad para terminar de una vez por todas con los comentarios de que es un presidente designado a dedo", comentó a Efe Karligash Yezhenova, conocida periodista kazaja.

Con todo, en caso de ser reelegido, sólo podrá permanecer en el poder durante un mandato de siete años merced a la reforma política aprobada en junio pasado por referéndum.

Entonces, el 77,18 % de los kazajos votó a favor de reducir los poderes presidenciales en favor del Majilis (Cámara Baja) y el Senado.

Tras la introducción de las enmiendas constitucionales, el presidente tampoco podrá pertenecer a ningún partido político, motivo por el que Tokáyev abandonó hace meses la formación oficialista.

Concurrirá también a las elecciones Nurlán Auesbáev, candidato del Partido Social Democrático; Saltanat Tursinbekova, antigua funcionaria que aboga en su programa por combatir la violencia doméstica; Qaraqat Abden, candidata de la Alianza de Trabajadores Sociales; Zhiguli Dairabáev, del oficialista partido patriótico Auil, y Meiram Kazhiken, presentado por los sindicatos kazajos.

Según los analistas, ninguno de esos cinco candidatos es opositor. De hecho, varios activistas opositores fueron detenidos durante la campaña y condenados a 15 días de arresto administrativo.

ROMPER CON EL LEGADO DE NAZARBÁYEV

Sin mencionar directamente a Nazarbáyev, Tokáyev no ha dudado en criticar la "cleptocracia" que caracteriza a las élites kazajas desde la independencia de la URSS en 1991, por lo que abogó por "unas reglas de juego honestas y justas en la política, la economía y la esfera social".

El presidente asegura que las reformas, que impedirán, entre otras cosas, a los familiares del jefe del Estado ocupar altos cargos, continuarán con el fin de superar el actual "estancamiento".

En el plano político se ha aprobado una nueva ley sobre manifestación e introducido una cuota del 30 % para mujeres y jóvenes en la composición de las listas de partidos.

En el marco de esa obsesión por romper con el pasado, incluso cambió el nombre de la capital del país, que recuperó su nombre postsoviético, Astaná, tras recibir en marzo de 2019 el de Nur-Sultán, un ejemplo del culto de la personalidad de Nazarbáyev.

PREVENIR NUEVOS DISTURBIOS

Y es que, aunque las autoridades utilizaron la carta extremista, Tokáyev es consciente de que los disturbios violentos que estallaron en enero pasado están estrechamente relacionados con la degradación socio-económica de la conocida como locomotora de Asia Central.

Esas protestas, que estallaron inicialmente por la subida del precio del gas licuado y la corrupción, se transformaron en disturbios que causaron 240 muertos y miles de heridos, y que fueron duramente reprimidas por las autoridades que denunciaron un supuesto golpe de Estado.

"Insisto, hay que diferenciar entre mítines pacíficos y crímenes sangrientos cometidos por bandidos. Nuestro pueblo siempre supo separar el grano de la paja. Espero que dicha tragedia no se vuelva a repetir. Haremos todo lo posible para ello", dijo Tokáyev.

Aludió a las "fuerzas destructivas" que intentaron instigar la inestabilidad política en el país en enero pasado y que obligaron a Tokáyev a solicitar la intervención de la postsoviética Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, encabezada por Rusia.

El Comité Nacional de Seguridad detuvo esta semana a siete personas que se disponían a atacar el domingo edificios oficiales y comisarías, además de infraestructuras vitales, con el empleo de armamento y cócteles mólotov.

Tokáev, quien defendió recientemente en Moscú ante el presidente ruso, Vladímir Putin, la soberanía ucraniana, recibió esta semana en Astaná el respaldo del alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell.

(c) Agencia EFE