Tiene TOC severo y compartió en TikTok cómo logró superar uno de sus miedos más profundos

A través de sus redes sociales, Romina Vitali compartió cómo logró superar uno de sus miedos más profundos (Foto: TikTok @rorovitale)
A través de sus redes sociales, Romina Vitali compartió cómo logró superar uno de sus miedos más profundos (Foto: TikTok @rorovitale)

En curioso pensar como en un segundo la vida de una persona puede dar un giro tan abrupto, con emociones y sentimientos que son difíciles de controlar y sobre todo de entender. Una década atrás, Romina Vitale comenzó a notar una serie de síntomas muy fuertes relacionados con el miedo. No sabía bien qué le pasaba, pero eso hizo que dejara de salir a la calle sola. Cuando consultó a un especialista, tuvo una respuesta que la abrumó: le diagnosticaron un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). Después de años de tratamiento, con mejores y peores momentos, decidió compartir en redes sociales cómo es su día a día con el objetivo claro de concientizar. En un video publicado en TikTok, relató cómo logró vencer uno de sus mayores temores y se volvió viral. En diálogo con LA NACION, contó su historia.

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“Mi mundo se transformó de un día para el otro y de manera muy definitoria”, le dijo Romina Vitali a LA NACION. Explicó que empezó con algunos síntomas hipocondríacos que se volvieron tan intensos al punto tal que, a veces, no podía comer ni dormir. El único momento y lugar donde se sentía segura era cuando estaba sentada en el borde de la bañera de su casa. “Me daba pánico absolutamente todo. No salía a la calle por miedo a que cayeran metales pesados, y no quería abrazar a mi mamá porque podía haber un contaminante en ella”. Básicamente, no mantenía contacto con nadie porque una serie de “pensamientos irracionales” le colmaron la cabeza.

10 años atrás, Romina fue diagnosticada con un Trastorno Obsesivo Compulsivo severo (Foto: Gentileza Romina Vitale)
10 años atrás, Romina fue diagnosticada con un Trastorno Obsesivo Compulsivo severo (Foto: Gentileza Romina Vitale)

Sus síntomas eran muy evidentes y su entorno entendió que la única forma de seguir era pedir ayuda. Fue así como llegó a la Fundación Aiglé, donde la diagnosticaron con un Trastorno Obsesivo Compulsivo severo. Con el paso del tiempo, se dio cuenta de que, en realidad, lo tenía desde muy pequeña y que aumentó con el correr del tiempo.

“El TOC se caracteriza porque las personas que lo tenemos, en mayor o menor medida, sabemos que lo que pensamos no es racional, pero nos cuesta muchísimo combatir la angustia que esto nos provoca”, indicó. Asimismo, agregó: “Con ayuda terapéutica, se va tomando contacto con los objetos o situaciones temidas y se va dejando de hacer las compulsiones asociadas. Es un procedimiento que invierte el ciclo del TOC y permite que la persona adopte rutinas más saludables o se dé cuenta de que, como las expectativas de peligro que tiene no se cumplen, puede flexibilizarse y entender que no hay peligro”, detalló.

Las redes sociales como medio para contar experiencias y ayudar a los demás

Si bien Romina está en tratamiento hace muchos años y logró grandes avances, este trastorno, como la vida misma, no es lineal. Durante la pandemia de Coronavirus sufrió una recaída. “Me volví muy disfuncional y fue un momento muy incapacitante”, recordó.

Al tiempo que recibía ayuda, tomó una importante decisión: concientizar. Empezó a publicar videos en redes sociales para contar su historia con el objetivo de armar un sostén colectivo y poder hablar claramente sobre qué es el TOC. Esto también hizo que muchos se sintieran identificados. “No se trata tanto de transformarnos en personas hegemónicamente saludables, funcionales y perfectos, sino de mejorar nuestra convivencia con todos los aspectos que nos componen”, sostuvo.

Semanas atrás, Romina enfrentó uno de sus mayores miedos y compartió su logro a través de un video de TikTok. Por primera vez después de su recaída, pudo salir a la calle sola. Junto a su terapeuta hizo una lista de las cosas que más temor o ansiedad le provocaban y el simple hecho de poder caminar hasta la dietética y comprar sus propias cosas era una de las que la encabezaba. ¿Cómo lo resolvía hasta entonces? Dependía de que su pareja o su mejor amiga le llevara las cosas a su casa, no sin antes desinfectarlas durante varios minutos.

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En el clip que se volvió viral dejo claro que, a pesar del miedo que le provocaba la situación, pudo caminar las tres cuadras que separan su hogar del negocio. “Mi cabeza oscilaba entre querer controlar que nada malo pasara y disfrutar del sol y el viento en la cara”, describió en ese momento.

La emoción fue incontenible cuando puso un pie adentro del comercio y pudo elegir ella misma los productos que quería comprar. “Estoy sintiendo mucha felicidad. Me siento muy poderosa y que puedo hacer cosas sola. Es hermoso”, expresó en la filmación mientras los ojos se le llenaban de lágrimas.

“Durante los últimos años fui una persona ciento por ciento dependiente y sentía mucho deseo de poder salir y caminar por la calle sola”, reflexionó. Las ganas de vencer el miedo fueron más fuertes que cualquier otra cosa y por eso compartió su logro con las personas que estaban en la dietética. Todos la comprendieron y hasta la felicitaron. Incluso, la segunda vez que fue la esperaron con un regalo.

De a poco comenzó a ganar confianza y a vencer algunos de sus temores: desde sentarse en un bar sin tener que poner servilletas en la silla ni desinfectar los cubiertos, hasta poder volver a abrazar a su mamá. Con mucho esfuerzo tacha uno a uno los objetivos que se planteó en aquella lista. “Quizás son cosas muy básicas, pero para nosotros están vedadas. Para mí era un sueño caminar esas cuadras sola para comprar en la dietética y pude hacerlo. Es estimulante cuando atravesás los miedos y sentís que les estás ganando”, reconoció.

No todo es un diagnóstico

En retrospectiva, y al visualizar los miedos que venció, Romina se puso en frente a esa otra versión de ella misma que sentía que la bañera era el único lugar seguro en el mundo, y le habló con el corazón. “Arremángate y prepárate porque vas a tener que dar pelea, pero quédate tranquila que vas a poder”, le dijo.

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Durante mucho tiempo, una parte suya estuvo muy enojada con lo que le había pasado. Vitali es cantante y justamente los síntomas empezaron a manifestarse con más fuerza en 2009, mientras su segundo disco Étnica ganaba el Premio Carlos Gardel como “Mejor álbum nuevo artista de pop”. A la distancia, piensa en todo lo que ganó y en todo lo que aprendió y lo define con una frase contundente: un diagnóstico no define a una persona.

Recibida de psicóloga y con un posgrado en camino, es autora del libro TOCada. Además, no deja de lado la música, la cual ocupa un lugar muy importante en su vida.

Romina es cantante, licenciada en psicología y también escribió un libro (Foto: Gentileza Romina Vitale)
Romina es cantante, licenciada en psicología y también escribió un libro (Foto: Gentileza Romina Vitale)

Hoy, todas sus facetas convergen en el deseo de poder brindar herramientas para que las personas puedan entender qué es este tipo de trastorno. Remarca una y otra vez que el TOC “no es un monstruo”, pero sí un término mal usado y ninguneado. Por eso, a través de su historia, busca que las personas puedan empatizar y sobre todo respetar a alguien que lo tiene.