"El tiburón es demonizado todos los días y está sufriendo por esto, se lo está cazando sin control"

Casi una de cada cinco especies de tiburones está clasificada por la IUCN (International Union for Conservation of Nature) como amenazada de extinción por la sobreexplotación pesquera, las capturas accidentales y el finning.

El aleteo o finning consiste en cortarle las aletas al tiburón y tirar su cuerpo mutilado al mar sin aprovecharlo, donde inevitablemente morirán por asfixia al no poder nadar, desangrados o devorados por otros peces. La Ley 9 de 2006 prohíbe la práctica del aleteo en las aguas jurisdiccionales de la República de Panamá pero igual se sigue realizando.

"Con el documental Missing Sharks busco revertir esta fama injusta que le creamos a los tiburones para generar conciencia y protegerlos. Son indicadores de un océano saludable", dice Martina Álvarez, periodista ambiental, instructora de buceo, viajera y bloggera que realizó este documental sobre la caza de tiburones en Panamá.

A pocas horas del estreno esta amante del mar conversó con LA NACION.

- ¿Qué es lo que te apasiona de los tiburones?

De los tiburones me apasiona su perfección y su elegancia, cómo se mueven y nadan o incluso cuando están quietos y solo mueven sus branquias. Me da curiosidad y me fascina la sensación de adrenalina y respeto que transmiten. Ese sentirte chiquitita e indefensa al lado de ellos y darte cuenta que el ser humano no es el dueño de este planeta ni la especie más fuerte.

De alguna forma verlos tan increíbles y estar al lado de ellos te hace sentir que este mundo no fue creado únicamente para nosotros. Te lleva a cuestionarte cómo nosotros, siendo tan pequeños, podemos hacerles tanto mal.

Son seres increíbles que están antes que nosotros en la tierra. Me parecen alucinante sus capacidades, como por ejemplo que detecten campos electromagnéticos de los seres vivos al moverse dentro del agua, su buen sentido del olfato, su velocidad.

- ¿Por qué decidiste protegerlos?

En mi opinión el tiburón es uno de los animales más malentendidos del planeta por las ideas que nos impusieron a través de las noticias y las películas. Les tenemos muchísimo miedo y esto complica para que haya leyes que los protejan y regulen su caza. Es mucho más fácil conseguir que la opinión pública esté a favor de salvar las ballenas o los delfines que lograr proteger a los tiburones.

El tiburón es demonizado todos los días y está sufriendo por esto, se lo está cazando sin control. Acá en Panamá no está regulada la caza de tiburones, solo está prohibido el aleteo, pero eso no frena la cantidad de tiburones que se sacan del mar antes de la edad de reproducción.

Hacer periodismo ambiental y especializarme en temas relacionados al océano significa darle voz al mar, a quien visito todos los días cuando voy a bucear y que no puede defenderse por sí mismo o salir a reclamar sus derechos o explicar qué le están haciendo mal.

Como instructora de buceo paso muchísimo tiempo en el fondo submarino, podría decirse que es mi oficina y puedo vivir y observar lo que pasa allí abajo. Veo desde cualquier tipo de basura y plástico hasta el daño que sufren los animales.

Como buceadora me preocupaba mucho la ausencia de tiburones, porque es el predador tope de la cadena alimenticia del mar que regula toda la cadena alimenticia del océano, genera un orden natural en el mar. Si ellos desaparecen, este orden desaparece también. Un mar con tiburones es indicador de un océano sano, si no los ves significa que algo anda mal.

No podía entender como en otros lugares del Caribe, como por ejemplo Roatán en Honduras o Isla del Coco en Costa Rica, había tantos tiburones y nosotros que pasamos horas y horas en el fondo del mar del Caribe panameño solo nos cruzábamos con alguno cuando teníamos muchísima suerte.

Esto nos llevó a empezar a dialogar con los pescadores, entrevistarlos y entender que hubo sobrepesca en el pasado y que esto sigue ocurriendo en otros lugares de Panamá. El haber vivido casi 5 años en el Archipiélago Bocas del Toro facilitó muchísimo el diálogo con ellos.

Nos explicaron que para que la carne del tiburón sea rica, se lo caza antes de la edad de reproducción porque sino su carne huele mal. Esto es un gran problema porque se lo caza antes de que pueda tener crías. Entonces ¿cómo nos aseguramos que sigan en el océano?

- ¿Qué especies de tiburones están en una situación crítica en Panamá?

Lo que vimos cuando fuimos a investigar al mercado de mariscos en ciudad de Panama fue mucho tronco de martillo y punta blanca. El martillo es una especie en peligro de extinción.

- ¿Qué países pescan más tiburones?

El problema no es tanto sobre los países que lo pescan, sino más bien quiénes son los que lo compran. Muchos de los pescadores entrevistados nos decían que vendían a China o a Japón la bolsa de aletas de tiburón a 100 dólares la libra.

En Panamá hay una ley del 2006 que prohíbe el aleteo, pero lo que no hay es ningún tipo de regulación sobre la cantidad y la edad del ejemplar.

- ¿Cómo surgió el documental? ¿Por qué elegiste Panamá?

Panamá es el lugar donde estuve viviendo muchos años como instructora de buceo, y donde pasé horas y horas en el fondo del mar. Me dio muchísimas alegrías y buenos momentos en el océano. Al no ver tiburones en mi lugar de trabajo me preocupé y junto con mis amigos buceadores decidimos comenzar esta investigación.

Me ocupé de la dirección y la investigación periodística junto a un equipo de jóvenes panameños y argentinos. Entre los que está mi hermano Félix Álvarez de 22 años, músico, que se ocupó junto a su productora de crear todo el sonido de la película; Augusto Fernández de 24 años, que también vive en la isla y filmó muchas partes de la película; Jazmín Levis de 30 años, quien también vivió en la isla trabajando en una ONG ayudando a la gente de la comunidad y que se ocupó de la postproducción y el montaje y Alex Keppel, local de la isla, que me enseñó casi todo lo que sé de buceo.

También SharkDefenders nos apoyó y orientó y nos ayudó mucho contar con el apoyo del reconocido fotógrafo de tiburones Mike Bolton, que vive en Panamá y trabaja mucho con Discovery Channel.

Lo hicimos poniendo nuestro tiempo y dinero propio, porque creemos en la causa, nos gusta la naturaleza, el mar. Surfeamos, buceamos y queremos devolverle al mar un poco de las alegrías que nos da todos los días.

El documental no se trata de atacar a quien caza al tiburón. Hablando con ellos, entendimos que el pescador es simplemente alguien que trata de alimentar a su familia y poner un plato de comida en la mesa. Pero lo que si queremos es crear consumidores conscientes.

Organizaciones como MarViva nos dieron información con un marco más científico y nos orientaron en la parte de biología marina explicándonos el problema. Nos dijeron que muchas veces se pone la carne de tiburón en el ceviche y que la gente no sabe que lo está comiendo. Además se lo vende con el nombre de "cazón" en lugar de tiburón.

Si alguien está cazando sin regulación a los tiburones es porque alguien compra la carne. Nosotros tenemos el poder de revertir esto y buscar otras alternativas de consumo más sustentables de pesca, respetando las vedas para evitar que afecten la salud y el orden del océano. El ecoturismo también puede ser una gran opción ya que los turistas pagan por ver tiburones, bucear con ellos y tener esta experiencia. Los tiburones incluso valen mucho más vivos que muertos.

Es muy gratificante que la gente local apoye el documental, porque significa que están cuidando lo que les pertenece y entienden el valor de la naturaleza.

- Podrías contar alguna experiencia que te impactó al estar en contacto con los tiburones

Cuando tuve mi primer encuentro con un tiburón recuerdo que lo observé fascinada. Me llamó la atención sus branquias que se abrían y cerraban como si quisieran decirme que estaba vivo, su aleta puntiaguda me pareció elegante y sus ojos abiertos aumentaron mi adrenalina. Medía dos metros y aun así, yo dudaba si eso era realmente un tiburón. No podía creer que el animal del que tanto había escuchado hablar mal estaba enfrente de mí, relajado al lado de una roca, ignorándome, sin hacer mal a nadie.

Otra experiencia que me impactó fue cuando nadé por primera vez con un tiburón ballena, el pez mas grande del mundo. Ahí pude entender mejor el espacio que ocupaba en este planeta. Yo era un puntito chiquitito del océano, vulnerable, diminuta al lado de ese animal inmenso y amigable.

- ¿Cómo es la situación de los tiburones en el mundo?

La caza de tiburones es algo que sucede en todos los mares del mundo. En el Atlántico Sur también se encuentran en estado de vulnerabilidad. Aunque no los veamos, están ahí y cada vez quedan menos. Como predadores tope, cumplen un rol esencial en el ecosistema marino manteniendo su equilibrio, son indicadores de la salud del océano. A nivel mundial los tiburones son de las especies marinas más amenazadas, de las 58 especies existentes 17 se encuentran en peligro de extinción. Menos de 100 personas son atacadas por tiburones anualmente, en cambio entre 100 y 300 millones de tiburones son capturados cada año. Tenemos que frenar esta caza desmedida porque depende en gran medida de ellos el equilibrio en la biodiversidad marina.