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Te puedes imprimir el cráneo de un dinosaurio en tu casa

Fotografía del cráneo original sobre el que se ha realizado el estudio. Crédito: Kimberley Chapelle
Fotografía del cráneo original sobre el que se ha realizado el estudio. Crédito: Kimberley Chapelle

¿Quién no ha querido tener un cráneo de dinosaurio en su salón? Bueno, tal vez no mucha gente. Pero para aquellos que quieran, o simplemente les llame la atención, pueden imprimirse una reconstrucción completa del cráneo de un dinosaurio de la especie Massospondylus sp. con una impresora 3D. Los archivos se pueden descargar, de manera libre, en este enlace.

Que es también el enlace a un artículo reciente, en el que se explican las particularidades de este cráneo. Una de las primeras reconstrucciones completas de esta parte del esqueleto de un dinosaurio, basadas en escáneres de tomografía computerizada (CT-scans en inglés).

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A parte de la posibilidad de imprimirse el cráneo en casa, ¿qué tiene de interesante el artículo? Hay varias cosas que destacan. Pero tal vez la primera de ella sea que, gracias a la resolución de los escáneres, se ha podido estudiar el oído interno del animal. Y con ello, su sentido del equilibrio.

Puede parecer algo menor, pero realmente aporta mucha información. Principalmente, de cómo situaba su cabeza el dinosaurio: si la mantenía erguida o continuaba la línea de la espalda, o si miraba hacia abajo, tal como se suele representar a los dinosaurios carnívoros tipo T. rex.

En este caso, parece que la mantenía a continuación del cuello, tal como corresponde a su supuesta dieta herbívora. Curiosamente, y también es un dato nuevo de este estudio, se ha encontrado que reponían sus dientes de manera continua, y no dos veces en su vida como hacemos los mamíferos. Dentro de la mandíbula, escondidos para otras técnicas, aparecen pequeños dientes.

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Merece la pena comentar que se trata de un juvenil de esta especie. Ya se intuía por su tamaño, pero al estudiar las suturas del cráneo queda claro. Aún no están fijadas, lo que implica que se encontraba aún en fase de crecimiento.

La cantidad de datos que esta técnica aporta es enorme. Baste comentar que, además de los que ya hemos citado, se puede saber dónde y cómo salían los nervios del cerebro. Las marcas y conductos necesarios para ello se ven claramente en un escáner, pero no es posible percibirlos con las técnicas comunes.

Así que tenemos una gran cantidad de información. Y unos archivos que se pueden emplear para comprobarlos, o para tener una figura curiosa en casa… o como recurso para explicar la anatomía, el modo de vida y la evolución de los dinosaurios en aulas y museos. Siempre que tengamos a mano una impresora 3D, claro.