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Superación: la influencer mendocina que enseña a "vivir mejor la discapacidad"

La mendocina Natalia Acevedo, a los 37 años, encontró la forma de mostrarle al mundo que la discapacidad no es un impedimento para hacer lo que desea
Fuente: LA NACION - Crédito: Marcelo Aguilar

MENDOZA. -De un momento para otro, como el accidente que le cambió la vida a los 16 años, Natalia Acevedo se convirtió en una influencer en las redes sociales. Pero, lo más distintivo y llamativo, es el empuje de esta mendocina de 37 años, licenciada en Sistemas de Información, para demostrar que la discapacidad no es un impedimento para hacer lo que a uno le gusta, sin tapujos.

Natalia tiene 37 años y es una profesional en informática que se desarrolla en el negocio de las "start up". A los 16 años, un accidente automovilístico en la ruta la dejó en silla de ruedas, luego de quebrarse la columna vertebral, con una lesión medular T7-8. Pero, no bajó los brazos
Fuente: LA NACION - Crédito: Marcelo Aguilar

Por eso, en el mundo virtual, donde no para de sumar seguidores, es considerada una incluencer, ya que levanta bien alto la bandera de la inclusión, y va dejando huellas a cada paso, naturalizando su condición física. Ella misma reconoce que nada fue fácil pero decidió empezar a derribar barreras, sobre todo las propias; y cada vez se anima a más.

Así, el objetivo es lograr que más personas, de cualquier parte del planeta, se contagien de entusiasmo y energía para aprender superar los obstáculos que se presentan en el día a día arriba de la silla de ruedas. Esto es, desde ir al baño, cocinar, salir a trabajar, pasear, hacer deportes, andar en auto, ir a un bar, viajar por el mundo y hasta tener relaciones sexuales. Todo pasa a ser parte de una normalidad que hay que desandar y superar cada jornada, sin más vueltas.

"Es muy emocionante, siento que voy dejando huellas, para que otros puedan tener la oportunidad de vivir mejor la discapacidad. Por ejemplo, un día fui a un cajero, con escalones, y me pidieron disculpas. Al poco tiempo, lo habían adaptado. Mi objetivo es motivar y educar a la gente, que muchas veces no se da cuenta o hace cosas sin intención. Además, enseño técnicas para manejarse con la silla de ruedas; y no todo es cuestión de fuerzas", expresó a LA NACION la profesional, quien trabaja en una "fintech" o "start up" del sector financiero, que se encuentra desarrollando una "billetera virtual", denominada Ohana, donde tienen muy presente la inclusión. De hecho, busca profundizar su incursión en el mundo tecnológico y ya tiene en mente algunos proyectos, como puede ser una app de bolsa de empleo virtual para discapacitados.

"La red ha crecido muchísimo; me escriben de todo el mundo para preguntarme de todo, para hablar y compartir experiencias. Me encanta ayudar, y no solo quiero mostrar, sino accionar; que vivan la misma experiencia. No hay que estar enojado con lo que a uno le pasó, sino con toda la energía, porque como está uno es lo que se transmite a los demás. Por eso, siempre con una sonrisa; y se puede aprender mucho de eso", sumó Natalia en diálogo con este diario mientras compartía una salida con amigos en un bar de la reconocida Arístides Villanueva, centro neurálgico de la "movida" mendocina.

Natalia busca siempre el tiempo y el lugar para reunirse con sus amigos. Esta vez, fue con las compañeras de trabajo de la fintech Ohana, en un bar de la concurrida avenida Arístides Villanueva, en la capital provincial.
Fuente: LA NACION - Crédito: Marcelo Aguilar

"Si estuvieran abiertos los boliches, ahí estaría, disfrutando a full", acotó esta mendocina que no para de mirar hacia adelante. "Es la voluntad de cada uno; yo no la pasé bien, he pasado por todas las situaciones y trabas, pero se puede. Ahora en sitios clave como la universidad hay hasta baños para discapacitados. Dejé huellas y hay cosas que cambiaron", destacó Acevedo, al tiempo que recordó que en su Malargüe natal hicieron hasta una rampa en el sitio turístico la Laguna de la Niña Encantada luego de que su silla de ruedas quedara trabada en una excursión que hizo con un grupo de amigas. "Creo que le van a poner mi nombre a esa rampa, imaginate", dijo con timidez, pero orgullosa.

Por otro lado, ahora, fuera del ámbito laboral, se suma su profesor de Entrenamiento Funcional, David Pérez, con quien lleva adelante una iniciativa que denominaron "Rompiendo barreras". La idea es hacer actividades al aire libre y en diferentes espacios, demostrando que todo es posible. "Ahora ya no solo es mostrar lo que nos pasa, sino accionar. Es incentivar a que se animen. Yo no soy una profesional del deporte, solo hago deportes, y todo se puede lograr", indicó Acevedo, quien también comenzó a realizar travesías en bicicleta adaptada a la Alta Montaña mendocina.

Natalia, licenciada en Sistemas de Información, junto a su entrenador, David Pérez, con quien impulsa el proyecto "Rompiendo barreras". Ya se animó a andar en bicicleta por la montaña mendocina y utiliza parques de la capital provincial para mostrar cómo se ejercita.
Fuente: LA NACION - Crédito: Marcelo Aguilar

La vida de Natalia dio un vuelco de 180 grados en plena adolescencia, cuando vivía en Malargüe, en el sur de la provincia, junto a sus padres y tres hermanos. A los 16 años, un accidente automovilístico en la ruta la dejó en silla de ruedas, luego de quebrarse la columna vertebral, con una lesión medular T7-8. Estuvo un año con rehabilitación en una institución privada de la capital provincial. Finalmente, volvió a Malargüe a terminar la secundaria y hasta poder hacer el viaje de egresados. "Tuve un acompañamiento impresionante de todos. Hasta mis compañeros me pagaron el viaje", recuerda Natalia, quien luego regresó a la capital provincial para cursar la carrera universitaria. Ya recibida en el 2010 comenzó con pasantías y trabajó luego en varias empresas de tarjetas de crédito y de software. De hecho, fue parte de IBM y desde hace poco tiempo ingresó en la fintech. "Es el mundo que se viene, además están a full con la inclusión. Se enfocan mucho en eso y es súper motivante. Además, vale decirlo, a diferencia de muchas personas discapacitadas, nunca tuve problemas de trabajo. Ojalá que todos vivieran lo mismo", señaló.

Natalia, licenciada en Sistemas de Información, junto a su entrenador, David Pérez, con quien impulsa el proyecto "Rompiendo barreras". Ya se animó a andar en bicicleta por la montaña mendocina y utiliza parques de la capital provincial para mostrar cómo se ejercita.
Fuente: LA NACION - Crédito: Marcelo Aguilar

La sexualidad también es muy importante en la vida de Natalia, como en la de cualquier otra persona, por eso busca llevar ese mensaje de que no hay impedimentos frente al deseo. "Soy tremenda, hago vida normal, es muy importante la sexualidad. Creo que se infantiliza con los discapacitados, pero yo soy una mujer, y por qué no puedo", se preguntó Natalia, quien también ha hecho producciones de fotos en lencería y muestra la mejor forma de pasar de la silla de ruedas a la cama.

"Hay que animarse. Antes no usaba pantalones cortos ni minifaldas. En mi proyecto también esté ese mensaje: que las chicas no pasen tanto tiempo para animarse. No tiene que haber barreras, porque se las hace uno mismo. Hay que mostrarse tal cual uno es y empezar a disfrutar", cerró.