Sunak se enfrenta a revuelta en su partido tras desvelar un nuevo plan de asilo en Ruanda

El primer ministro británico, Rishi Sunak, ofrece una conferencia de prensa sobre inmigración en Downing Street, Londres, Reino Unido.

Por Andrew MacAskill y Kate Holton

LONDRES, 7 dic (Reuters) - El primer ministro británico, Rishi Sunak, luchaba el jueves por mantener unido a su partido, un día después de desvelar un plan para ignorar algunas leyes de derechos humanos y enviar inmigrantes a Ruanda, poniendo de nuevo sobre la mesa las profundas divisiones de su partido.

Enfrentado al mayor desafío de su mandato de un año, Sunak está intentando evitar que los legisladores del ala derecha del Partido Conservador se rebelen por su exigencia de que Reino Unido abandone los tratados internacionales para fijar su propia política migratoria.

Su ministro de Inmigración dimitió el miércoles y ahora se enfrenta a las dudas sobre si podrá conseguir que su política se someta a votación en el Parlamento. Algunos legisladores conservadores afirmaron el jueves que Sunak podría enfrentarse a un desafío a su liderazgo.

Un político conservador que apoya a regañadientes el plan de Ruanda dijo que el último año demostró que sus colegas pueden ser despiadados a la hora de destituir a un primer ministro atribulado. "Tengo una sensación de dejà vu", afirmó.

El proyecto llega tres semanas después de que el Tribunal Supremo británico dictaminara que Ruanda no es un lugar seguro para enviar a quienes llegan en pateras a la costa sur de Inglaterra, y que el plan infringiría la legislación británica e internacional.

El plan está en el centro de la estrategia del gobierno para frenar la inmigración ilegal. La decisión del tribunal supuso un revés para Sunak, que lucha por reactivar una economía débil y se encuentra muy por detrás del principal partido opositor de cara a unas elecciones previstas para el año que viene.

Sunak podría convertir la votación parlamentaria de la próxima semana en un voto de confianza -lo que significa que, si pierde, podría desencadenar unas elecciones nacionales- en un intento de apuntalar el apoyo del partido.

Hasta ahora, sólo una legisladora conservadora ha pedido en público una moción de censura, pero seis de sus colegas lo han hecho en privado. Para desencadenar un desafío al liderazgo, 53 de los 350 legisladores conservadores del Parlamento deben escribir cartas de censura al presidente del Comité 1922.

(Reporte de Andrew MacAskill, Alistair Smout, Muvija M y Sarah Young; editado en español por Carlos Serrano)