La indignación de Steve Kerr ante la última muerte de un afroamericano tras sufrir brutalidad policial

Steve Kerr, entrenador de los Golden State Warriors, gesticula durante un partido.
Steve Kerr, entrenador de los Golden State Warriors. Foto: Ezra Shaw/Getty Images.

A nadie pilla por sorpresa que Estados Unidos es un país con conflictos raciales terribles derivados de causas históricas y sociológicas muy complejas. Cada cierto tiempo, por ejemplo, nos encontramos la noticia de un abuso policial, a menudo con consecuencias funestas, en el que suele ser un agente del orden de raza blanca el que agrede a un ciudadano negro. Movimientos como Black Lives Matter se han organizado para protestar contra estas situaciones.

Porque normalmente son los propios negros los que denuncian el maltrato que sufren. Es más raro que sea un blanco famoso el que se solidarice y haga público su enfado ante hechos de este calibre. Y justo esto es lo que ha ocurrido ahora, con Steve Kerr como protagonista.

Kerr es desde 2014 entrenador de los Golden State Warriors, con quienes en cinco temporadas ha logrado unos registros impresionantes: tres campeonatos y dos finales de la NBA. En su época de jugador ganó otros cinco anillos, tres de ellos con los Bulls al lado de Michael Jordan. Diecisiete años después de su retirada, todavía mantiene uno de los mejores registros de la historia de la competición en lanzamientos de triples.

Steve ha publicado un mensaje en Twitter refiriéndose al último suceso que ha sacudido a la opinión pública norteamericana:

Esto es asesinato. Asqueroso. En serio, ¿cuál diablos es el problema con Estados Unidos?

El caso que ha desencadenado esta reacción es la muerte de George Floyd, un afroamericano de 46 años, tras ser detenido por la policía en Minneapolis. Se ha hecho viral un vídeo en el que se ve a uno de los agentes oprimiendo el cuello de la víctima con su rodilla, mientras este se queja de que no puede respirar; en la grabación no se aprecia el motivo por el que las autoridades le detuvieron. Los implicados han sido despedidos y el FBI continúa las investigaciones para esclarecer los hechos.

Lo ocurrido recuerda mucho a otra situación de violencia policial que se remonta a julio de 2014, cuando otro afroamericano, Eric Garner, murió en circunstancias muy parecidas. La policía de Nueva York le había retenido por vender cigarrillos de forma ilegal y uno de los agentes aplicó la misma técnica de inmovilización: sujetarle el cuello con la rodilla. La comunidad negra utilizó a menudo la frase que repitió varias veces Garner antes de fallecer, “I can’t breathe” (“no puedo respirar” en inglés), en las protestas que tuvieron lugar durante los meses siguientes.

De izquierda a derecha, Rudy Gay, Ramon Sessions y Eric Moreland luciendo camisetas con el lema "I can't breathe" durante un partido de los Sacramento Kings en diciembre de 2014.
De izquierda a derecha, Rudy Gay, Ramon Sessions y Eric Moreland luciendo camisetas con el lema "I can't breathe" durante un partido de los Sacramento Kings en diciembre de 2014. Foto: Hector Amezcua/Sacramento Bee/Tribune News Service via Getty Images.

Incluso deportistas profesionales de raza negra se sumaron a la iniciativa. Uno de ellos, ya entonces, fue LeBron James, siempre muy activo en este tipo de causas. De hecho, ahora ha compartido en Instagram un mensaje muy elocuente acerca de lo sucedido con Floyd:

En el montaje se ve, a la izquierda, al policía maltratando a Floyd, y a la derecha a Colin Kaepernick, antiguo quarterback de los San Francisco 49ers de la NFL. Este footballer se hizo especialmente polémico cuando decidió arrodillarse durante la interpretación del himno nacional que se hace siempre antes de los partidos de fútbol americano, como medida de protesta precisamente por el abuso que sufren los negros en Estados Unidos. Varios compañeros siguieron su ejemplo, pero fue Kaepernick el que sufrió las peores consecuencias: en 2016 se rescindió su contrato y ningún otro equipo le ha querido fichar, pese a que los expertos coinciden en que su nivel es más alto que el de muchos jugadores de su misma posición que permanecen en la liga.

El hecho de que esta vez se hayan sumado figuras públicas de raza blanca tan relevantes como Kerr puede suponer un punto de inflexión para que la mentalidad del conjunto de la sociedad estadounidense cambie. No obstante, Kerr en particular es una persona que nunca ha ocultado sus opiniones políticas en este tipo de cuestiones. Ya se mostró muy crítico en el pasado con el presidente Donald Trump, al que calificó de “fanfarrón” que “habitualmente utiliza palabras e insultos racistas y misóginos”. De hecho, los Warriors campeones de 2017 bajo su mando no hicieron la visita tradicional a la Casa Blanca después de conseguir su título.

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