"No soy la persona que ellos creen", Ovidio se defendía
CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 16 (EL UNIVERSAL).- En apariencia, su liderazgo dentro de la organización criminal fundada por su padre no era tan relevante como el de sus hermanos, pero para Estados Unidos se había convertido en un objetivo prioritario.
Autoridades de la Unión Americana identificaron a Ovidio Guzmán López como uno de los principales exportadores de fentanilo y metanfetaminas; tenía a su cargo los laboratorios para la producción de drogas sintéticas, de acuerdo con las autoridades estadounidenses.
Tras su fallida detención en octubre de 2019, Ovidio Guzmán López vivió con suma tranquilidad durante tres años en la capital sinaloense, donde se movía libremente y de la que nunca salió.
Tenía tres domicilios a los que acudía con frecuencia, dos de los cuales se ubican en el Desarrollo Urbano Tres Ríos y en la sindicatura Jesús María, a visitar a familiares.
Culiacán, asiento del Cártel de Sinaloa, es el principal bastión de los hijos de Joaquín Guzmán Loera: Ovidio, Iván Archivaldo, José Alfredo y Joaquín, quienes se disputan el control del grupo criminal con Ismael "El Mayo" Zambada.
Ovidio Guzmán López, alias "El Ratón", pasó ocho meses preso en el penal de máxima seguridad de El Altiplano, al que fue ingresado vía aérea y del que salió del mismo modo para finalmente ser entregado sigilosamente al gobierno de Estados Unidos, que lo quería desde 2019.
Estuvo recluido con diversos padecimientos como ansiedad y depresión, además de que cuando fue encarcelado convalecía a causa de una cirugía del estómago, por lo que requería medicamentos y una dieta especial, según lo dicho por su abogado en la primera audiencia que tuvo después de haber sido detenido la madrugada del 5 de enero de este año por el Ejército mexicano en Culiacán, Sinaloa.
Le practicaron exámenes médicos, le entregaron su uniforme de reo, artículos de aseo personal y fue aislado durante algunos días conforme al protocolo de Covid-19.
En marzo pasado, el líder de Los Chapitos del Cártel de Sinaloa dijo ante el juez Gregorio Salazar Hernández, quien llevaba su caso, que no era la persona que Estados Unidos estaba buscando.
"No soy la persona que ellos creen, que reclama Estados Unidos", aseguró entonces.
Guzmán López y sus abogados interpusieron diversos amparos para frenar su extradición a Estados Unidos, en los que les concedieron varias suspensiones que fueron insuficientes para evitar su traslado.
Mientras Ovidio Guzmán López estuvo preso en el penal de El Altiplano, la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) lanzó una cacería contra sus hermanos Iván Archivaldo y José Alfredo Guzmán Salazar, y Joaquín Guzmán López, a quienes responsabilizó de inundar Estados Unidos con fentanilo, la droga que está matando a más de 100 mil estadounidenses cada año.
"El Ratón" es hijo de Griselda López Pérez, la segunda esposa del capo Joaquín "El Chapo" Guzmán, detenida en mayo de 2010; sin embargo fue puesta en libertad.