Soplan vientos de rebelión desde el este de Alemania ante el confinamiento

BERLÍN.- La canciller Angela Merkel enfrenta el comienzo de una auténtica rebelión en el este de Alemania, donde quieren levantar la mayoría de las medidas para contener la pandemia de coronavirus, a pesar de que persisten las inquietudes.

A partir del 6 de junio, tanto la obligación de portar mascarilla como la de respetar la distancia física serán en parte eliminadas en Turingia, un land (estado regional) poco afectado por la pandemia, con 1800 casos constatados y 152 muertes, de acuerdo a cifras oficiales.

Coronavirus hoy en la Argentina y el mundo: minuto a minuto y las novedades del 25 de mayo

Esta decisión local choca con el gobierno de Merkel, que tiene la intención de prolongar las medidas de distanciamiento social hasta el 5 de julio, conforme a un protocolo al que la AFP tuvo acceso este lunes que será discutido durante esta semana con los 16 estados regionales.

"No digo que la gente comience a abrazarse o a quitarse las mascarillas para besarse", matizó Bodo Ramelow, dirigente de extrema izquierda en Turingia. Pero no es "lógico" mantener restricciones en tanto la mitad de los distritos de la región no han registrado ningún nuevo infectado durante las últimas tres semanas, afirmó.

No obstante, este land, uno de los de menor densidad de población del país, podría aplicar un plan de reconfinamiento en caso de que en una semana alcanzara la cifra de 35 nuevos infectados cada 100.000 habitantes.

Además, el uso de mascarillas podría continuar siendo obligatorio en los transportes públicos, aseguró este lunes un próximo a Ramelow, enfrentando las críticas.

Nuevos focos

Turingia fue imitada este lunes por la vecina Sajonia, también poco damnificada por el coronavirus, con 205 muertes y unos 5000 casos registrados oficialmente.

Este anuncio de regreso a la normalidad fue recibido con frialdad en el resto de Alemania, preocupada por una eventual segunda oleada de la pandemia, que empañaría un balance bastante positivo en relación con otras naciones europeas, al haber contenido la cifra de decesos por la pandemia en 8300.

"Lo que hace (Ramelow) no es algo valiente sino estúpido", señaló con furia el diario conservador Die Welt. Este lunes de mañana por videoconferencia, los líderes de la CDU, partido de Merkel, denunciaron una "señal devastadora".

"En ningún caso hay que proyectar la impresión de que la pandemia ha terminado", advierte el ministro de Salud federal, Jens Spahn.

A pesar de que la tendencia general es que la pandemia remite, afirma que quedan "focos locales y regionales donde el coronavirus se propaga de nuevo rápidamente, lo que requiere una intervención inmediata".

En Frankfurt, unos 107 fieles de una iglesia bautista se han contagiado en los últimos días. En Leer, en el norte del país, 18 clientes de un restaurante se infectaron en cuanto reabrió, el 15 de mayo.

"Carrera" por el desconfinamiento

A pesar de bregar durante tres semanas por un desconfinamiento gradual, las otras regiones alemanas tampoco ven con buenos ojos las iniciativas de Turingia y Sajonia.

Al frente de Baviera, la región más golpeada por el coronavirus, el conservador Markus Söder ve en este levantamiento total de las medidas restrictivas una "señal fatal".

"En Baviera, nos vimos particularmente afectados a causa de tener frontera con Austria. (...). No quiero que se infecte de nuevo como consecuencia de una política negligente llevada a cabo en Turingia", también fronteriza con su región, advierte Söder, convertido en una de las personalidades más populares en Alemania, y posible sucesor de Angela Merkel, en 2021.

Miembro de la coalición de gobierno, el Partido Socialdemócrata (SPD) teme que se entable una "carrera" de desconfinamiento entre las distintas regiones en pos de reactivar la economía en recesión, y restaurar las libertades públicas.

Turingia y Sajonia, donde la extrema derecha es potente, se arriesgan además, según el responsable de Salud del SPD, Karl Lauterbach, a "brindar la impresión de plegarse" a los manifestantes de las "Corona demos", que reúnen todas las semanas en toda Alemania a activistas de ultraizquierda, de la derecha identitaria y partidarios de las teorías del complot, opuestos a las restricciones.

Agencia AFP