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Los sonidos secretos de 'Duna': Rice Krispies y Marianne Faithfull

A “Duna” la conforman los detalles y Denis Villeneuve los conoce casi todos. El cineasta francocanadiense creció obsesionado con la exitosa novela de ciencia ficción de Frank Herbert y ha pasado los últimos años de su vida adaptando ese libro de 1965 a una franquicia cinematográfica en ciernes. La primera entrega se estrenó en octubre y la segunda comenzará a rodarse a finales de este año, así que, si hay algo que quieras saber sobre el funcionamiento interno de “Duna”, le tienes que preguntar a Villeneuve.

No obstante, la semana pasada en Malibú, California, mientras miraba divertido una caja azul de cereal, Villeneuve admitió que se le había escapado un detalle clave hasta ahora.

“Apenas me entero de que los Rice Krispies hicieron una aparición en ‘Duna’”, comentó.

Estábamos en la playa Zuma Beach en una de esas tardes cálidas de marzo en las que los lectores neoyorquinos seguramente preferirían que no ahondara, y los editores de sonido de Villeneuve, nominados al Oscar, Mark Mangini y Theo Green, estaban cerca, vertiendo cereal en la arena. No lo hacían para alimentar a las gaviotas; Mangini y Green querían mostrar las técnicas de recopilación de sonidos que utilizaron para ambientar Arrakis, el planeta desértico donde el héroe de “Duna”, Paul Atreides (Timothée Chalamet), descubre su destino.

“Una de las imágenes más llamativas de la película es cuando Paul pisa el planeta por primera vez”, explicó Mangini. Como la arena de Arrakis está impregnada de “especia”, una sustancia valiosa y alucinógena, los diseñadores de sonido tuvieron que encontrar una forma audible de transmitir que había algo especial bajo sus pies.

Para explicármelo, Mangini enterró su bota de trabajo en un área de arena blanda en la que había espolvoreado Rice Krispies. La arena produjo un crujido sutil y seductor, y Villeneuve esbozó una gran sonrisa. Aunque lo había oído muchas veces en la posproducción, no tenía idea de lo que los diseñadores de sonido habían inventado para captar ese sonido.

“Una de las cosas que me encantan del cine es el cruce entre la tecnología tipo NASA y la cinta adhesiva”, dijo Villeneuve. “Utilizar un micrófono muy caro para grabar Rice Krispies, ¡eso me emociona profundamente!”.

Un ingeniero de sonido lanza arena para demostrar cómo se hicieron los sonidos para la película "Duna", en el Parque Nacional del Valle de la Muerte en California, el 8 de marzo de 2022. (Peter Fisher/The New York Times).
Un ingeniero de sonido lanza arena para demostrar cómo se hicieron los sonidos para la película "Duna", en el Parque Nacional del Valle de la Muerte en California, el 8 de marzo de 2022. (Peter Fisher/The New York Times).

“Duna” está llena de esos sonidos ingeniosos y secretos, casi todos provenientes de la vida real: de los 3200 sonidos creados exclusivamente para la película, solo cuatro se hicieron solo con equipos electrónicos y sintetizadores. Green señaló que en muchas películas de ciencia ficción y fantasía se tiende a indicar el futurismo con sonidos que nunca hemos oído antes.

“Pero la visión de Denis era que esta película se sintiera tan familiar como ciertas zonas del planeta Tierra”, señaló Green. “No te estamos poniendo en una película de ciencia ficción, sino en un documental sobre los habitantes de Arrakis”.

Para lograrlo, Green y Mangini hicieron una primera expedición al Valle de la Muerte para recolectar sonidos naturales que pudieran utilizarse después para la paleta sonora de la cinta. “Cuando un público escucha un sonido, hay una casilla subconsciente que se marca y dice, esto es real”, dijo Mangini, pero dentro de esa realidad, Mangini no tiene miedo de llevar las cosas al límite: mientras trabajaba en “Mad Max: Furia en el camino”, por la que ganó un Oscar, Mangini mezcló los sonidos de animales moribundos en el choque del vehículo más fantástico de la película.

Para otra demostración de “Duna”, empezó a enterrar un pequeño micrófono en la arena. “Este es un micrófono subacuático, un hidrófono”, explicó Mangini. “Es el tipo de cosa que se suele sumergir en el océano para grabar una ballena jorobada, pero nosotros encontramos otra forma de utilizarlo”.

En “Duna”, los personajes utilizan un artefacto llamado “thumper” para golpear la arena rítmicamente e invocar enormes gusanos de arena. Para conseguir ese sonido, Mangini y Green enterraron su hidrófono a diferentes profundidades en el Valle de la Muerte y luego utilizaron un mazo para golpear la arena por encima del micrófono enterrado.

“También lo grabamos por encima del suelo para obtener el sonido real del impacto”, señaló Mangini, demostrándome su método con unos cuantos golpes fuertes en la arena de Zuma Beach. “Cada uno de estos golpes es el ta-tun del ‘thumper’, como se ve en la película”.

Green y Mangini trabajaron con Villeneuve en su película anterior, “Blade Runner 2049”, y el director los incorporó a ambos en cuanto consiguió los derechos de la novela de Herbert, en lugar de esperar hasta la posproducción, como es más común.

“Quería que Theo y Mark tuvieran el tiempo necesario para investigar y explorar y cometer errores”, aseveró Villeneuve. “Es algo que me traumatizó mucho con mis primeras películas, en las que pasas años trabajando en un guion, luego meses rodando y editando, y justo al final llega el técnico de sonido y apenas tienes tiempo suficiente”.

Al contratar a sus diseñadores de sonido con antelación y darles rienda suelta, Villeneuve incluso pudo tomar algunos de sus descubrimientos e integrarlos a la partitura de Hans Zimmer, lo cual dio como resultado una experiencia auditiva holística en la que la composición musical percusiva y el diseño sonoro omnipresente a veces pueden confundirse entre sí.

“Hans lo aceptó, no le dio miedo”, relató Villeneuve. “Funciona porque es como una banda”.

Al igual que una banda, los sonidos de “Duna” se beneficiaron de algunos vocalistas interesantes. Para crear la Voz, una manera de hablar persuasiva que les permite a Paul y a su madre (Rebecca Ferguson) recurrir al poder de sus ancestros femeninos (una hermandad de brujas llamada las Bene Gesserit), Villeneuve y su equipo de sonido eligieron a tres mujeres mayores con voces profundas y dominantes, y luego superpusieron sus diálogos a los de Chalamet y Ferguson.

Una de esas mujeres resultó ser la cantante británica Marianne Faithfull, cuya voz aguardientosa es una de las más reconocibles del rock and roll. Escucha con atención cuando los personajes utilizan la Voz y quizá escuches a Faithfull de 75 años decir entre dientes: “¡Mátalo!”. Esta elección resultó ser más acertada de lo que Villeneuve podría haber previsto: Faithfull le dijo al director que en la década de 1960 era muy amiga de Charlotte Rampling, quien interpreta a la emisaria más temible de la hermandad Bene Gesserit.

“¿Andaban en las calles de Londres a los 20 años?”, preguntó Villeneuve. “¡Eran asesinas!”.

Mientras Villeneuve y sus diseñadores de sonido intercambiaban anécdotas, mencioné los premios Oscar, en los que “Duna” está nominada en diez categorías. (Mangini y Green comparten su nominación con Mac Ruth, Doug Hemphill y Ron Bartlett). Cinco de esas categorías (sonido, banda sonora, edición, diseño de producción y maquillaje y peluquería) se presentarán junto con las tres categorías de cortometrajes en la hora previa al programa en directo, y luego se editarán en un montaje breve que se incorporará a la transmisión.

La razón es que esas categorías no despiertan el interés suficiente en el espectador casual, algo que Mangini rebatió inclinándose hacia mi grabadora para imitar el ronroneo de un gato, uno de los varios sonidos, incluido el de las alas de un escarabajo húngaro, que se mezclaron para crear la identidad sonora del avión ornitóptero de “Duna”.

“Creo que eso es bastante interesante para la televisión”, dijo.

Villeneuve coincidió: “El sonido es una de las herramientas que todavía hace que valga la pena ir al cine”, y es lo primero en lo que piensa mientras termina el guion de la secuela, que promete llevar a Paul a un reino sonoro aún más excéntrico: “Lo único que puedo decir sobre ‘Duna 2’”, concluyó Villeneuve, “es que se trata tanto del sonido como de las imágenes”.

© 2022 The New York Times Company